Cuesti¨®n de supervivencia

El Barcelona y el Werder Bremen, dos equipos depredadores en sus Ligas respectivas (2,6 frente a 2,4 goles por partido), se baten hoy en un ejercicio de supervivencia en el Camp Nou. Aunque al l¨ªder alem¨¢n le valen dos resultados y, por tanto, firmar¨ªa el empate a ciegas, el factor campo y la condici¨®n de campe¨®n avalan a los azulgrana, invictos en su estadio desde que Zalayeta dinamit¨® la transici¨®n barcelonista en 2003 con un gol que clasific¨® al Juventus, igualmente presente en el curr¨ªculo del Werder. Un gol del hoy madridista Emerson, despu¨¦s de un error monumental del portero Wiese en la ¨²ltima jugada del partido disputado en Delle Alpi, acab¨® la temporada pasada con el sue?o alem¨¢n de alcanzar los cuartos. Hace dos a?os, en cambio, super¨® al Valencia en Mestalla en unas condiciones parecidas a las que afronta hoy en Barcelona para despu¨¦s salir goleado por el Olympique de Ly¨®n. El equipo de Schaff, por consiguiente, est¨¢ acostumbrado a situaciones de estr¨¦s, de m¨¢xima tensi¨®n, y aspira a dar un salto de calidad incuestionable. "No nos temblar¨¢n las piernas", coinciden sus jugadores; "la presi¨®n la tiene el Barcelona".

No necesita el Bar?a de ninguna remontada ni epopeya, sino que le basta con ganar por la m¨ªnima. Ni m¨¢s ni menos. Ocurre que en cada comparecencia se pregunta al entrenador, a los jugadores y a la directiva por la trascendencia que tendr¨ªa una derrota, se?al inequ¨ªvoca de un cierto temor al fracaso, consustancial a la forma de ser del barcelonismo. M¨¢s que en el triunfo, el reto del equipo de Rijkaard est¨¢ en evitar la derrota y, consecuentemente, superar una prueba de madurez que en su d¨ªa no pas¨® el dream team, destronado por el CSKA de Mosc¨² en el Camp Nou despu¨¦s de que Koeman levantara la Copa de Europa en el m¨ªtico Wembley.

Hoy est¨¢ en juego la credibilidad del equipo, el ejercicio econ¨®mico de la directiva -se calcula que en juego hay 20 millones- y tambi¨¦n la imagen de gigantismo que el club ha proyectado a partir de la figura de Ronaldinho con campa?as de impacto mundial con el lema M¨¦s que un club. A excepci¨®n de los partidos de Copa, la fiabilidad del Bar?a ha sido extrema en los encuentros sin retorno, sin vuelta de hoja, tanto en el campeonato espa?ol como en el europeo. La hinchada es consciente del reto y para hoy se anuncia una entrada excelente que se har¨¢ sentir en el encuentro. El calor de la grada puede ser tan estimulante para el Bar?a como sobrecogedor para el Werder, representado finalmente por 3.500 seguidores despu¨¦s de que devolviera 1.500 entradas.

El partido promete emociones fuertes si los dos contendientes son fieles a su carta de naturaleza. Ambos requieren de la pelota para desplegarse en la cancha y se enfocan de cara a la porter¨ªa contraria. El Werder tiene mucha altura y una excelente condici¨®n f¨ªsica, un buen juego y tambi¨¦n pegada. La espina dorsal que forman Mertesacker-Frings-Diego y Klose provoca tantos escalofr¨ªos en la Bundesliga que hasta el Bayern de M¨²nich anda a rebufo y los aficionados m¨¢s entendidos advierten de que el equipo de Schaff bien podr¨ªa ser la reencarnaci¨®n del Bayer Leverkusen que perdi¨® la final con el Madrid en 2002. El brasile?o Diego es una maravilla de futbolista y a Klose le salen goles hasta por las orejas.

Asiente el Barcelona cuando se le requiere sobre las virtudes del contrario al mismo tiempo que pregona su confianza en el triunfo despu¨¦s de recordar que en su vida ha perdido con el Werder. La recuperaci¨®n de M¨¢rquez alargar¨¢ la l¨ªnea de juego del plantel y Ronaldinho anuncia que procurar¨¢ jugar por tres: por Messi, por Eto'o y, evidentemente, por ¨¦l mismo. A los azulgrana les conviene evitar el cuerpo a cuerpo y las jugadas de estrategia y, en cambio, necesita darle ritmo, intensidad y velocidad a la contienda a partir de una buena organizaci¨®n defensiva y un buen control del juego. El encuentro le viene que ni pintado a la mejor versi¨®n del Bar?a por la misma raz¨®n que, en caso de desfallecimiento, ser¨¢ una golosina para el apetito alem¨¢n. Ni unos ni otros est¨¢n c¨®modos cuando les obligan a defenderse. As¨ª que, llegados a tal extremo, el Bar?a y el Werder aceptan que el vencedor se decida por intercambio de goles. A ver si es verdad.

El Bar?a se juega la temporada ante el Werder Bremen