Un proceso de reforma con poco seguimiento popular

En Gibraltar se cumplieron los pron¨®sticos. El refer¨¦ndum sobre la reforma de la Constituci¨®n despert¨® ayer poco entusiasmo entre los m¨¢s de 25.000 habitantes de la colonia brit¨¢nica, donde la jornada se desarroll¨® con total normalidad. S¨®lo la masiva presencia de medios de comunicaci¨®n locales y espa?oles alteraba la imagen tradicional de Main Street, su calle principal.

A pesar de que la reforma de la Constituci¨®n, que data de 1969, pretende otorgar mayor autonom¨ªa al Gobierno gibraltare?o y limitar el poder del gobernador nombrado por la corona brit¨¢nica, el marcado tinte pol¨ªtico que los grandes partidos -el Gibraltar Social Democrats (GSD) de Peter Caruana y el Gibraltar Socialist Labour Party (GSLP) de Joe Bossano- han impreso a la consulta gener¨® cierta reticencia a la hora de acudir a las urnas por parte de los 19.936 llanitos con derecho a voto.

De hecho, en las principales calles del Pe?¨®n apenas se han podido divisar carteles ni ning¨²n otro tipo de parafernalia electoral durante las jornadas previas a la consulta. S¨®lo la informaci¨®n ofrecida a base de debates en los medios de comunicaci¨®n y los m¨ªtines que algunos l¨ªderes pol¨ªticos han ofrecido recordaban que se encontraba en juego la futura Constituci¨®n. Un texto que no ha levantado la expectaci¨®n que los pol¨ªticos le han querido otorgar en sus an¨¢lisis, porque al final los gibraltare?os tienen claro que la autodeterminaci¨®n que reclaman no supone ni mucho menos la independencia del Reino Unido.

El derecho de autodeterminaci¨®n del pueblo gibraltare?o est¨¢ limitado por el art¨ªculo X del Tratado de Utrecht, que otorga a Espa?a el derecho de retrocesi¨®n del territorio si el Reino Unido renuncia a la soberan¨ªa. La necesidad del ministro principal Peter Caruana de conseguir el respaldo al nuevo texto se encontr¨® con la f¨®rmula del laborista Joe Bossano de mostrarse tan indiferente como para decir que ganar¨¢ tanto con el s¨ª como con el no.