El Campeonato de palabras entre el cristianismo y el islam
La entrada del Papa en el ¨²ltimo partido del choque de civilizaciones -el Campeonato de palabras entre el cristianismo y el islam- fue seguida con avidez en todos los rincones del mundo excepto uno: las salas de juntas de las finanzas occidentales.
Desde el 11-S, los bancos y las instituciones financieras cortejan a los eruditos isl¨¢micos, pag¨¢ndoles generosos salarios de m¨¢s de un mill¨®n de euros por emitir fatwas
o legitimar sus productos adaptados a la sharia
. Estos esfuerzos est¨¢n dando sus frutos. En junio de 2006, Lloyds TSD (Reino Unido) anunci¨® que ofrecer¨ªa servicios financieros isl¨¢micos en todas sus sucursales en el pa¨ªs. "A partir de hoy, los dos millones de musulmanes brit¨¢nicos tendr¨¢n acceso a cuentas corrientes e hipotecas que cumplen con la ley isl¨¢mica (la sharia), en las 2.000 sucursales bancarias", declaraba el banco. Deutsche Bank tambi¨¦n ha abierto una "ventana isl¨¢mica", un fondo de dinero espec¨ªfico para sus actividades isl¨¢micas, con sede en Londres pero, de acuerdo con The Financial Times, "estrictamente separado del resto del banco". En junio de 2006, Deutsche Bank anunci¨® que actuaba como director de emisi¨®n conjunto de 400 millones de euros de activos sukuk (bonos que cumplen con la sharia) para el Banco de Desarrollo Isl¨¢mico (BDI), con sede en Yed¨¢, Arabia Saud¨ª. En septiembre de 2006, deb¨ªa empezar a funcionar en la ciudad de Birmingham el Islamic Bank of Britain, primer banco isl¨¢mico de Reino Unido.
Aunque debatida durante d¨¦cadas, la banca isl¨¢mica naci¨® tras la primera crisis del petr¨®leo. En 1974, unos cuantos personajes visionarios como Mohammad al Faisal (hijo del fallecido rey Faisal de Arabia Saud¨ª), Saleh Kamel de Arabia Saud¨ª, Ahmed al Yasin de Kuwait y Sami Hamud de Jordania, canalizaron parte de la riqueza producida por la primera crisis petrol¨ªfera hacia la formaci¨®n de una nueva camada de bancos isl¨¢micos. Especialistas en sharia y cl¨¦rigos dibujaron la estructura monetaria de los nuevos bancos. Por consiguiente, el n¨²cleo de la econom¨ªa de la sharia lo constituye una excepcional empresa conjunta entre musulmanes ricos y especialistas en sharia. La inusual asociaci¨®n entre los poderosos econ¨®micamente y los l¨ªderes religiosos es un fen¨®meno exclusivo de la econom¨ªa moderna. Una empresa conjunta id¨¦ntica se est¨¢ forjando hoy entre bancos occidentales y especialistas en sharia.
Por lo tanto, la asociaci¨®n es la ra¨ªz de las finanzas isl¨¢micas. Nace del concepto de umma, el conjunto de creyentes, fundamental en el esp¨ªritu del islam.
La umma se considera una sola entidad; prolifera, piensa y ora con una sola voz, es el alma interior del islam. La asociaci¨®n es tambi¨¦n el latido del coraz¨®n de la econom¨ªa isl¨¢mica. La filosof¨ªa subyacente es arri¨¦sgate a compartir. El prestamista debe compartir el riesgo del prestatario (convirtiendo a ambos en socios de hecho). Ese punto de vista la separa definitivamente de las finanzas occidentales, que intentan maximizar los beneficios y minimizar las p¨¦rdidas mediante la diversificaci¨®n y la transferencia de riesgos. Adem¨¢s, hay que poner el dinero a trabajar.
Dado que las finanzas isl¨¢micas proh¨ªben el inter¨¦s, o riba, buscan ingresos derivados de arrendamientos, derechos, beneficios empresariales y corrientes de mercanc¨ªas (una hipoteca, por ejemplo, es un arrendamiento para comprar acomodo). As¨ª, la econom¨ªa conceptualmente isl¨¢mica es la opuesta a las finanzas occidentales, centradas en el individuo y cuyo acicate es la constante b¨²squeda de riqueza personal.
Dos grandes crisis mundiales han fomentado las finanzas isl¨¢micas: el hundimiento del mercado asi¨¢tico en 1997 y el 11-S. El primero provoc¨® un atrincheramiento y el segundo un cierre respecto a la econom¨ªa al estilo occidental.
Malaisia, un pa¨ªs musulm¨¢n comprometido, abri¨® el camino a estos cambios dr¨¢sticos. En 1997, en plena crisis asi¨¢tica, el entonces primer ministro malaisio, Mohamad Mahazir, rechaz¨® la intervenci¨®n del FMI y atac¨® p¨²blicamente a los especuladores monetarios extranjeros, acus¨¢ndolos de arruinar a un pa¨ªs musulm¨¢n pr¨®spero y de r¨¢pido crecimiento. Jug¨® una baza inesperada: garar, la prohibici¨®n isl¨¢mica de la especulaci¨®n. Transmiti¨® al mundo isl¨¢mico la imagen de que Malaisia era v¨ªctima de los avariciosos comerciantes occidentales. Todav¨ªa m¨¢s impactante fue la justificaci¨®n de su comportamiento. "Llamar al FMI habr¨ªa sido un desastre para la umma de Malaisia", declaraba en 2000 durante un discurso pronunciado al aceptar un premio de la empresa financiera isl¨¢mica LARIBA, en Estados Unidos.
Al poner los intereses de la comunidad musulmana, el bienestar de la umma, por encima de los principios de la econom¨ªa de mercado, Mahazir record¨® a los inversores musulmanes que la fuerza de la econom¨ªa isl¨¢mica reside en la asociaci¨®n. Por lo tanto, el dinero del Golfo sigui¨® fluyendo mientras la crisis en Malaisia alcanzaba su cenit, y en r¨¢pida sucesi¨®n llegaron los controles de capitales, la retirada de la moneda malaisia de los mercados internacionales porque ya no era convertible, el despido del gobernador del Banco Central, el despido y posterior encarcelamiento del entonces ministro de Econom¨ªa y primer ministro adjunto Anuar Ibrahim.
La decisi¨®n malaisia de dar la espalda a las finanzas occidentales era irreversible. A partir de 1997, los esfuerzos econ¨®micos del pa¨ªs se centraron en construir un sistema financiero alternativo, basado en la sharia.
Para cuando Al Qaeda ech¨® abajo las Torres Gemelas, Malaisia hab¨ªa desarrollado un sistema bancario isl¨¢mico bastante avanzado. El atentado provoc¨® una prisa de los inversores musulmanes por islamizar su cartera. Temiendo que la Ley Patri¨®tica introdujera controles m¨¢s duros, restricciones de visados y la posible congelaci¨®n de activos, debido a las nuevas pol¨ªticas financieras contraterroristas de Estados Unidos, los inversores musulmanes se trasladaron a pa¨ªses que ofrec¨ªan finanzas isl¨¢micas, y Malaisia estaba preparada para recibirlos. Desde entonces, el mercado financiero malaisio ha experimentado un auge. De acuerdo con Moody's, en 2004 se hab¨ªan emitido 33.000 millones de euros en todo el mundo, y de ese total, 24.800 millones de euros, el 75%, se hab¨ªan emitido en Malaisia, y s¨®lo 8.200 millones en el Golfo.
Mientras la atenci¨®n del mundo se centra completamente en el campeonato de palabras entre Oriente y Occidente, la plana mayor de las finanzas mundiales est¨¢ forjando alianzas rentables.
Las finanzas isl¨¢micas constituyen hoy el sector m¨¢s din¨¢mico y m¨¢s r¨¢pido de las finanzas mundiales; todo producto financiero occidental puede convertirse en instrumento amoldado a la sharia: microfinanzas, hipotecas, exploraci¨®n petrol¨ªfera y de gas, construcci¨®n de puentes, hasta patrocinio de acontecimientos deportivos.
Las finanzas isl¨¢micas son innovadoras, flexibles y extremadamente rentables en potencia. Operan en setenta pa¨ªses con unos activos entre 400.000 y 600.000 millones de euros, y est¨¢n listas para expandirse geom¨¦tricamente. Con m¨¢s de mil millones de musulmanes ansiosos por formar parte de ellas, los analistas prev¨¦n que en 2008 suponga aproximadamente el 4% de la econom¨ªa mundial.
Al contrario de lo que muchos creen, los bancos occidentales son la fuerza motriz de ese crecimiento. Los tres grupos bancarios con m¨¢s activos en 2005 en las finanzas isl¨¢micas fueron el suizo UBS (1.300 millones de euros); el estadounidense Citigroup (1.200 millones de euros); y el japon¨¦s Mizuho Financial Group (1.000 millones de euros). Bank of America, que ocupa el d¨¦cimo lugar entre los principales grupos bancarios, dispone de activos por valor de 900 millones de euros, un 400% m¨¢s que los activos de todas las instituciones isl¨¢micas.
Los seguidores de los partidos del choque de civilizaciones tal vez no sepan que los bancos con los que hacen negocios est¨¢n adaptando sus finanzas a la ley isl¨¢mica.
Quiz¨¢ deber¨ªan reflexionar sobre la lecci¨®n que ense?an las finanzas internacionales: cuando se trata de dinero, todos somos iguales.
Loretta Napoleoni es economista italiana, autora de Insurgent Iraq: Al-Zarqawi and the New Generation, y de Yihad: c¨®mo se financia el terrorismo en la nueva econom¨ªa (Urano). Traducci¨®n de News Clips.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.