"Las im¨¢genes sustituyen a los recuerdos reales"
Vicente S¨¢nchez-Biosca es uno de los m¨¢s destacados estudiosos del cine en Espa?a. Profesor de Comunicaci¨®n Audiovisual en la Universitat de Val¨¨ncia y director de la prestigiosa revista Archivos de la Filmoteca, S¨¢nchez-Biosca ha acabado Cine y Guerra Civil espa?ola. Del mito a la memoria (Alianza). Un libro de interesante lectura, donde reinventa expresiones como la banalidad del bien para definir una visi¨®n bienintencionada pero reduccionista, y donde practica que la serenidad del juicio es menos brillante, pero m¨¢s aut¨¦ntica que el dramatismo de muchos relatos. Lo aprendi¨® de su padre, a quien dedica la obra.
Pregunta. ?Qu¨¦ aporta su libro y el cine al conocimiento de la Guerra Civil?
"Raza' no es una pel¨ªcula pol¨ªtica, es castrense, nacional cat¨®lica"
"En la actualidad, la memor¨ªa hist¨®rica est¨¢ sustituyendo a la historia"
Respuesta. El libro no es un cat¨¢logo sino una serie de cortes transversales, desde 1936 a la actualidad. Incluyo el cap¨ªtulo Paisajes de la memoria, el cine crepuscular, sentimental, que se hizo al filo de los 80, con el PSOE. Empieza con El esp¨ªritu de la colmena, pero se prolonga hoy hasta las pel¨ªculas de Garci. Y lo que llamo Pol¨ªticas de la memoria, que abarca la actual producci¨®n de reportaje televisivo y cine documental. Aqu¨ª lo fundamental es la aparici¨®n del testimonio y el uso de im¨¢genes de archivo. Por otro lado, hay dos cosas fundamentales que aporta el cine a la Guerra Civil. El cine es imagen y el recuerdo de la Guerra Civil cada vez se plasma m¨¢s en im¨¢genes; nuestro recuerdo de las im¨¢genes sustituye a los recuerdos reales. Adem¨¢s, el cine es relato y, por tanto, establece la relaci¨®n de implicaci¨®n emotiva que tiene la historia.
P. ?El cine crea el mito?
R. El cine tiene un papel decisivo en la creaci¨®n de mitos. Hablamos por mitos y recordamos por relatos. Y si los relatos son muy poderosos y tienen una fuerza gregaria importante acaban por convertirse en mitos. La producci¨®n de los primeros a?os de guerra fue encaminada a la propaganda y creaci¨®n de mitos. En la Espa?a nacional no se trataba de legitimar el golpe de Estado, sino de hacer una relectura del pasado, de la generaci¨®n del 98, del imperio espa?ol, de la persecuci¨®n religiosa de la Rep¨²blica. Desde el bando republicano, se habla de la matanza de la sociedad civil, de la intervenci¨®n extranjera. En esta maquinaria medi¨¢tica de construcci¨®n de mitos, el cine tiene un papel clave, junto a la radio, las revistas... Lo sorprendente es que esos mitos son recurrentes, no hay nuevo mitos de la Guerra Civil.
P. ?Por qu¨¦ el libro incluye el CD del filme Rojo y negro, de Carlos Ar¨¦valo, 1942?
R. Es importante y muy dif¨ªcil de ver, porque estuvo unos 50 a?os perdido. Es un filme que no ha contribuido a hacernos una idea del franquismo, pero es muy importante para releer la historia. Data del mismo a?o de Raza (pel¨ªcula de Franco) y es su contrafigura, de orientaci¨®n falangista. Raza tiene todos los parabienes del franquismo, Rojo y negro no. Es una pel¨ªcula pol¨ªtica; Raza no, es castrense, nacional cat¨®lica. La protagonista de Rojo y negro es una mujer falangista, enamorada de un comunista. Entre ambos, no hay reproches. Ella piensa que su novio est¨¢ equivocado, pero mantiene la relaci¨®n Al final, claro est¨¢, ella es violada y asesinada por el novio. No es una joya est¨¦tica, pero es ins¨®lita, por el protagonismo femenino, la violaci¨®n y el ser una pel¨ªcula pol¨ªtica.
P. Sorprende esa asociaci¨®n que ha hecho antes entre Erice y Garci.
R. El esp¨ªritu de la colmena crea en 1973 un recuerdo de la guerra. Aunque no se representa, deja una huella indeleble, una educaci¨®n sentimental. Esto se recuper¨® en algunas pel¨ªculas y tiene su mayor expresi¨®n en los a?os 80; tambi¨¦n en El largo invierno, La lengua de las mariposas, que son pel¨ªculas m¨¢s almibaradas, m¨¢s t¨®picas. La de Erice es mucho m¨¢s radical. Ese momento ¨¢lgido de educaci¨®n sentimental desaparece en el mercado cuando irrumpe el periodo del documental. Pero algunos cineastas como Garci lo mantienen, confundiendo el origen y haciendo de ¨¦l una especie de melodrama universal. Sus pel¨ªculas representan ese modelo nost¨¢lgico, no de la guerra ni del franquismo, pero las penas y dolores del franquismo se convierten en algo tan universal que es el fin mismo.
P. ?Todas las miradas son v¨¢lidas?
R. Nos movemos con un material especialmente emotivo al tiempo que hemos de mantener la mirada fr¨ªa del historiador. A veces el cine est¨¢ lleno de buenas intenciones, pero de resultados p¨¦simos y de precios muy altos que se pagan a largo plazo. Por ejemplo, el de la memoria hist¨®rica. Si la memoria se entiende como una fuente de informaci¨®n para enriquecer a la historia, ning¨²n problema. Se recoge la historia oral, se fotograf¨ªa. Espl¨¦ndido. Pero en la actualidad, lo que ocurre es que esa memoria est¨¢ sustituyendo a la historia.
P. ?Cu¨¢les ser¨ªan las pel¨ªculas m¨¢s representativas de la Guerra Civil?
R. Espa?a heroica, producida entre Espa?a y Alemania; por el lado republicano, Sierra de Teruel. Raza, porque lleva el sello de Franco y Morir en Madrid, que representa lo que hab¨ªa quedado esclerotizado de la izquierda tradicional. Caudillo es fundamental porque es una relectura total de los mitos franquistas. El esp¨ªritu de la colmena; La caza, La vieja memoria o Soldados de Salamina, una especie de pastiche posmoderno, ejemplo del uso del testimonio y la imagen de archivo dentro de la ficci¨®n.
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