Villar
La fiscalizaci¨®n de la financiaci¨®n p¨²blica de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (FEF) correspondiente a 2002 y 2003 revela la existencia de irregularidades contables que comprenden certificaciones ficticias, facturas dudosas y ausencia de justificantes, seg¨²n el informe presentado ante el Congreso por el presidente del Tribunal de Cuentas.
Desde hace a?os, cada vez que la Federaci¨®n aparece en los papeles es por asuntos turbios. Si ahora ha llegado al Parlamento es porque una parte de su financiaci¨®n -23 millones de euros en esos dos a?os- proviene de fondos p¨²blicos. Pero sus cuentas tambi¨¦n han pasado por los tribunales, con su presidente, ?ngel Mar¨ªa Villar, como imputado. M¨¢s que a partidos y goles, la FEF se asocia a partidas de dinero poco claras y a oscuros tr¨¢ficos de votos por indultos.
Hay equipos que se han ido de cabeza a Segunda coincidiendo con problemas de su presidente con la justicia. O simplemente, con la gesti¨®n de directivos liosos, de esos que mezclan sus intereses privados con los del club. Que algo as¨ª pueda estar pasando con la selecci¨®n que representa a Espa?a es algo m¨¢s que una sospecha. Y tiene repercusiones m¨¢s all¨¢ de lo deportivo.
Basta comparar la imagen que ha proyectado la selecci¨®n de baloncesto con la que transmite el t¨¢ndem Villar-Luis Aragon¨¦s para entender el creciente desapego popular hacia el combinado nacional. Villar lleva 18 a?os en la presidencia de la FEF y, con el tiempo, su estilo oscurantista se ha hecho costumbre. Es hora de que se vaya, como tendr¨ªa que hacer cualquier persona elegida para un cargo representativo ante informes tan demoledores como el que fue presentado hace dos d¨ªas en el Parlamento.
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