El m¨²sico del silencio
La Casa Encendida dedica un ambicioso ciclo a la obra de John Cage
John Cage (Los ?ngeles, 1912- Nueva York, 1992) fue pionero de la m¨²sica electr¨®nica, pintor, poeta, mic¨®logo, grabador y maestro zen. El s¨¢bado 16 de diciembre La Casa Encendida de Madrid ocupar¨¢ su edificio con A house full of music (Una casa llena de m¨²sica), una pieza creada por Cage y estrenada en 1982 en el ?bersee Museum de Bremen (Alemania). En la pieza, un gran n¨²mero de m¨²sicos no profesionales (800 el d¨ªa de su estreno) tocan de modo simult¨¢neo y en un mismo edificio su propio repertorio. De la idea original de Cage apenas quedan unas notas que indican las posiciones de 64 micr¨®fonos y las categor¨ªas de los int¨¦rpretes musicales: ni?os de 6 a 9 a?os; varios grupos instrumentales interpretando m¨²sica que va desde el Renacimiento hasta nuestros d¨ªas; m¨²sica de c¨¢mara de varios estilos, piezas para solos y d¨²os, obras orquestales y jazz, pop y piezas populares.
A house full of music formar¨¢ parte de un ciclo que incluye, hasta el 7 de enero, la obra musical de Cage, la documentaci¨®n audiovisual que existe sobre ¨¦l, debates y conferencias en torno a sus textos y una instalaci¨®n: Essay.
El padre del happening musical -para el que el azar, los ruidos callejeros o los sonidos del propio cerebro formaban parte de los m¨¦todos compositivos- defini¨® la m¨²sica como "burbujas sobre la superficie del silencio". A?os m¨¢s tarde, a?adir¨ªa: "El silencio no existe".
Essay (Ensayo), que se incluy¨® originalmente en la Documenta 8 de Kassel de 1987, abrir¨¢ el pr¨®ximo jueves el programa de actividades -en el que participar¨¢n muchos de los m¨²sicos con los que Cage trabaj¨®-. El propio artista explic¨® as¨ª su obra: "La instalaci¨®n de sonido dise?ada usa 36 altavoces distribuidos a lo largo del per¨ªmetro de la rejilla elevada. 36 casetes con rebobinado autom¨¢tico se emplean para hacer posible una ejecuci¨®n que contin¨²a sin repeticiones mientras dura la instalaci¨®n. Las 50 luces cambian de intensidad de una forma lenta pero constante a lo largo de cada jornada de ocho horas y empiezan cada d¨ªa en un punto distinto. Cada d¨ªa se distribuyen seis sillas en posiciones y direcciones diferentes. La iluminaci¨®n y la colocaci¨®n de las sillas se compusieron en funci¨®n de operaciones de azar".
Inspirada en Desobediencia civil y otros escritos, de Henry David Thoreau, Cage destacaba esta frase de aquel texto: "Lo mejor que un hombre puede hacer por su cultura cuando se enriquece es esforzarse por llevar a cabo los planes que concibi¨® cuando era pobre".
Cage inici¨® su aventura subversiva desmontando cualquier resto de culto rendido a lo cl¨¢sico o al modernismo conservador de la posguerra. Una de sus referencias fue la m¨²sica de Erik Satie. Le admiraba por an¨¢rquico y humilde. Cage sol¨ªa impartir instructivas charlas introductorias antes de sus recitales, y en su principal conferencia, Defensa de Erik Satie (1948), se expres¨® de forma pol¨¦mica: "Beethoven representa el mayor tambaleo capaz de acabar con la estabilidad del barco. La derivaci¨®n del pensamiento musical a partir de sus procedimientos ha servido no s¨®lo para dejarnos a merced de las olas, sino tambi¨¦n para pr¨¢cticamente hacer naufragar el arte en una isla de decadencia".
Pel¨ªculas, conciertos, piezas audiovisuales... En el ciclo de La Casa Encendida, de Obra Social Caja Madrid, han trabajado -adem¨¢s del equipo del centro madrile?o- Xavier G¨¹ell en la producci¨®n musical; Marta Gonz¨¢lez Orbegozo comisariando la instalaci¨®n Essay, y Carmen Pardo en el ciclo de debates y conferencias bajo el t¨ªtulo Reflexiones.
Suena
John Cage se encerr¨® en una c¨¢mara anecoica (capaz de absorber las ondas sonoras sin reflejarlas) en la Universidad de Harvard antes de componer 4'33 (1952). All¨ª dentro comprob¨® que el silencio no existe y que nuestro cuerpo emite todo tipo de peque?os sonidos que impiden el estado de la nada. El aire, los latidos del coraz¨®n...
Desde aquel momento, Cage incorpor¨® esta experiencia a sus trabajos. Una intensa aventura que le llev¨® a ser uno de los grandes maestros de la m¨²sica conceptual. Su obra supuso una apertura perceptiva que impugnaba cualquier tipo de escucha dirigida. Invitarnos a escuchar el silencio es un modo de mostrar que si la actividad se para se percibe inmediatamente que el resto del mundo no se ha parado. As¨ª, en una de sus piezas emblem¨¢ticas se mantiene durante 4,33 minutos un absoluto silencio. Esc¨²chenlo. Suena.
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