Siempre nos quedar¨¢ Picasso
La artista Jenny Holzer afirma que el dinero hace el gusto. El dinero puede comprar el acceso al camino del refinamiento, pero no puede comprar el refinamiento en s¨ª. La historia de un mercado se hace con cifras y estad¨ªsticas que permiten estudiar pautas, cambios y comportamientos, y realizar an¨¢lisis. El mercado del arte se asienta sobre cinco figuras b¨¢sicas: las ferias, los museos, las casas de subastas, las galer¨ªas y los coleccionistas. Detr¨¢s o delante de todos ellos est¨¢n los artistas. Sin ellos y su obsesi¨®n por crear no existir¨ªa el resto, pero eso es otra historia.
Espa?a posee tan s¨®lo el 0,6% de la tarta del mercado internacional del arte. Ese porcentaje pone de relieve la falta de tradici¨®n en este campo en nuestro pa¨ªs, y no miente. El mercado del arte siempre es, ha sido, y ser¨¢, minoritario. Pero el hecho de su reducida importancia tanto en nuestra econom¨ªa como en sus movimientos globales anquilosa su desarrollo. La Comisi¨®n Europea ha presentado un informe en donde resalta que la facturaci¨®n del sector cultural aport¨® a la UE en 2003 el 2,6% de su PIB, confirmando que su aportaci¨®n estaba por encima del sector inmobiliario (2,1%). Sin embargo, en Espa?a los n¨²meros son diferentes: la facturaci¨®n del sector creativo aport¨® al PIB de nuestro pa¨ªs en el mismo a?o un 2,3%, claramente por debajo de la media europea, y por supuesto, por debajo del incombustible ladrillo que aport¨® un 3%.
Despu¨¦s de 25 a?os de Arco las cifras de venta han crecido y las galer¨ªas han mejorado exponencialmente, sin embargo, es la cifra de visitantes la que la coloca como una feria importante. Las cifras de ventas de ARCO no se hacen p¨²blicas, mientras que una feria como la de Art Cologne ha vendido este a?o 80 millones de euros en cuatro d¨ªas. Por cierto, Art Cologne anuncia feria en Espa?a para el pr¨®ximo septiembre y nada menos que en Mallorca. Un estudio confirma que en esas fechas puede haber un n¨²mero considerable de coleccionistas internacionales en la isla.
El momento de bonanza que se mantiene en el mercado del arte internacional (y tambi¨¦n hay que decirlo, en el sector inmobiliario y la Bolsa) es de euforia. Esa euforia tiene un efecto mariposa y ha llegado a Espa?a. La ¨²ltima subasta de Christie's Madrid ha batido todos los r¨¦cords. Se han recaudado casi 16 millones de euros. Pero la sesi¨®n no era n¨ªtida; da que pensar que una casa de la sofisticaci¨®n de Christie's organice una sesi¨®n como un t¨®tum revol¨²tum, donde se mezclan obras del siglo XVII al XXI, y en las que la presencia del arte contempor¨¢neo se limitaba a obras menores. Por su parte Sotheby's, en su sesi¨®n de pintura espa?ola del 14 de noviembre tuvo unos resultados bastante lejos de los logrados por Christie's. La pintura regionalista triunfa en estas sesiones. En nuestro pa¨ªs hay dinero fresco (el mercado inmobiliario y las el¨¦ctricas han duplicado fortunas en horas), y el "m¨¢s vale bueno conocido que mejor por conocer".
Los r¨¦cords en el mercado internacional no han aparecido de la noche a la ma?ana, y ese efecto en Espa?a tampoco. En la subasta de octubre de 2005 de Christie's, un cuadro super¨® el mill¨®n de euros: San Lucas (1614-1618), del taller de El Greco, part¨ªa con una estimaci¨®n de 100.000-150.000 euros. Se adjudic¨® en 1.299.200 euros. Este a?o ha sido el turno de Anglada Camarasa. Ya estamos en el XIX. Camino de nuestro siglo. Hay esperanza.
En el mercado internacional, el gran pistoletazo de salida de esta etapa vino dado por el incre¨ªble r¨¦cord de Muchacho con pipa, de Picasso. Desde ese momento todas las sesiones importantes de arte contempor¨¢neo, especialmente las de Nueva York, han ido super¨¢ndose, de temporada en temporada. Al trabajar analizando las subastas, el mercado y las colecciones, me atrever¨ªa a decir que estamos en un momento de excitaci¨®n y estragamiento de cifras que posiblemente deriven en un efecto purificador del mercado; tanto dinero puede llevar al v¨®mito, y como en los banquetes romanos, es necesario un poco de cardamomo, aunque hay mercados como el indio, ruso o chino, que acaban de empezar el fest¨ªn.
Dentro de esa estructura econ¨®mica y profesional absolutamente consolidada en el extranjero, el papel de los coleccionistas es primordial. En Espa?a, a los grandes nombres de toda la vida (como Juan Abell¨® o Pl¨¢cido Arango) hay que a?adir algunos tan potentes como el de Helga de Alvear, quien probablemente ostente la colecci¨®n de arte contempor¨¢neo m¨¢s estimulante de nuestro pa¨ªs. Pero el nivel de implicaci¨®n del coleccionista en el extranjero est¨¢ marcado por una conducta que aqu¨ª no se da. Este coleccionista sigue la trayectoria de los artistas a los que compra, con esa actitud los respalda y as¨ª ayuda a que ¨¦ste consolide su obra y su posici¨®n en el mercado. Un buen coleccionista confirmar¨¢ lo importante que es conocer bien a los artistas. Porque como dice David Geffen, los artistas son ese tipo de personas que, por el mero hecho de hablar con ellos, hacen que te funcione la cabeza. Muestran un acceso oculto que de su mano puedes cruzar. El arte es una b¨²squeda, un objetivo intelectual. No es una silla o un paraguas. Es otra cosa. Por eso es necesario pensar, hacer preguntas y comprender. Lamentablemente en Espa?a las galer¨ªas y los coleccionistas no responden a este patr¨®n. Y los artistas no son testados en el mercado internacional, lo que hace que algunos de los nombres m¨¢s apreciados en este pa¨ªs, en el caso de salir al extranjero, no pudieran sostenerse. S¨®lo funcionan dentro de nuestra burbuja ib¨¦rica, lo que implica un peligro considerable. Nuestros artistas se mueven en este mercado interno y revalidan su posici¨®n dentro de las mismas fronteras, cuando el arte no tiene ni g¨¦nero ni pa¨ªs. Pero aunque los franceses se hayan apropiado de nuestro genio universal, siempre nos quedar¨¢ Picasso.Algunos de los nombres m¨¢s apreciados en este pa¨ªs s¨®lo funcionan dentro de nuestra burbuja ib¨¦rica
Lola Garrido es coleccionista y directora de la revista Colectionart.
Babelia
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