?Zapatero contra Pla?

Ignasi Pla ser¨¢ presidente de la Generalitat en 2007. O no. Si hay que hacer caso a las encuestas conocidas, m¨¢s probablemente lo segundo que lo primero. Quede claro, sin embargo, que si consigue alcanzar el poder lo ser¨¢ a pesar de la direcci¨®n federal del PSOE y del Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero; pero nadie dude de que si pierde, su derrota no ser¨¢ responsabilidad exclusiva de sus compa?eros de partido en Madrid. Alguna tendr¨¢ el dirigente valenciano.

No hay paradoja ni dilema en esta situaci¨®n. Veamos. Pla gana pese a Zapatero por varias razones. La m¨¢s evidente -constatada en todos los sondeos- Uno de cada dos valencianos cree que el presidente del Gobierno resulta perjudicial para los intereses de la Comunidad Valenciana. Y tres m¨¢s. Agua: Cuando el PSOE derog¨® el trasvase del Ebro, la ¨²nica alternativa a tan tremenda decisi¨®n, buena o mala, surgi¨® de los socialistas valencianos. Nadie se lo reconoci¨®. Urbanismo: El PSOE federal copi¨® el dec¨¢logo formulado por el PSPV a trav¨¦s de Eugenio Burriel. Ni una referencia desde Ferraz. Corrupci¨®n: Pla se adelant¨® a Zapatero a la hora de proponer un pacto entre los grandes partidos para combatir esta lacra pol¨ªtica. Ni una nota a pie de p¨¢gina.

La otra cara de la moneda: Pla pierde por sus propios errores. Es consecuencia de la primera, ni excluyente ni contradictoria. Su discreci¨®n, su silencio -?su disciplina?- le llevan a no levantar la voz, a convertirse en un escolanet d'am¨¦n de Ferraz. Un bon xic que apuesta por lo pol¨ªticamente correcto, que nunca levanta la voz, que no se enfada cuando la ministra Narbona, en un obvio desprecio a muchos valencianos brinda con cava en el delta del Ebro por la derogaci¨®n del trasvase, y que ni siquiera reclama como propias sus iniciativas pol¨ªticas. Nunca los ministros de un Gobierno visitaron tanto la Comunidad Valenciana y ayudaron tan poco a sus compa?eros de partido en la oposici¨®n. ?Para qu¨¦ le sirve a Pla tanto desembarco gubernamental? M¨¢s a¨²n, ?para qu¨¦ le sirve tener un amigo al frente de la Delegaci¨®n del Gobierno? La mayor¨ªa de los ministros se dedican a hacer la ola al PP -?alguien ha escuchado a Jordi Sevilla defender con contundencia la gesti¨®n del Gobierno en la Copa del Am¨¦rica?- y/o a dar conferencias que podr¨ªan leer en cualquier punto de Espa?a.

Si la inanidad de las visitas ministeriales es un hecho, la inactividad del PSPV es un misterio. Carmen Alborch, Etelvina Andreu o Juan Mar¨ªa Calles son unos candidatos clandestinos para la ciudadan¨ªa, ocultos en despachos o pronunciando abstrusas charlas a militantes de su partido.

Puedo entender, aunque sea como mera hip¨®tesis que explique el desapego de la direcci¨®n socialista, que la Comunidad Valenciana haya dejado de ser una prioridad para el PSOE, un partido que obtiene entre el 38% y el 40% de los votos en las auton¨®micas y el 42-44% en las generales pase lo que pase en este territorio. Pero que el PSPV lo acepte mansamente me resulta incomprensible. ?Juega Zapatero contra Pla?