La batalla por extender la ESO

"Las poblaciones de interior se sienten discriminadas, porque la consejer¨ªa a la hora de enviar profesores no valora el tipo de alumnado y de centro, sino s¨®lo la cantidad de ni?o por profesor", explica un estudio de la confederaci¨®n Gonzalo Anaya, que a?ade que "si no se alcanza la cifra est¨¢ndar establecida para crear un grupo, se juntan en el mismo aula ni?os de 1?, 2?, 3? y 4? de primaria".

Adem¨¢s de la dificultad que supone para los profesores que "tienen que atender adem¨¢s a la gran diversidad de alumnado inmigrante que no conoce el idioma o tiene problemas de adaptaci¨®n". La llegada masiva, sobre todo de rumanos y ni?os procedentes de pa¨ªses del Este o marroqu¨ªes, debido a que sus padres emigran a las comarcas rurales en busca de trabajo en el campo, ha revitalizado estos pueblos, pero tambi¨¦n ha aumentado la ratio en los CRA.

Con todo, el problema m¨¢s acuciante no resuelto es el de la supresi¨®n del primer ciclo de ESO de los CRA. Esto supone que ni?os de 12 a?os empiezan a hacer kil¨®metros para ir a estudiar a las 7 de la ma?ana, en medio de una peculiar orograf¨ªa, muy monta?osa, y en la mayor¨ªa de casos sin comedor escolar, mientras se autoriza a la privada.

El caso m¨¢s emblem¨¢tico se dio en Sinarcas, donde se suprimi¨® el primer ciclo de ESO y los chicos tienen que desplazarse 20 kil¨®metros hasta Utiel. "Los ni?os se levantan muy temprano, y llegan a casa rendidos a las 3 de la tarde", con lo que "se ha comprobado que el rendimiento de los alumnos desplazados ha bajado considerablemente". Sin embargo, al mismo tiempo que se suprimi¨® la ESO p¨²blica, se autorizaba en un centro privado de la Iglesia. Un asunto irresuelto que est¨¢ en los tribunales.