Un viaje de ¨¢cido b¨®rico

EL TRAYECTO RECORRIDO por el caso del ¨¢cido b¨®rico entre el juzgado n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional -cuyo titular es Baltasar Garz¨®n- y el juzgado n¨²mero 35 de Madrid -a cargo de Gemma Gallego- ha sido un viaje psicod¨¦lico que ha transportado al sumario desde la realidad verificable hasta la incontrolada fantas¨ªa. M¨¢s all¨¢ de las implicaciones procesales de un conflicto menor de orden policial-administrativo, seguramente sin trascendencia penal, la transformaci¨®n alucin¨®gena sufrida por la causa judicial al cambiar de manos la instrucci¨®n de sus diligencias se debe a un maligno virus pol¨ªtico: el obstinado empe?o del PP -con Eduardo Zaplana a la cabeza- y de un grupo af¨ªn de periodistas y locutores por atribuir la direcci¨®n de la matanza del 11-M a un batiburrillo criminal formado por ETA, agentes de servicios de inteligencia extranjeros y miembros de las fuerzas de seguridad teledirigidos por el PSOE.

Al tiempo que cuatro jefes policiales son imputados por varios delitos, el PP pide una comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria para dilucidar las responsabilidades pol¨ªticas del Gobierno

Ni uno s¨®lo de los abundantes indicios reunidos por la polic¨ªa, analizados por la fiscal¨ªa e incorporados por el juez Juan del Olmo al sumario de los trenes de la muerte aval¨® esa extravagante tesis. Los maliciosos fabricantes de la teor¨ªa de la conspiraci¨®n, sin embargo, no se resignan al terco desmentido de los hechos y ofrecen todo tipo de conjeturas absurdas y paranoides como interpretaci¨®n alternativa a la explicaci¨®n sumarial del 11-M, descargando sobre los dem¨¢s la imposible tarea de probar la falsedad de sus retorcidas fantas¨ªas. En ese recalentado escenario, El Mundo y la radio de los obispos recibieron el pasado septiembre la filtraci¨®n de un informe elaborado el 21 de marzo de 2005 por tres peritos de la polic¨ªa sobre una sustancia intervenida en diciembre de 2004 a Hassan el Haski (imputado por los atentados de Casablanca y Atocha); el papel filtrado a la prensa era una copia del original impresa y firmada el 11 de julio de 2006 por sus autores (un dato omitido por la difusi¨®n period¨ªstica). Ese documento de trabajo de los expertos, sin embargo, no hab¨ªa pasado en su d¨ªa de manera ¨ªntegra al informe oficial enviado al juez. Los jefes de la Comisar¨ªa de Polic¨ªa Cient¨ªfica reprodujeron fielmente la respuesta de los peritos a la pregunta que les hab¨ªa sido dirigida (la sustancia analizada era ¨¢cido b¨®rico), pero suprimieron sus extravagantes observaciones acerca de una posible conexi¨®n entre el islamismo y ETA basada s¨®lo en que tambi¨¦n se encontr¨® ¨¢cido b¨®rico en 2001 durante el registro de un piso franco de la banda armada en Salamanca.

El juez Garz¨®n, que se hizo cargo del asunto el pasado septiembre como instructor de un sumario donde figuraba como imputado Hassan el Haski, lleg¨® a la conclusi¨®n de que los jefes de la Comisar¨ªa de Polic¨ªa Cient¨ªfica hab¨ªan actuado correctamente, pero que los tres peritos pod¨ªan ser culpables de un delito de falsificaci¨®n por la copia impresa y firmada el 11 de julio de 2006 que ser¨ªa luego filtrada a la prensa. Garz¨®n se inhibi¨® de la causa por razones de competencia, no sin advertir antes de la manipulaci¨®n pol¨ªtica llevada a cabo por los tres peritos para "generar una apariencia sin sustento real alguno" que permitiera vincular a ETA con el 11-M. Tras hacerse cargo a comienzos de octubre de la instrucci¨®n del caso, la juez Gallego -candidata de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura para una vocal¨ªa del nuevo Consejo del Poder Judicial- ha tomado medidas diametralmente opuestas a las decisiones adoptadas por Garz¨®n: la exoneraci¨®n de los tres peritos y la imputaci¨®n de los jefes policiales por falsedad documental y falso testimonio.

El PP no ha querido perderse la fiesta del desquite de los tres peritos. Como portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana ha asomado de nuevo la cabeza para exigir una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre el caso del ¨¢cido b¨®rico. Se reanuda as¨ª el baile parlamentario en torno al 11-M: ahora se trata de sostener que el Gobierno orden¨® a la polic¨ªa borrar los indicios sobre la conexi¨®n de ETA con el atentado. Pero se pongan como se pongan la juez, el PP, El Mundo y la radio de los obispos, contin¨²a siendo indiscutible que el ¨¢cido b¨®rico no es un explosivo, sino s¨®lo un producto de limpieza utilizado por cientos de miles de amas de casa.