El 'apag¨®n' de David Cal
El gallego, oro ol¨ªmpico, se reserva para Pek¨ªn 2008, donde quiere ser "el mejor de la historia"
"Yo a David lo comparo con un Ferrari de 500 caballos. Lo dif¨ªcil no es correr, sino no salirse en las curvas. En esta fase de la temporada, de ritmo bajo, es como tener al Ferrari en primera y en un atasco. Pero ya llegar¨¢ el momento de correr". Son las nueve y media de la ma?ana. Jes¨²s Morl¨¢n, director t¨¦cnico del equipo nacional de pirag¨¹ismo y entrenador de David Cal, espera a que regrese de trotar 20 minutos el doble medallista (oro en C-1 1.000 y plata en C-1 500) en los Juegos de Atenas. En el galp¨®n, as¨ª llaman al lugar de entrenamiento en el Centro Galego de Tecnificaci¨®n Deportiva de Pontevedra, ya es hora punta.
David Cal parece varado despu¨¦s de convertirse en el mejor deportista espa?ol de la historia de los Juegos. "Con una medalla m¨¢s en Pek¨ªn ser¨¢ el mejor deportista de todos los tiempos y ¨¦se es su objetivo", aclara Morl¨¢n, el hombre que lleva frenado a este Ferrari. Se trata de un apag¨®n t¨¢ctico. "En el campeonato de Europa de 2005, despu¨¦s de los Juegos, David qued¨® cuarto y quinto. A m¨ª me sorprendieron ciertos titulares, como si de alguna manera criticasen su actuaci¨®n. Un mes y medio despu¨¦s, qued¨® subcampe¨®n en el Mundial de Zagreb. Al Mundial de Hungr¨ªa de este a?o lleg¨® en un gran momento pero hab¨ªa un viento de locos. La lectura es sencilla. Si no hay viento, David es candidato a medalla. Si es favorable a zurdos como ¨¦l, al oro. Y si el viento es bueno para diestros, a no llevar nada. En las condiciones climatol¨®gicas no podemos influir". Lo intentar¨¢n con una nueva canoa que est¨¢n dise?ando en Portugal, "pero estamos muy limitados en las mejoras", reconoce Morl¨¢n. La de David Cal, de la casa Nelo, es un poco m¨¢s ancha en la parte de arriba para que pueda ir m¨¢s c¨®modo "y no se cargue de hombros".
"Es como un Ferrari; lo dif¨ªcil no es correr, sino no salirse en las curvas", dice su entrenador
A los 20 minutos llega el campe¨®n ol¨ªmpico, acompa?ado por Jos¨¦ Luis Bouza (subcampe¨®n europeo sub 23 C-1 1.000) y Ana Varela (bronce mundial K-4 200 en 2005). Se ha dejado media melena y parece algo m¨¢s gordo que en aquellas im¨¢genes de complicidad con la Reina en Atenas. "Siempre comienza la temporada con algo m¨¢s de peso. Ahora le digo que es como Ronaldo: bueno, pero gordito. En competici¨®n es como Ronaldinho. Bueno, pero delgadito. Con ¨¦l no te tienes que preocupar. Clava los 84 kilos en competici¨®n".
Los pirag¨¹istas hacen ejercicios de estiramiento mientras habla Morl¨¢n. Cal est¨¢ a lo suyo. Resuelve con una mirada la pregunta sobre su obsesi¨®n ol¨ªmpica. Morl¨¢n suelta una carcajada: "Te est¨¢ diciendo que lo dejes entrenar en paz". Ni siquiera a su entrenador le confes¨® de qu¨¦ habl¨® con Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, presidente del Gobierno, la noche que ¨¦ste lo invit¨® a cenar en La Moncloa. Y eso que ¨¦l es el culpable de sus ¨¦xitos.
Morl¨¢n lo entrena desde los 15 a?os. Conoci¨® a Cal a los 12 en una concentraci¨®n en Asturias y en un primer momento no encontr¨® pistas que le permitiesen prever que ese chaval bajito, regordete e introvertido acabar¨ªa midiendo 1,85 metros, pesando 84 kilos en competici¨®n y "desarrollando unos niveles de fuerza tan bestias". Pero el momento decisivo ocurri¨® una noche de marzo de 2002. David Cal hab¨ªa acudido de palista suplente a los Juegos de Sydney. Al a?o siguiente lo obligaron a entrenar con el equipo nacional en Sevilla. No se entend¨ªa con el grupo, se "pic¨® de forma terrible" y se march¨® para su casa en Cangas (Pontevedra). El entrenador y el presidente de la federaci¨®n espa?ola, Santiago Sanmamed, se reunieron con el padre para convencerlo de que volviese. Lo hizo pero con condiciones: ten¨ªa que entrenarse con Morl¨¢n y en Pontevedra. "El presidente hizo una excepci¨®n al sistema y la jugada le sali¨® redonda", reflexiona Morl¨¢n. Un mes y medio despu¨¦s ya le ganaba otra vez a todos los del equipo. Dos a?os despu¨¦s sucedi¨® lo de Atenas.
Tras los ¨²ltimos Juegos, todo el equipo nacional se entrena en Pontevedra. El 80% del equipo es gallego y esta comunidad ha aportado cinco preseas en pirag¨¹ismo a un medallero que tambi¨¦n se utiliza para leer la temperatura del bienestar. "Santiago Sanmamed apost¨® hace d¨¦cadas por crear clubes peque?os en cada poblaci¨®n que tuviese puerto de mar o un r¨ªo cerca. Si promueves el deporte, acaba dando resultados", afirma Luis Gregorio Ramos Mision¨¦, plata en Montreal 76 y bronce en Mosc¨² 80.
"Y ahora al agua", ordena Morl¨¢n tras los estiramientos. "Hoy es un d¨ªa suave. S¨®lo tienen que hacer hora y diez minutos de agua". David Cal y Jos¨¦ Luis Bouza cargan al hombro la canoa hasta el embarcadero en el r¨ªo L¨¦rez. Ana Varela, el kayak.
Mientras Morl¨¢n enciende la barca, los tres pirag¨¹istas remontan el r¨ªo. Llevan GPS y puls¨®metro; "Es imposible que se escaqueen. Adem¨¢s, David nunca regatea un metro en un entrenamiento. Curiosamente el campe¨®n ol¨ªmpico tambi¨¦n es el que m¨¢s entrena".
Los tres figuras decrecen r¨ªo arriba en un tris. Y Morl¨¢n afirma que es un ritmo suave. Cuando los alcanza con la motora se acerca con precisi¨®n. Si se aproxima demasiado los tirar¨ªa con la estela. "35, 33 y 53", les canta la frecuencia de paladas, "y 25 minutos de agua". Bouza lleva la sonrisa cosida a la cara. Bromea con David, aunque ¨¦ste sigue a lo suyo, con la mirada perdida en un punto fijo: Pek¨ªn. Acaba de cumplir 24 a?os y su entrenador augura que, "si se cuida f¨ªsica y mentalmente", y lo hace porque "s¨®lo mueve los m¨²sculos para entrenar", podr¨ªa llegar a los Juegos de 2016. Estamos ante un recolector de medallas ol¨ªmpicas. Los metales europeos y los mundiales casi no le importan. "El objetivo es estar entre los seis primeros en el campeonato del mundo que se celebrar¨¢ en Duisburgo (Alemania) del 9 al 12 de agosto, que son los puestos que te clasifican para Pek¨ªn. Si ganas medalla, mejor, pero con estar entre los seis primeros me conformo porque en 2008 s¨®lo piensas en los Juegos". Tambi¨¦n participar¨¢ en el Europeo de Pontevedra, en su casa, aunque esto no condicionar¨¢ su preparaci¨®n.
David Cal se puede permitir su obsesi¨®n ol¨ªmpica gracias al patrocinio de R¨ªas Baixas. Gana algo m¨¢s de 300.000 euros al a?o, cantidad irrisoria si se compara su soldada con la de un futbolista de Primera. El esfuerzo tampoco aguanta la comparaci¨®n: el a?o pasado se pas¨® 700 horas sobre la canoa y recorri¨® 4.000 kil¨®metros. Esta semana le toca hacer 105.
Las aguas del L¨¦rez bajan limpias. "Incluso han vuelto las lampreas", se maravilla Morl¨¢n. En uno de los puentes que lo cruzan, un grupo de colegiales se arraciman en la barandilla para jalear a Cal. Son el ma?ana del pirag¨¹ismo. Bouza bromea y le llama "figura". David contin¨²a absorto. A los 70 minutos sale del agua. A¨²n tiene que hacer abdominales y barra. "Sin trabajo no hay casualidades y David es ¨²nico entrenando", sentencia Morl¨¢n. David Cal casi ha terminado. Al final, habla. Comenta, sonriente, que el d¨ªa anterior se le cay¨® el tubo de escape del coche y lo coloc¨® el mismo. Y se cuelga de la barra. Silencio otra vez. Trabajo.
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