La 52? aver¨ªa de Cercan¨ªas atrapa a 300 pasajeros en un tren junto a Centelles

Una aver¨ªa en la catenaria de la l¨ªnea de Renfe que cubre el trayecto Puigcerd¨¤-Vic-Barcelona dej¨® ayer por la ma?ana a 300 personas tiradas en pleno viaje. Los mismos pasajeros, que viajaban en un tren en direcci¨®n a Barcelona, abrieron por su cuenta una de las puertas al advertir que se estaban incendiando algunos cables de la instalaci¨®n el¨¦ctrica. A continuaci¨®n saltaron a la v¨ªa y emprendieron el camino a pie hasta la estaci¨®n de Centelles, situada a 700 metros de distancia. Esta es la incidencia n¨²mero 52 desde medidados del pasado mes de septiembre.

Los pasajeros viajaban tranquilamente en el ferrocarril cuando empezaron a notar que algo iba mal. "El tren circulaba muy despacio cuando de repente se oy¨® un ruido muy fuerte en el techo", explicaba ya en la estaci¨®n de Centelles Vinyet Juan Mart¨ªnez, vecina de Vic. La misma muchacha explic¨®: "Todos nos levantamos de los asientos y vimos a trav¨¦s de la ventana que un cable sal¨ªa disparado y se incendiaba. La reacci¨®n de los pasajeros fue avanzar hacia los vagones de delante para hablar con el revisor. Nos dijo que nos qued¨¢ramos dentro del tren porque salir era muy peligroso". Pero los pasajeros hicieron caso omiso de sus palabras al comprobar que incluso hab¨ªa fuego en los m¨¢rgenes de la v¨ªa: "Entonces decidimos salir afuera porque no sab¨ªamos si el tren tambi¨¦n se estaba incendiando". Todo sucedi¨® "en menos de 10 minutos", afirmaba a¨²n nerviosa Vinyet Juan.

Dolors Marin¨¦, vecina de Vic, que iba a Barcelona a cuidar de un enfermo, estaba muy enfadadas. Explicaba que la gente tuvo que saltar del tren por un desnivel de medio metro: "Entre los pasajeros hab¨ªa criaturas, y gente mayor como yo, que padezco de artrosis, y me han tenido que ayudar para poder bajar".

Hasta que no se present¨® un operario de Renfe en la estaci¨®n de Centelles, los afectados no sab¨ªan qu¨¦ hacer. "La ¨²nica informaci¨®n llegaba a trav¨¦s de una voz grabada que se difund¨ªa por un altavoz y que no aclaraba nada", dec¨ªa Marin¨¦. Tambi¨¦n asegura que se lo pensar¨¢ dos veces antes de volver a subir a un tren porque tambi¨¦n padeci¨® la reciente aver¨ªa en la catenaria de la estaci¨®n de Sants de Barcelona.

Maria Teresa Bonet, de Ripoll, agradec¨ªa la buena voluntad de algunos pasajeros. "Llevo una pr¨®tesis en la cadera y tengo que ir con muletas. Mi marido no pod¨ªa ayudarme a bajar porque es mayor. Suerte que hay buena gente que me ha tendido su mano para bajar del vag¨®n".

A mediod¨ªa aparec¨ªan en la estaci¨®n de Centelles los autobuses para trasladar a los pasajeros afectados hasta la estaci¨®n de Sant Mart¨ª de Centelles, donde pod¨ªan subir a otro tren que circulaba en direcci¨®n a Barcelona. Pero algunas personas, al comprobar que hab¨ªan perdido media ma?ana, prefirieron regresar a sus puntos de origen. Una vecina de Alp (Cerdanya), Anna Carretero, aseguraba que era la ¨²ltima vez que se sub¨ªa a un tren: "He llamado a mi familia para que me vengan a buscar a Vic".

Roser Arias, de Barcelona, destacaba que lo peor fue la actitud del revisor: "No sab¨ªa ni el tel¨¦fono de emergencias y salt¨® del tren antes de que salieran todos los pasajeros. Yo misma le dije que volviera a subir para comprobar que no quedaba nadie en el convoy y me respondi¨® que no porque tenia que irse a la estaci¨®n. Esto me ha cabreado un mont¨®n".