El Madrid da la espalda al f¨²tbol
A base de coraje, el equipo de Capello logra remontar el marcador ante un Lyon muy superior
De forma dislocada y a golpe de corneta, el Madrid logr¨® equilibrar su duelo con el Lyon, que expuso mucho m¨¢s que el equipo espa?ol. De nuevo, el Madrid no tuvo f¨²tbol ni nada que se le parezca. Tuvo la pegada justa, fue una calamidad delante de Casillas y en la zona media despach¨® el juego de mala manera, sin orden ni concierto. Tan s¨®lo tajo y m¨¢s tajo. Suficiente para maquillar el resultado ante los franceses, pero inquietante para el devenir del equipo, que cada vez se acerca m¨¢s al gusto de Capello y se aleja del f¨²tbol que le ha caracterizado a lo largo de su historia.
La temprana lesi¨®n de Guti retrat¨® a Capello y al senado madridista que encabeza Mijatovic. Guiados por la vocaci¨®n defensiva del entrenador italiano, la secretar¨ªa t¨¦cnica le regal¨® sin titubeos dos jugadores del mismo corte industrial: Emerson y Diarra, relevos, no se olvide, de Gravesen y Pablo Garc¨ªa. Un derroche que no se produjo para clonar a Guti. Pero el segundo capit¨¢n no es de esa clase de jugador que desvele a Capello, proclive ¨¦l al f¨²tbol sin pausa, al juego alborotado y de perfil culturista. Un gui¨®n con el que Capello se ha hecho un jerarca de los banquillos, pero en el paisaje espa?ol no le funciona. En un pa¨ªs que acostumbra a mimar la pelota, Capello propone un juego tremendista, volc¨¢nico.
REAL MADRID 2 - OLYMPIQUE LYON 2
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Helguera, Cannavaro, Roberto Carlos; Diarra, Emerson (Cassano, m. 74); Ra¨²l, Guti (Reyes, m. 20), Robinho; y Van Nistelrooy. No utilizados: Diego L¨®pez; Ra¨²l Bravo, Mej¨ªa, Pav¨®n, Javi Garc¨ªa y Salgado.
Olympique Lyon: Coupet; R¨¦velli¨¨re, Cris, Squillaci, Abidal; Clerc, Tiago, Toulalan (Diarra, m. 90), Malouda; Juninho; y Carew. No utilizados: Vercoutre; Ben Arfa, Bettiol, Berthod, K?llstr?m y M¨¹ller.
Goles: 0-1. M. 11. Carew aprovecha un error defensivo de Cannavaro y marca con la puntera. 0-2. M. 31. Falta que bota Juninho y Malouda remata con la espuela en el ¨¢rea peque?a. 1-2. M. 39. Saque de esquina de Reyes, Van Nistelrooy la peina al primer palo y Diarra cabecea a la red. 2-2. M. 83. Ra¨²l cabecea en plancha al palo izquierdo y Van Nistelrooy remacha a puerta vac¨ªa.
?rbitro: Terje Hauge (Noruega). Amonest¨® a Toulalan, R¨¦velli¨¨re, Juninho, Roberto Carlos, Cannavaro, Ra¨²l, Malouda y Sergio Ramos.
Unos 65.000 espectadores en el estadio Santiago Bernab¨¦u.
Con Guti al frente, le guste o no al m¨ªster, el Madrid tiene otro plan; sin ¨¦l, al equipo se le apaga la luz. El eclipse es total, porque nadie se ocup¨® en verano de escoltar a Guti. Sin su angular, el Madrid se queda al desnudo, m¨¢s all¨¢ del ¨ªmpetu de la muchachada, bien sobrecargada de adrenalina desde el banquillo. Ante la ausencia de un gu¨ªa, de nada le sirvieron al Madrid sus dos h¨¢biles extremos -Robinho y Reyes-, faltos de suministro; ni la piller¨ªa de Ra¨²l, alejado a¨²n m¨¢s del ¨¢rea para no hacer de Guti ni de Ra¨²l.
Nublado en ataque, de Capello siempre cabe esperar que sus equipos presuman en la trinchera. No es el caso de este Madrid, al que azotan en cada asalto. Ya sea el Racing o un suplente del Lyon, tipo Carew, al que Cannavaro entroniz¨®. Lesionado Fred, al equipo de Houllier no le qued¨® m¨¢s remedio que tirar del ex valencianista, un futbolista de largo techo y piernas de velocista que ha hecho una err¨¢tica carrera por Espa?a, Italia, Turqu¨ªa y Francia. Enfrentado al supuesto Bal¨®n de Oro -galard¨®n negado en su d¨ªa a defensas como Baresi y Maldini, por ejemplo-, Carew se encontr¨® con una inesperada noche de gloria. De principio a fin le hizo tal nudo a Cannavaro, que el noruego se atrevi¨® con todos los defensas madridistas. M¨¢s destapado que en Italia, donde se defiende en pelot¨®n, en el Madrid el capit¨¢n azzurro resulta sospechoso. Mide mal, pega mucho y genera m¨¢s incendios de los que sofoca. Capello le tiene tanta fe como se tiene a s¨ª mismo, pero quien de verdad le da cobertura es Helguera, desterrado al inicio por el t¨¦cnico. Hoy por hoy, Cannavaro es una secuela de tantos y tantos centrales que en las ¨²ltimas d¨¦cadas se derritieron en Chamart¨ªn.
Frente al Lyon, un equipo armonioso y muy bien trenzado en todas sus l¨ªneas, el Madrid no tuvo otro discurso que remangarse. Insuficiente para frenar a Carew, que bail¨® a Cannavaro en el primer gol, o para defender una falta lateral lanzada por Juninho. El exquisito jugador brasile?o pein¨® la pelota al ¨¢rea peque?a, donde Malouda, con el permiso de los madridistas, anot¨® el segundo tanto franc¨¦s. Un himalaya para el Madrid, que como no est¨¢ armado para sanear el juego, no tuvo otro remedio que sudar y sudar a la espera de un golpe de fortuna. Primero lo encontr¨® Diarra, con un cabezazo por las bravas; luego Van Nistelrooy, oportuno tras un arre¨®n de Ra¨²l, que no se rindi¨® jam¨¢s, pese a que Capello le complicara la vida desde la lesi¨®n de Guti. Incluso, el delantero holand¨¦s tuvo la oportunidad de encumbrar a su equipo, pero fall¨® su tercer penalti de la temporada. De forma incre¨ªble, el Madrid, sin otra se?a de identidad que el amor propio y la fuerza de voluntad, se vio al borde de la victoria en un partido en el que siempre fue a rebufo de un rival superior al que finalmente no pudo arrebatar el primer puesto. Un deleite para Capello, cuya partitura principal pasa por la capacidad de sus chicos para manejarse en los fogones. As¨ª remont¨® el Madrid, con los dientes bien apretados; pero de espaldas al juego. Y talento no le falta. Es cuesti¨®n del guionista.
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