Dos polic¨ªas testifican que el acusado de matar a un taxista dijo que se defendi¨®
Los agentes resaltan la falta de arrepentimiento y "chuler¨ªa" del imputado
El polic¨ªa municipal que cruz¨® las primeras palabras con el joven Reiny Emmanuel Pichardo, de 21 a?os, quien est¨¢ siendo juzgado en la Audiencia de Vizcaya por la muerte de un taxista en diciembre de 2005 en Bilbao, asegur¨® ayer en la vista que el acusado le cont¨® que actu¨® en defensa propia. El conductor, Eduardo Robrero, hab¨ªa muerto desangrado pocos minutos antes. "Me dijo que hab¨ªa tenido un forcejeo con un taxista y que hab¨ªa actuado en defensa propia. Dos veces me dijo que hab¨ªa sido en defensa propia", declar¨® ayer el agente municipal bilba¨ªno. Un ertzaina que testific¨® tambi¨¦n ayer ante el jurado y el tribunal de la Audiencia que juzgan al joven de origen dominicano tambi¨¦n relat¨® que el acusado le dijo que lo hab¨ªa hecho "en defensa propia".
Esta versi¨®n es compatible con el relato que siempre ha mantenido el acusado desde que fuera arrestado la madrugada del 12 de diciembre de 2005 tras clavar un cuchillo al taxista por una discusi¨®n por el precio de la carrera.
La docena larga de agentes municipales y de la Ertzaintza que testificaron ayer coincidieron en que el acusado no mostr¨® en ning¨²n momento arrepentimiento por haber matado al taxista. Varios de ellos destacaron tambi¨¦n su actitud "chulesca" y burlona" en alg¨²n momento. Un polic¨ªa se mostr¨® sorprendido por su actitud "desafiante" y por que incluso sacase la lengua a los taxistas que minutos antes le hab¨ªan intentado atacar al conocer la agresi¨®n por el mensaje que la v¨ªctima pudo lanzar por su radio antes de desplomarse.
La segunda sesi¨®n del juicio llev¨® al estrado a buena parte de los agentes municipales o ertzainas que participaron en la detenci¨®n de Pichardo, en el dispositivo que se mont¨® para protegerle o en la investigaci¨®n posterior. Todos ellos negaron que el acusado presentase s¨ªntomas de haber bebido o tomado drogas, pese a que el joven asegur¨® en su declaraci¨®n en la vista que consumi¨® coca¨ªna, cervezas y porros. Y todos transmitieron la foto fija de que el acusado, que ten¨ªa toda la ropa completamente ensangrentada, se encontraba "muy tranquilo" tras el ataque al taxista y era muy consciente de lo que hab¨ªa hecho. "Lo he hecho y lo volver¨ªa a hacer tantas veces lo necesitara para preservar mi integridad". "Prefiero la cruz en la casa del vecino que en la m¨ªa", le espet¨® a otro de los ertzainas.
Un cuchillo y dos navajas
Varios de los agentes de la Ertzaintza que investigaron los hechos confirmaron la existencia de dos navajas m¨¢s, las dos cerradas. Una de ellas fue hallada en el pantal¨®n del taxista y otra en el interior del veh¨ªculo, adem¨¢s del cuchillo de 17,5 cent¨ªmetros con el que el acusado degoll¨® a la v¨ªctima. Nadie ha aclarado a¨²n de qui¨¦n era el arma blanca usada para dar una muerte "traicionera" al taxista, seg¨²n la acusaci¨®n particular, o para "defenderme", seg¨²n el acusado. Ese cuchillo, que ayer fue mostrado al jurado, acab¨® partido: la hoja a los pies del asiento del conductor y la empu?adura en la parte de atr¨¢s del taxi. Un experto en huellas de la Ertzaintza admiti¨®, a preguntas de la defensa, que no pudo tomar impresiones digitales porque estaba lleno de sangre y la empu?adura era "rugosa".
Lo que s¨ª pudieron constatar los polic¨ªas que vieron al acusado era que ten¨ªa dos cortes en la cara. Pichardo siempre ha mantenido que fue el taxista quien sac¨® el cuchillo y se gir¨® y abalanz¨® para atacarle. El taxi se hallaba lleno de sangre, m¨¢s en la parte delantera que en el asiento trasero, seg¨²n los agentes que realizaron la inspecci¨®n ocular.
El presidente de Radio Taxi, ?ngel Hierro, mostr¨® en los pasillos de la Audiencia su "indignaci¨®n" por la versi¨®n "desesperada" del acusado y dijo que era un "insulto que diga que Eduardo intent¨® agredirle".
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