Por el amor y los Beatles
El legendario George Martin produce 'Love' con material original del grupo brit¨¢nico
En la vida hay decisiones buenas y decisiones malas. Y la que tom¨® un d¨ªa de 1962 Dick Rowe, presidente de Decca Records, pertenece sin duda a la segunda categor¨ªa. Aquel d¨ªa, Dick Rowe decidi¨® no contratar a una banda de cuatro ni?atos de Liverpool que le hab¨ªa presentado un tal Brian Epstein, vendedor de discos metido a representante de rock. "Los grupos de guitarras van a desaparecer, se?or Epstein", le dijo el sabio ejecutivo al representante novato. Pero Epstein no se rindi¨® y sali¨® a patearse Londres con aquella cinta grabada por cuatro desconocidos. Hasta que un d¨ªa alguien le sugiri¨® que ense?ara esas canciones a un amigo suyo de la industria que se llamaba George Martin. Por aquel entonces, George Martin, un aviador militar reciclado en la m¨²sica, ten¨ªa 36 a?os y estaba al frente de una divisi¨®n menor de la discogr¨¢fica EMI llamada Parlophone, dedicada sobre todo a grabaciones de c¨®micos como Peter Sellers. Epstein fue a verle y le mostr¨® la cinta. A Martin no le entusiasm¨®, pero por alguna raz¨®n les concedi¨® una audici¨®n en los estudios de Abbey Road.
Tom¨® la decisi¨®n acertada. El 6 de junio de 1962, los Beatles hicieron la prueba. No fue una sesi¨®n memorable, pero Martin fue capaz de ver m¨¢s all¨¢. Ten¨ªan carisma, pens¨®, y eso les har¨¢ populares. Y el resto es historia.
George Martin produjo todos los discos de los Beatles excepto Let it be (1970); el grupo cambi¨® para siempre la m¨²sica popular y George Martin fue un catalizador, un c¨®mplice, un "quinto beatle" que supo entender y sacar lo mejor de aquellos cuatro artistas ¨²nicos; un productor que estir¨® los l¨ªmites de su profesi¨®n y cuyo nombre aparece, de momento, en m¨¢s de mil millones de copias de discos vendidas.
Hoy, sir George Martin tiene un estupendo aspecto a sus 80 a?os, viste un elegante traje gris y una corbata comprada en un club de golf de Sidney. Y est¨¢ de nuevo en los estudios de Abbey Road, que el viernes pasado abri¨® sus legendarias puertas a los periodistas para presentar algo as¨ª como un nuevo disco de los Beatles. Un proyecto que arranc¨® hace unos cinco a?os, fruto de la amistad entre George Harrison, guitarrista de la banda fallecido en 2001, y Guy Lalibert¨¦, director del Circo del Sol, la megacompa?¨ªa circense nacida en las calles de Quebec en 1984. ?ste le cont¨® su sue?o de realizar un espect¨¢culo basado en los Beatles. Y la cosa creci¨®, hasta el punto de lograr el sorprendente benepl¨¢cito de Apple, la empresa que gestiona celosamente la obra de los Fabulosos Cuatro, participada en la actualidad por los dos miembros vivos (Paul McCartney y Ringo Starr) y las dos viudas de los fallecidos (Olivia Harrison y Yoko Ono Lennon). Apple, habitualmente reacia a cualquier intromisi¨®n en su m¨¢quina de hacer dinero, permiti¨® abrir el cofre de las grabaciones originales de la banda para crear a partir de ellas una nueva obra que servir¨ªa de banda sonora al espect¨¢culo del Circo del Sol.
El proyecto se bautiz¨® como Love, y qui¨¦n mejor para llevarlo a cabo que la persona que hab¨ªa dirigido todas esas grabaciones. Pero hab¨ªa un problema: George Martin se est¨¢ quedando sordo. Y por eso est¨¢ hoy junto a ¨¦l su hijo, Giles Martin.
"Era una oferta que no pude rechazar", explica el padre. "Apple vino a m¨ª y me dijo que quer¨ªan una hora y media de sonido continuo de los Beatles para un nuevo espect¨¢culo del Circo del Sol. Vaya, es algo ambicioso, pens¨¦. Me dijeron que pod¨ªa usar cualquier sonido que quisiera de los que hice con ellos en los sesenta. Me invitaron a jugar con ellos. Yo decid¨ª embarcar conmigo a Giles porque siempre pens¨¦ que el nepotismo debe empezar en casa, y sobre todo porque tiene dos cosas que yo no tengo. Lo primero es un gran sentido de lo que se puede hacer hoy d¨ªa con la tecnolog¨ªa digital. Y la otra cosa que tiene y que yo no tengo es un buen par de o¨ªdos. Yo le envidio, pero s¨®lo tengo ¨¦stos. Y supongo que he abusado de ellos, como quien fuma demasiados cigarrillos".
Antes de convertirse en el coproductor de uno de los discos m¨¢s publicitados de lo que va de siglo, Giles Martin, de 37 a?os, era el hijo de una leyenda que desoy¨® los consejos de su padre y acab¨® metido en el mundo de la m¨²sica. Tambi¨¦n trajeado, pero sin corbata, Giles cuenta su reacci¨®n al recibir la invitaci¨®n a participar en Love. "Supongo que me sent¨ª inseguro", reconoce. "Me pregunt¨¦ si realmente deber¨ªa estar haciendo esto. El de los Beatles es un legado muy protegido, y es as¨ª como debe ser. Tienen una obra que simplemente es fant¨¢stica. As¨ª que pens¨¦ que probablemente acabar¨ªa siendo despedido".
EMI puso a disposici¨®n de los Martin un peque?o rinc¨®n en la segunda planta de estos estudios de Abbey Road. Y all¨ª fueron a trabajar cada d¨ªa durante tres a?os. "La gente de EMI ten¨ªa claro que nuestra labor no pod¨ªa trascender", recuerda George. "Nos instalaron en una peque?a habitaci¨®n y aqu¨ª ven¨ªamos cada d¨ªa. Necesit¨¢bamos dos llaves para entrar en la habitaci¨®n. No era muy grande pero era un lugar c¨®modo y agradable, con ventanas mirando a los jardines. La gente nos ve¨ªa y nos preguntaba qu¨¦ hac¨ªamos. Y nosotros les dec¨ªamos que nada, que pas¨¢bamos por ah¨ª".
Meses y meses escuchando todas las grabaciones originales. Cogiendo una l¨ªnea de bajo de esta maqueta y prob¨¢ndola en lugar de la que acab¨® en el disco original. Subiendo esta bater¨ªa o potenciando esos coros. Pegando el final de esta canci¨®n con el principio de aqu¨¦lla, utilizando el solo de bater¨ªa de ¨¦sta como transici¨®n entre aqu¨¦lla y la de m¨¢s all¨¢. La grabaci¨®n est¨¢ llena de gui?os que har¨¢n las delicias de los m¨¢s frikis beatlemaniacos. Durante la ceremoniosa escucha del disco en sonido Dolby Surround celebrada en los estudios, y presentada por un ejecutivo de la casa como "uno de los momentos de mayor goce de nuestra vida profesional", alg¨²n maduro periodista musical brit¨¢nico entra en una especie de trance y derrama una emocionada l¨¢grima.
"Me siento liberado, estoy demasiado viejo para todo esto ahora", admite George. "Ha sido fant¨¢stico. Nunca pens¨¦ que volver¨ªa a meterme a fondo en los Beatles. Ha sido una odisea genial. Nos divertimos mucho y cre¨ªamos hacer algo que merec¨ªa la pena. No era s¨®lo pegar trozos de cinta entre s¨ª. Quer¨ªamos crear un sentimiento a trav¨¦s de una hora y media de m¨²sica acerca de lo que realmente eran los Beatles. Y lo que son los Beatles realmente es amor. Hab¨ªa muchas peleas, como las hay entre enamorados o entre padres e hijos. Pero en la ra¨ªz, los cuatro se quer¨ªan mucho. Y este espect¨¢culo y esta m¨²sica quieren comunicar esa unidad de los Beatles. Cuando se juntaban, se daban los unos a los otros mucho m¨¢s que lo que ten¨ªan ellos mismos. Era emocionante ver c¨®mo crec¨ªan en esa uni¨®n. Por eso todo esto era un gran proyecto para m¨ª. Y por eso estoy hoy aqu¨ª".George Martin produjo todos los discos de los Beatles excepto Let it be
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