El cardenal Ca?izares entra en la Academia de la Historia

El cardenal Antonio Ca?izares, arzobispo de Toledo y primado de Espa?a, fue elegido ayer acad¨¦mico de la Historia para ocupar la vacante dejada por Antonio Rum¨¦u de Armas, fallecido en junio pasado. Su candidatura fue avalada por Luis Su¨¢rez, Quint¨ªn Aldea y Carmen Iglesias, y votada por unanimidad.

Es tradici¨®n que en la Academia de la Historia haya siempre alg¨²n jerarca del catolicismo. El ¨²ltimo fue el cardenal de Madrid, ?ngel Suqu¨ªa, fallecido recientemente. Sin embargo, Gonzalo Ares, director de la instituci¨®n, dijo ayer a Efe que el nuevo acad¨¦mico "no sucede al cardenal Suqu¨ªa, sino a Rum¨¦u de Armas". "En la Academia hay una norma no escrita seg¨²n la cual el historiador del arte no sucede al historiador del arte, ni el americanista al americanista. Se trata de evitar que el abanico se estreche y que pueda llegar un momento en que no haya nadie de la altura requerida, dentro de una determinada especialidad", explic¨®.

Ca?izares no es especialista en Historia ni tiene obra de esa especialidad. Su tesis, Santo Tom¨¢s de Villanueva y la predicaci¨®n espa?ola en el siglo XVI es, sobre todo, obra de teolog¨ªa pastoral.

'El peque?o Ratzinger'

Valenciano de 61 a?os, Ca?izares es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE), donde antes presidi¨® la Comisi¨®n de Ense?anza y Catequesis. Del sector m¨¢s conservador de la CEE, suele realizar las cr¨ªticas m¨¢s severas contra el Gobierno socialista. Suya es la teor¨ªa de que "la unidad de Espa?a es un bien moral en peligro" por culpa del Ejecutivo.

Sostiene tambi¨¦n Ca?izares que se est¨¢ construyendo en Espa?a "un nuevo r¨¦gimen" y que la Iglesia cat¨®lica debe estar en posici¨®n de permanente cruzada contra el laicismo reinante, si es necesario, "hasta con el sacrificio de nuestras personas". Sobre la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica promovida por Rodr¨ªguez Zapatero, y las alabanzas de ¨¦ste al legado de la II Rep¨²blica, en nuevo acad¨¦mico opina que esos prop¨®sitos no son s¨®lo "peligrosos por remover un pasado", sino porque "la objetividad hist¨®rica dice que aquello fue un fracaso".

A Ca?izares (Utiel, Valencia, 15 de octubre de 1945) se le conoce como el peque?o Ratzinger espa?ol, no s¨®lo entre sus detractores, sino tambi¨¦n entre sus amigos. No s¨®lo en Espa?a, tambi¨¦n en Roma. Ratzinger bromeaba con esta circunstancia cuando todav¨ªa era prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisci¨®n). Le hizo cardenal en la primera ocasi¨®n que tuvo nada m¨¢s ser elegido Papa. La simpat¨ªa entre ambos era antigua: el nuevo acad¨¦mico fue entre 1985 y 1992 director de la comisi¨®n doctrinal de Ratzinger en Madrid.

Bajito, risue?o y dicharachero cuando est¨¢ en confianza -huye de la prensa como un clandestino de los faroles-, el nuevo acad¨¦mico se doctor¨® en la Universidad Pontificia de Salamanca en la especialidad de catequesis. Antes de llegar a Toledo ha sido obispo de ?vila y arzobispo de Granada.