Ch¨¢vez, reelegido por una amplia mayor¨ªa
El presidente venezolano alcanza el 61% de los votos frente al 38% para su rival Rosales
El presidente venezolano Hugo Ch¨¢vez fue reelegido ayer con el 61,35% de los votos frente al 38,39% para su rival, Manuel Rosales, seg¨²n los primeros datos oficiales difundidos por el Consejo Nacional Electoral, con el 78,31% de los votos escrutados. La principal inc¨®gnita de las elecciones presidenciales celebradas ayer en Venezuela era saber si las bases m¨¢s radicales del perdedor iban a aceptar la derrota sin paliativos del socialdem¨®crata Rosales, de 53 a?os, el candidato de unidad de la oposici¨®n. Gobierno y oposici¨®n prometieron acatar los resultados. Rosales reclam¨® antes de la votaci¨®n "transparencia y juego limpio". La participaci¨®n fue alta, cerca del 70%, seg¨²n las proyecciones.
Dos candidatos con proyectos divergentes, estatista el de Ch¨¢vez y m¨¢s liberal el de Rosales, disputaron en paz la presidencia de una rep¨²blica en llamas desde hace ocho a?os. Con la difusi¨®n de sondeos a pie de urna prohibida en Venezuela, los primeros resultados se hicieron esperar y no se dieron a conocer hasta cuatro horas despu¨¦s del cierre de los ¨²ltimos colegios. El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunci¨® una contundente victoria de Ch¨¢vez, de 52 a?os, con el 78,31% escrutado.
Durante la jornada electoral, con 11.000 centros de votaci¨®n en todo el pa¨ªs, el cardenal Jorge Urosa pidi¨® lo que parece un imposible a la vista de la turbulenta trayectoria de Venezuela: que quien resulte ganador "haga un Gobierno de inclusi¨®n y b¨²squeda de consenso, para que nadie se sienta excluido y que todos nos sintamos felices". El rencor acumulado es mucho y dif¨ªcilmente se alcanzar¨¢ la conciliaci¨®n a corto plazo.
Las encuestas difundidas durante la campa?a electoral conced¨ªan la victoria a Ch¨¢vez, el ex teniente coronel de pacaidistas que gan¨® la primera presidencia en las elecciones del 6 de diciembre de 1998, con el 56% de los votos y la abstenci¨®n del 44% del electorado.
Pese a todo, Rosales se manifestaba ayer optimista: "El cielo est¨¢ bonito, est¨¢ brillante, est¨¢ azulito". El azul fue el color de su campa?a, contra el rojo de Ch¨¢vez, cuya pr¨¦dica incidi¨® en los ataques e insultos, al presidente norteamericano, George W. Bush. "El diablo estuvo ayer aqu¨ª. Todav¨ªa huelo su azufre", dijo el pasado 20 de septiembre, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU.
La Casa Blanca
"Ustedes saben que nos estamos enfrentando al mismo demonio, al diablo del imperio [Estados Unidos] y todo su poder, no a sus candidatos lacayos", reiter¨® en campa?a. Su rival ser¨ªa "un pe¨®n" de la Casa Blanca. Los pobres venezolanos tienen, por primera vez en la historia nacional, a un presidente que piensa en ellos, y no en los ricos explotadores, seg¨²n el oficialismo.
Un dem¨®crata y un cesarista Rosales, por su parte, proclam¨® que en las elecciones de ayer se jugaron la presidencia un dem¨®crata a carta cabal, como se define a s¨ª mismo, y un presidente cesarista, embriagado por el poder y el mesianismo: "Un t¨ªtere de Castro, y del cogollo [aparato] cubano", que cercenar¨¢ las libertades si triunfa de nuevo. Rosales, gobernador reelegido (2000-2004 y 2004-2008) del Estado petrolero de Zulia, hijo de maestros, casado, con nueve hijos, varios adoptados, abandera a los 41 partidos y movimientos pol¨ªticos que hace tres meses acordaron coaligarse para intentar la derrota de Hugo Ch¨¢vez Fr¨ªas.
Rosales ofreci¨® su experiencia como gobernador de un estado con abundantes recursos y su candidatura fue creciendo, con su lema Atr¨¦vete. En entrevista con este peri¨®dico, enumer¨® los problemas que, en su opini¨®n, aquejan al pa¨ªs: "El Ministerio P¨²blico ha sido politizado, la mayor¨ªa de los jueces y fiscales obedecen l¨ªneas pol¨ªticas, y se ha perdido el equilibrio y la justicia". "En lo econ¨®mico, dependemos de los recursos que nos genera el petr¨®leo, pero estamos despilfarrando, no s¨®lo dilapid¨¢ndolo, sino que ahora se lo regalan a otros pa¨ªses", agreg¨®.
Rosales prefiere regal¨¢rselo a sus compatriotas pobres, a sabiendas de que la pol¨ªtica asistencial de Ch¨¢vez con los sectores m¨¢s humildes fue su principal baza electoral. El gancho m¨¢s atrevido del programa opositor fue la promesa de dedicar el 20% de los ingresos petroleros a la financiaci¨®n de la tarjeta bancaria Mi negra, que permitir¨ªa a 2,5 millones de personas sacar de los cajeros, gratis, el equivalente a unos 175-300 euros mensuales. Su primera medida como presidente en funciones ser¨ªa firmar el decreto de activaci¨®n de la tarjeta de d¨¦bito.
Rosales tuvo que abandonar los estudios a los 19 a?os para ayudar econ¨®micamente a su familia, tambi¨¦n numerosa. Milit¨® en el carcomido partido Acci¨®n Democr¨¢tica (AD) hasta el a?o 1993; despu¨¦s fund¨® otro, Un Tiempo Nuevo. Es uno de los dos ¨²nicos gobernadores de la oposici¨®n de las 24 regiones de Venezuela. "He sido dirigente estudiantil, concejal, alcalde y gobernador reelegido. No sal¨ª de una improvisaci¨®n, ni de un cuartel", dice en referencia al ex teniente coronel Ch¨¢vez.
Seg¨²n el analista pol¨ªtico Tulio Hern¨¢ndez, Rosales es un hombre de centro, "sin grandes ideas, pero con mucha psicolog¨ªa".
El oficialismo le niega a su oponente electoral credenciales democr¨¢ticas porque suscribi¨® el acta de investidura del empresario Pedro Carmona, presidente de facto el 12 de abril del a?o 2002 tras un golpe c¨ªvico-militar contra el presidente en ejercicio. Y le dicen ignorante desde webs que distribuyen sus gazapos de campa?a: "No hay que pedirle peras al horno", "Ch¨¢vez quiere durar 100 a?os, que es casi un siglo" o "No consultar¨¦ al or¨¢culo de Adolfo (Delfos)".
Independientemente de los lapsus l¨ªnguae, lo cierto es que Rosales logr¨® animar las expectativas de una oposici¨®n que hace tres meses acusaba desorientaci¨®n y apat¨ªa. No parece, sin embargo, que la recuperaci¨®n del ¨¢nimo haya sido suficiente como para desbancar a un rival carism¨¢tico, idolatrado entre los suyos, y con fondos suficientes para ejecutar una bater¨ªa de programas sociales que beneficiaron a millones.
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