Los l¨ªmites del autocontrol

Por ahora, y a pesar de que el Ministerio de Sanidad la haya emprendido contra los anuncios de Burger King, no parece que los envoltorios de las hamburguesas vayan a contener mensajes del tipo Comer hamburguesas gigantes puede producir enfermedades cardiovasculares o comer hamburguesas puede matar.

Por el momento, Sanidad s¨®lo ha pedido a la compa?¨ªa que retire los anuncios de la hamburguesa XXL, una bomba alimentaria de 1,31 gramos de grasas trans y 971 kilocalor¨ªas, m¨¢s o menos lo mismo que comerse de una vez nueve huevos fritos.

Cada pa¨ªs ha optado por limitar el uso de grasas trans a su manera. Mientras Dinamarca ha establecido un control estricto obligando a que los productos no tengan m¨¢s de un 2% de grasas parcialmente hidrogenadas, en el resto de la Uni¨®n Europea las autoridades han preferido no poner l¨ªmites legales a las grasas trans o a los alimentos que contengan demasiadas calor¨ªas.

En Espa?a, como en el resto de la UE, el Gobierno ha optado por actuar en el campo de la informaci¨®n y el etiquetado, aunque a¨²n no sea obligatorio indicar el contenido de ¨¢cidos trans en los alimentos, como s¨ª lo es en Estados Unidos. As¨ª que en lugar de una regulaci¨®n, lo que hay es una estrategia. Se llama NAOS (Nutrici¨®n, Actividad F¨ªsica y Prevenci¨®n de la Obesidad) y con ella se pretende que la industria alimentaria y los comedores escolares reduzcan el uso de este tipo de grasas t¨®xicas y fomenten una dieta sana y equilibrada.

Si su hijo come en el colegio, lo m¨¢s probable es que no ingiera alimentos cocinados con aceites parcialmente hidrogenados como la margarina, los causantes de las grasas trans. Pero eso es simplemente por la costumbre mediterr¨¢nea de cocinar con aceites vegetales. El peligro est¨¢ en los productos de las m¨¢quinas expendedoras y en la cantidad de bollos que ingiera el cr¨ªo. El acuerdo del Gobierno con la industria es ir cambiando los productos de estas m¨¢quinas por otros m¨¢s saludables como frutas o zumos.