Gangas para salir volando
El MP2 de Marsella muestra los fallos de los nuevos aeropuertos para vuelos baratos
No hay climatizaci¨®n; tan s¨®lo una treintena de sillas para esperar todos los vuelos; los viajeros deben ir andando por la pista hasta el avi¨®n y han de colocar las maletas (no hay carritos) en la cinta transportadora. ?Un aeropuerto de Burundi o Tayikist¨¢n? No: Marsella. Bienvenidos al MP2, el aeropuerto para vuelos baratos m¨¢s importante de Francia, dise?ado para acoger a cuatro millones de viajeros este a?o, cuya entrada en funcionamiento, a partir del 25 de octubre, hace pensar que con frecuencia lo barato es caro. Para muchos se trata de un ejemplo de instalaciones que proliferar¨¢n en el futuro y que ahora ya han empezado a hacerse sentir.
La terminal Marsella-Provenza 2, que ya acoge unos cien despegues y aterrizajes diarios, no es otra cosa que un antiguo hangar de 3.000 metros cuadrados destinado a transporte de mercanc¨ªas, y que ahora, a base de ponerle colores chillones a los muros de hormig¨®n, ha pasado a ser recinto de acogida y distribuci¨®n de pasajeros.
Se trata de un tipo de instalaciones que proliferar¨¢n y que ahora ya han empezado a hacerse sentir
La MP2 es m¨¢s barata tambi¨¦n porque est¨¢ a tiro de piedra de una gran ciudad, los aviones pueden aparcar junto a la terminal y apenas hay personal para ocuparse de los viajeros. El men¨² perfecto para que surjan los problemas, entre ellos la anulaci¨®n de vuelos sin previo aviso.
?Por qu¨¦ Marsella? Sencillamente porque, tras la apertura de la l¨ªnea ferroviaria de alta velocidad (TGV) entre Par¨ªs y Marsella, las dos ciudades quedan a tres horas de tren -cuatro desde Lille, cuatro y cuarto desde Bruselas, cinco y veinte desde Londres-, y eso ha supuesto la desaparici¨®n del 80% de los vuelos desde la capital francesa. Cuando la compa?¨ªa de vuelos baratos Ryanair hizo saber que estar¨ªa interesada en instalar precisamente ah¨ª su primera base, todo fueron facilidades.
La ley francesa especifica que las tasas que paga cada viajero por utilizar un aeropuerto deben ser las mismas, cualquiera que sea la compa?¨ªa, pero esa igualdad s¨®lo es v¨¢lida en el mismo aeropuerto. De ah¨ª que las de bajo coste se hayan servido en Francia de aeropuertos modestos como los de Beauvais (a 87 kil¨®metros de Par¨ªs) o Carcasona (a 90 de Toulouse) para transportar su clientela hacia destinos tur¨ªsticos. En Marsella, la terminal MP2 es otra cosa: est¨¢ al lado de una gran ciudad y de una terminal lujosa.
La transformaci¨®n de la MP2 ha costado 16,4 millones de euros (por comparar con una gran terminal nueva: la T-4 de Barajas ha costado 6.400 millones). Adem¨¢s de Ryanair, que ha comprado dos Boeing 737 para su primera base francesa (18? europea), la MP2 tambi¨¦n tendr¨¢ como clientes fijos a Easyjet y Atlas Blue, as¨ª como otras tres compa?¨ªas en ciertas temporadas: Aer Lingus, C¨®ndor y Hapag-Lloyd Express.
Legalmente queda un embrollo por resolver: los trabajadores de Ryanair, aunque sean franceses y residentes en Marsella, est¨¢n sujetos a la legislaci¨®n laboral irlandesa. Eso significa que, por ejemplo, las cargas sociales del salario de un piloto son inferiores en un 30%. La situaci¨®n ha sido denunciada, y es posible que Ryanair y las otras tengan que aceptar el derecho laboral franc¨¦s. El coste del billete aumentar¨ªa un 4%. Por cierto: las reclamaciones deben redactarse en ingl¨¦s y enviarse a Dubl¨ªn.
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