Un monovolumen con siete plazas de verdad
El nuevo Galaxy representa la evoluci¨®n de los monovol¨²menes grandes, un tanto eclipsados por el ¨¦xito de los modelos de tama?o medio, como los Sc¨¦nic y Picasso, que tienen ya versiones largas de siete plazas y son m¨¢s asequibles y manejables. El modelo de Ford busca recuperar el intyer¨¦s por estos familiares solventando sus principales carencias, desde el escaso atractivo de la l¨ªnea hasta el dinamismo en carretera o la capacidad de carga cuando se viaja con siete pasajeros. Para lograrlo ha desdoblado la oferta en dos modelos, el S-Max, un monovolumen deportivo con carrocer¨ªa m¨¢s baja y estilizada que acaba de recibir el t¨ªtulo de Coche del A?o en Europa, y la segunda generaci¨®n del Galaxy, que llega ahora y pone al d¨ªa el concepto cl¨¢sico.
L¨ªnea convencional con car¨¢cter
La segunda generaci¨®n del Galaxy mantiene las formas cuadradas que definen a los monovol¨²menes grandes, pero adopta algunos detalles del dise?o Kin¨¦tic de Ford que aumentan su expresividad y aportan un aire m¨¢s deportivo. Este refuerzo del car¨¢cter se aprecia en el dise?o de los faros, los pilotos y los retrovisores, en los nervios del cap¨®, en los parachoques y en los resaltes de las aletas. Y junto a un parabrisas muy tendido, aportan tambi¨¦n una aerodin¨¢mica afinada para un monovolumen (CX: 0,33). Lo mejor de este dise?o es, sin embargo, que permite modernizar la imagen poco sugerente de la mayor¨ªa de estos modelos, que, salvo contadas excepciones, como el Mitsubishi Grandis y el propio Ford S-Max, tienen unas carrocer¨ªas cuadradas y pesadas.
El nuevo Ford mide 4,82 metros de largo, 18 cent¨ªmetros m¨¢s que el anterior, y es tambi¨¦n seis m¨¢s ancho y 1,4 m¨¢s bajo. El aumento de tama?o busca ampliar el espacio y, sobre todo, la longitud disponible en las plazas y el maletero. La menor altura rebaja el centro de gravedad y mejora la estabilidad y precisi¨®n en carretera, uno de los puntos d¨¦biles de estos coches, que acusan mucho las inercias y balancean en exceso.
Amplitud y flexibilidad interior
Con esta base de partida y un buen trabajo para aprovechar al m¨¢ximo el espacio, el nuevo Galaxy ofrece la habitabilidad de los modelos m¨¢s grandes, que rondan los cinco metros, en un formato algo m¨¢s manejable para circular y aparcar mejor en ciudad.
En el aspecto pr¨¢ctico, el Galaxy mejora otras dos carencias de los monovol¨²menes grandes: la capacidad del maletero y el espacio de la ¨²ltima fila de asientos. As¨ª, aparte de incluir siete butacas individuales con todo tipo de regulaciones y suficiente altura y espacio para las piernas (ver p¨¢gina 23), las dos ¨²ltimas plazas est¨¢n bien resueltas y permiten alojar adultos incluso en trayectos largos. Con todos los asientos ocupados, la capacidad del maletero (308 litros) es un tercio mayor que la del modelo anterior y, aunque sigue siendo justa, permite cargar m¨¢s equipaje. Por lo dem¨¢s, est¨¢ bien acabado y presenta un interior cuidado y vistoso, con pl¨¢sticos aparentes, adornos de madera y detalles metalizados que realzan el ambiente.
A las virtudes familiares del nuevo Ford se a?ade un chasis r¨ªgido, unas suspensiones bien resueltas que reducen el balanceo y unos mandos de tacto agradable y refinado. Ofrece un comportamiento ¨¢gil, c¨®modo y seguro para viajar, y una calidad de conducci¨®n que no desmerece frente a los turismos convencionales.
Versi¨®n ¨²nica turbodi¨¦sel
El Galaxy se vende en versi¨®n ¨²nica, con motor 2.0 TDCi turbodi¨¦sel de 140 CV, cambio de seis marchas y acabado Ghia. Cuesta 33.765 euros, 4.000 m¨¢s que el S-Max, y aunque ¨¦ste no incluye la tercera fila de asientos, que es opcional (750 euros), la diferencia resulta excesiva. El equipo de serie es correcto: siete airbags (uno de rodillas para el conductor), ABS, climatizador, cuatro elevalunas el¨¦ctricos y otros detalles. Pero el ESP se paga aparte. Ford lo regala como oferta de lanzamiento en un paquete gratuito junto con un techo solar panor¨¢mico con cinco cofres integrados, llantas de 17 pulgadas, neum¨¢ticos antipinchazos, sensor de presi¨®n de ruedas, cargador de seis CD, control por voz V2C y freno de mano el¨¦ctrico.
Conclusi¨®n
El Galaxy es un monovolumen apropiado para quienes necesitan disponer de siete buenas plazas aptas para adultos y buscan un comportamiento ¨¢gil y estable, junto con una buena calidad de conducci¨®n. Ofrece un motor brillante que gasta poco e incluye un buen equipo de serie, pero tiene unos precios m¨¢s altos de lo deseable.
C?MODO EN TODAS LAS PLAZAS
El dise?o del Galaxy es moderno, con un salpicadero correcto, una consola central metalizada que integra la palanca de cambios y listones de madera. Tiene unos asientos delanteros c¨®modos con apoyabrazos abatibles y cajones debajo de la banqueta. Pero lo mejor es el espacio interior y la longitud disponible en las siete plazas, que permiten viajar con confort a siete pasajeros grandes, incluso atr¨¢s. La segunda fila incluye tres asientos individuales con suficiente anchura que se regulan en longitud e inclinaci¨®n de uno en uno. Tienen bolsas en las puertas y dos cofres ocultos en la zona de los pies, y, al igual que los de la tercera fila, se pliegan y ocultan en el piso, pero no se sacan. La tercera fila est¨¢ formada tambi¨¦n por dos butacas individuales m¨¢s grandes de lo habitual en estos coches y aptas para adultos: las banquetas son altas, permiten llevar las piernas en una postura natural y tienen altura para no tocar en el techo. Adem¨¢s presentan un acceso bien resuelto. El maletero es enorme con cinco pasajeros (830 litros) y muy justo, aunque m¨¢s grande que el de otros rivales, si viajan siete (308 litros). Las formas cuadradas y pesadas de la zaga buscan ofrecer el m¨¢ximo espacio interior atr¨¢s y s¨®lo el dise?o elaborado de la luneta y los pilotos aligeran la imagen.
M?S CARO QUE LOS COREANOS
El Galaxy es uno de los mejores monovol¨²-menes de siete plazas, pero sale m¨¢s caro que los modelos coreanos. Incluye de serie siete airbags, climatizador y radio-CD, y Ford regala como promoci¨®n un paquete valorado en 1.600 euros, con ESP, techo panor¨¢mico, llantas de 17 pulgadas con neum¨¢ticos antipinchazos y sensor de presi¨®n, ¨®rdenes orales V2C y m¨¢s detalles que sit¨²an su equipo muy por encima de sus rivales. La mejor alternativa es el S-Max, m¨¢s ¨¢gil y deportivo. Cuesta 4.000 euros menos, pero hay que sumarle la tercera fila de asientos (750 euros). El Grandis y el Carnival cuestan 3.200 euros menos con ESP. El primero es menos amplio y m¨¢s ruidoso, y el Kia incluye sensores de lluvia, luces y aparcamiento, pero los dos ofrecen un comportamiento menos ¨¢gil y refinado. Por ¨²ltimo, el Espace cuesta 3.200 euros m¨¢s con seis plazas y tarjeta de apertura.
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