Escuadrones chechenos en Mosc¨²
'Comandos' de Kad¨ªrov, el gobernante de Chechenia, est¨¢n implicados en los asesinatos de la periodista Politk¨®vskaya y el militar Bais¨¢rov
Varios comandos sometidos a Ramz¨¢n Kad¨ªrov, el jefe de Gobierno de Chechenia, llegaron a Mosc¨² con la misi¨®n de liquidar a tres personas. Dos de ellas -la periodista Anna Politk¨®vskaya y el checheno Movladi Bais¨¢rov, el ex comandante del Servicio Federal de Seguridad (SFS) en la rep¨²blica cauc¨¢sica- han sido ya asesinadas. La tercera v¨ªctima anunciada, el ex alcalde de Grozni Bisl¨¢n Gantam¨ªrov, aire¨® estos planes de exterminio el 21 de octubre, tras la muerte de la periodista y antes de la del comandante, ocurrida el s¨¢bado en el centro de la capital.
La polic¨ªa rusa colabor¨® en la segunda muerte, a juzgar tanto por las informaciones oficiales como por las de N¨®vaya Gazeta, donde trabajaba Politk¨®vskaya. El 21 de octubre, Gantam¨ªrov revel¨® la conjura a los periodistas. Uno de los investigadores del asesinato de la periodista asist¨ªa a la conversaci¨®n y pidi¨® no divulgarla.
Bais¨¢rov profetiz¨®: "Me matar¨¢n polic¨ªas de Chechenia acusado de intentar huir"
Gantam¨ªrov reconoci¨® como sicarios a dos chechenos, detenidos unos d¨ªas antes con identificaciones policiales y un "equipo de asesino", dos pistolas con silenciador y un fusil autom¨¢tico, aunque sin licencia de armas. A pesar de todo esto, los detenidos fueron liberados, a instancias de funcionarios del SFS y el Ministerio del Interior. El s¨¢bado, la muerte de Bais¨¢rov fue presentada oficialmente como una emboscada policial conjunta ruso-chechena, en la que el comandante habr¨ªa opuesto "encarnizada resistencia". Testigos citados por N¨®vaya Gazeta se?alan, sin embargo, que oyeron un solo tiro y que el muerto, con camisa blanca, yac¨ªa con las piernas y los brazos abiertos. Gantam¨ªrov dijo que hab¨ªa sabido de la preparaci¨®n del asesinato de Politk¨®vskaya y que hab¨ªa intentado avisar a la periodista. Con todo, no pudo explicar claramente por qu¨¦ no se transmiti¨® a tiempo esta informaci¨®n, afirma el peri¨®dico. En una reciente entrevista, Bais¨¢rov profetiz¨®: "Me matar¨¢n los funcionarios de la polic¨ªa chechena y me acusar¨¢n de intentar huir". "As¨ª ha sido", sentenciaba N¨®vaya Gazeta.
El comandante muerto dirigi¨® el servicio de seguridad de Ajm¨¢t Kad¨ªrov, el presidente de Chechenia asesinado en 2003 y padre de Ramz¨¢n. Despu¨¦s, su destacamento fue integrado en el SFS (subordinado a Mosc¨²) y, en febrero pasado, disuelto y transferido al Ministerio del Interior de Chechenia. Esta reestructuraci¨®n no lleg¨® a realizarse por conflictos internos chechenos. Bais¨¢rov apoyaba al actual presidente de Chechenia, Al¨² Alj¨¢nov, cuyo puesto ambiciona Kad¨ªrov. El comandante busc¨® refugio en el SFS en Mosc¨². Kommersant afirmaba que esta instituci¨®n lo dej¨® a la merced de los comandos que hab¨ªan venido a por ¨¦l. El s¨¢bado, Bais¨¢rov era calificado como un pr¨®fugo de la justicia. Ayer, la versi¨®n era mucho m¨¢s nebulosa y la fiscal¨ªa ha abierto una investigaci¨®n criminal sobre la muerte del comandante, que advirti¨® de los abusos de Kad¨ªrov y hab¨ªa declarado su lealtad a Alj¨¢nov.
El presidente de Chechenia dio ayer el p¨¦same a los familiares del muerto. "No puedo decir concretamente qui¨¦n protagoniz¨® la operaci¨®n especial de su detenci¨®n en Mosc¨²", se?al¨® Alj¨¢nov, en una rueda de prensa en Grozni e insisti¨® en la existencia de una investigaci¨®n criminal sobre su muerte.
Kad¨ªrov ha podido librarse de un rival peligroso en la capital de Rusia con la cooperaci¨®n policial rusa. De ser ciertas las acusaciones contra ¨¦l, Kad¨ªrov no s¨®lo es un peligro para los habitantes de Chechenia, sino para todos los ciudadanos rusos que se le crucen con mal pie en su camino. Es tambi¨¦n un problema para el Kremlin, que parece haber fracasado en el intento de reconciliar los intereses entre Alj¨¢nov y Kad¨ªrov. Mosc¨² est¨¢ en una situaci¨®n delicada, pues todas sus opciones en Chechenia est¨¢n pre?adas de peligros, incluida la posibilidad de que Kad¨ªrov se insubordine y provoque una nueva oleada de violencia.
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