Rodillazos contra el machismo
Todos tenemos un umbral dentro de nosotros. Una espoleta en nuestro cerebro que si estalla nos bloquea y nos deja inermes ante cualquier agresi¨®n externa. Es el p¨¢nico. Las mujeres que han sufrido ataques de violencia machista lo conocen bien. Muchas se han visto incapaces de reaccionar ante la cadencia constante de los pu?etazos, las patadas y los insultos que conforman una paliza tipo. Superar ese bloqueo es lo que se busc¨® en el curso de defensa personal para mujeres, organizado por el Ayuntamiento y que durante el lunes y ayer se imparti¨® en la comisar¨ªa de la Polic¨ªa Local de Huelva.
"A ver, atenci¨®n. La maniobra es muy sencilla. Si el agresor os agarra del cuello o de la cabeza, pas¨¢is vuestros brazos por el interior de los suyos, agarr¨¢is fuerte su nuca con ambas manos, le tir¨¢is fuerte hacia vosotras y al mismo tiempo golpe¨¢is con todas vuestras ganas en los genitales", explicaba de manera simple el monitor Jorge Garc¨ªa, mientras escenificaba la 'llave' con otro profesor. "Y despu¨¦s, ?qu¨¦ es lo que hay que hacer?", pregunt¨® a la veintena de mujeres que le observan atentamente. Todas respondieron a coro: "Salir corriendo y buscar ayuda".
25 mujeres de Huelva aprenden a defenderse de sus agresores
En el curso hubo alumnas de entre 17 y 71 a?os. Mujeres de toda condici¨®n social que atend¨ªan con los ojos bien abiertos las indicaciones de Jorge y sus dos compa?eros. Los tres, sobre el tatami, recreaban situaciones de pesadilla, pero con un final feliz: la reacci¨®n y la huida de la mujer. Despu¨¦s, por parejas, las alumnas repet¨ªan las acciones. Unas escenas de violencia que, para algunas de las asistentes, no eran nuevas.
Es el caso de Carmen Parrillo, una mujer menuda y resuelta de 58 a?os que explicaba que en sus a?os de matrimonio vivi¨® los golpes y palizas de un marido bebedor. "Incluso cuando estaba embarazada era capaz de pegarme. Ahora vivo con mis hijos (...) Pero si yo hubiese sabido antes lo que aqu¨ª estoy aprendiendo, no me habr¨ªa dejado pegar tantas veces", dec¨ªa.
Roc¨ªo L¨®pez, de 23 a?os acudi¨® al curso con sus compa?eras de grado superior de Integraci¨®n Social del IES La Orden de la capital. "Nosotras vamos a trabajar con el colectivo de mujeres maltratadas. Aunque la defensa personal no forme parte directa de nuestro trabajo, s¨ª est¨¢ bien aprender las claves, estar informadas para poder aportar orientaci¨®n en momentos concretos", comentaba.
"La clave est¨¢ en que super¨¦is el miedo, el p¨¢nico y se lo devolv¨¢is a vuestro agresor. Con todas vuestras fuerzas y en los puntos claves que hemos aprendido", explicaba Jorge Garc¨ªa mientras se?alaba sus p¨®mulos, sus ojos, su ment¨®n, la cabeza de su est¨®mago, sus genitales y sus espinillas. "Un golpe bien dado en cualquiera de estos puntos, con la fuerza adecuada, y os aseguro que el agresor no se mover¨¢ durante un rato y tendr¨¦is tiempo para salir de all¨ª", concluy¨®.
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