Un pa¨ªs fracturado de norte a sur
Felipe Calder¨®n llega a la presidencia con el 50% de los mexicanos en el umbral de la pobreza
Desde la frontera con el coloso del norte estadounidense hasta los confines del sur guatemalteco, por donde ingresan diariamente cientos de emigrantes centroamericanos en busca del sue?o dorado, M¨¦xico es un pa¨ªs dividido no s¨®lo geogr¨¢ficamente. Basta una mirada al mapa pol¨ªtico que dibujaron las elecciones del pasado 2 de julio para comprobar el alcance de la fractura. El azul, color del Partido Acci¨®n Nacional (PAN), conservador, luce de manera homog¨¦nea en los Estados norte?os, donde se concentran los principales polos de desarrollo. En el sur, tierra pobre y olvidada, predomina el amarillo, color del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), de izquierda. El norte vot¨® abrumadoramente por Felipe Calder¨®n, ganador de las elecciones, mientras que el sur lo hizo por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador.
La fractura geogr¨¢fica, pol¨ªtica y social de M¨¦xico ser¨¢ la herencia m¨¢s pesada que recibir¨¢ el 1 de diciembre el presidente electo. Un claro ejemplo de esta divisi¨®n es que apenas 233.831 votos separan a los dos candidatos -Calder¨®n y L¨®pez Obrador- que obtuvieron mayor respaldo popular. Una diferencia escu¨¢lida para una naci¨®n de 106 millones de habitantes.
En los Estados del norte, ll¨¢mense Tamaulipas, Baja California o Chihuahua, las organizaciones de narcotraficantes libran una guerra sin cuartel por el control de las rutas de distribuci¨®n de drogas con destino a Estados Unidos. Unas 2.000 personas han sido asesinadas en lo que va de a?o en una espiral de violencia con crecientes aspectos de brutalidad y ensa?amiento. Los cuerpos de seguridad, incluidos los de nueva creaci¨®n bajo el Gobierno de Vicente Fox, muestran su incapacidad para enfrentar el poder del narcotr¨¢fico, cuando no su sometimiento a las reglas del crimen organizado.
Guerrero, Michoac¨¢n o Tijuana, por citar algunos ejemplos, son territorios sin ley, donde los criminales campan a sus anchas. Hay casos que ponen los pelos de punta. Seis polic¨ªas que viajaban en una camioneta fueron acribillados esta semana en tierra michoacana. El veh¨ªculo presentaba m¨¢s de 100 impactos de bala de grueso calibre. Ni rastro de los asesinos.
M¨¢s al sur, el Estado de Oaxaca vive desde el mes de junio una situaci¨®n de ingobernabilidad, con un conglomerado de organizaciones pol¨ªticas y sociales de izquierda, agrupadas en la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que se hizo con el control de la capital estatal.
Sectores radicalizados
Transcurrieron cinco meses hasta que el Gobierno mexicano decidi¨® enviar un numeroso contingente de la Polic¨ªa Federal para poner orden en Oaxaca. Lejos de proporcionar tranquilidad a la poblaci¨®n, las tropas enviadas por Vicente Fox corren el riesgo de eternizarse en una ciudad sitiada. Mientras tanto, el gobernador Ulises Ruiz, del alica¨ªdo Partido Revolucionario Institucional (PRI), se resiste a abandonar el poder, a pesar de tener en contra a un amplio sector de la poblaci¨®n.
Los ¨²ltimos acontecimientos presagian un agravamiento del conflicto, que amenaza con extenderse a otros Estados. El estallido de varias bombas en la Ciudad de M¨¦xico ha sido el primer aviso de que los sectores m¨¢s radicalizados est¨¢n dispuestos a empu?ar las armas. Las autoridades advierten de la presencia de grupos guerrilleros en Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Ante este escenario de inestabilidad, con focos de rebeli¨®n, y el 50% de los mexicanos que no superan el umbral de la pobreza, Felipe Calder¨®n llega a la presidencia con un adversario dispuesto a minarle el terreno. Su reciente propuesta de di¨¢logo a los l¨ªderes de los partidos que integran el Frente Amplio Progresista, de L¨®pez Obrador, ha recibido, de entrada, un sonoro rechazo. A 10 d¨ªas de su investidura, el presidente electo no ha encontrado ning¨²n interlocutor en las filas opositores. Tampoco parece haber logrado el respaldo un¨¢nime de su propio partido. Y el presidente saliente, Vicente Fox, est¨¢ m¨¢s preocupado desde hace tiempo en su futuro lejos de la residencia de Los Pinos. Por acci¨®n u omisi¨®n, quien est¨¢ llamado a gobernar dentro de 10 d¨ªas no ha conseguido el protagonismo que merece o, en todo caso, no se lo ha arrebatado a quien desde la calle est¨¢ dispuesto a entorpecer la acci¨®n del pr¨®ximo Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.