Hacia el choque
Tras la negativa ayer de Ankara de abrir sus puertos a los buques chipriotas, la Uni¨®n Europea y Turqu¨ªa avanzan r¨¢pidamente hacia lo que Bruselas quer¨ªa evitar y llama, no un choque de civilizaciones, sino con menos solemnidad y mayor sentido metaf¨®rico, un choque de trenes. El anuncio del fracaso no puede llegar en peor momento, en la v¨ªspera de que el papa Benedicto XVI inicie un viaje a Turqu¨ªa que es rechazado por una gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n musulmana. Aunque el Vaticano no tenga nada que ver con lo ocurrido, en su d¨ªa el hoy papa Ratzinger se opuso al ingreso de Turqu¨ªa en la UE, aunque luego rectific¨®.
La causa de las desavenencias es, una vez m¨¢s, Chipre, la isla que fuerzas turcas invadieron en 1974 y cuya parte ocupada declararon independiente. La parte griega de Chipre, no reconocida por Turqu¨ªa, ingres¨® en la UE junto con los otros nueve nuevos miembros en mayo de 2004, dejando en suspenso la resoluci¨®n de este conflicto. Fue un error, pues en refer¨¦ndum unos d¨ªas antes, ya con el ingreso en la Uni¨®n en la mano, fueron los grecochipriotas los que rechazaron la soluci¨®n negociada por la ONU, mientras los turcochipriotas la aceptaban. Entonces, como compensaci¨®n, los Quince se comprometieron a poner fin al aislamiento de la parte turcochipriota. Desde entonces se busca una soluci¨®n equilibrada. Pero no resulta admisible que Turqu¨ªa aspire a ingresar en la UE siendo el ¨²nico pa¨ªs que no reconoce y discrimina en su uni¨®n aduanera a un Estado miembro.
Bien es verdad que a Turqu¨ªa se le est¨¢n pidiendo esfuerzos a sabiendas que de momento no hay posibilidad alguna de que ingrese en la UE, dadas las opiniones p¨²blicas en Francia, Alemania o Austria, y cuando el pa¨ªs est¨¢ en tiempos preelectorales. Los esfuerzos de la actual presidencia finlandesa de la UE han sido sinceros. Pero el Gobierno turco no ha aflojado, y ayer los finlandeses tiraron la toalla. A¨²n hay un peque?o margen hasta el Consejo Europeo del 14 de diciembre, pero ser¨¢ dif¨ªcil que Ankara lo aproveche. La consecuencia es que las negociaciones de adhesi¨®n que se abrieron el a?o pasado van a frenarse. Y pueden llegar a un par¨®n si en Turqu¨ªa se siguen activando los reflejos nacionalistas.
Una consecuencia es que Turqu¨ªa puede retroceder en su democratizaci¨®n y reformas, e incluso agravarse la tensi¨®n entre los islamistas moderados en el poder, con Erdogan a la cabeza, y un Estado cuyo laicismo garantiza el Ej¨¦rcito. Aunque es el Gobierno turco el que no se ha movido ahora con relaci¨®n a Chipre, los turcos no dejan de percibir lo ocurrido como un rechazo por parte de lo que ven como un club cristiano al pa¨ªs musulm¨¢n m¨¢s laico y mejor preparado.
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