El pr¨®ximo jefe del Pent¨¢gono admite que EE UU no est¨¢ ganando en Irak
Gates alerta en el Senado sobre el riesgo de "conflagraci¨®n regional" en Oriente Pr¨®ximo
?Est¨¢ EE UU ganando la guerra en Irak? "No se?or". La pregunta del dem¨®crata Carl Levin, fue clara; la respuesta, de Robert Gates, el hombre elegido por Bush para sustituir a Donald Rumsfeld, tambi¨¦n. "Tampoco la estamos perdiendo, pero lo que hacemos ahora no es satisfactorio". En la comparecencia ante el Comit¨¦ de Fuerzas Armadas, que aprob¨® por unanimidad su candidatura, Gates advirti¨® que o bien hay una nueva estrategia en Irak que d¨¦ lugar a una mejora constante, aunque sea lenta, de la situaci¨®n, o en un plazo m¨¢ximo de dos a?os habr¨¢ "una conflagraci¨®n regional".
Gates se examinaba ayer ante el Comit¨¦, y sus 21 miembros apreciaron la sinceridad del candidato y le aprobaron a una velocidad fulgurante. Su intervenci¨®n fue "un necesario y refrescante aire de realidad", dijo Levin. Fue la primera vez que un miembro del Gobierno -Gates lo es pr¨¢cticamente, tras la un¨¢nime decisi¨®n que presagia un ampl¨ªsimo respaldo ma?ana o pasado en el pleno del Senado- habla sin rodeos sobre las dificultades en Irak, aborda lo que realmente ocurre y critica decisiones tomadas por el Gabinete. Gates dej¨® claro adem¨¢s que, en contra de previos mensajes propagand¨ªsticos, "el presidente sabe que las cosas no est¨¢n yendo bien".
La comparecencia de ayer y su desenlace sugieren que se ha abierto una nueva etapa de la clase pol¨ªtica estadounidense, la de la cicatrizaci¨®n de las heridas de la guerra y la posguerra. La superaci¨®n del enfrentamiento tendr¨¢ hoy otro cap¨ªtulo destacado con las recomendaciones del Grupo de Estudios de Irak, formado por los dos partidos.
El antiguo director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) va ser secretario de Defensa tras el cese de Rumsfeld (un d¨ªa despu¨¦s de que los dem¨®cratas ganaran ambas c¨¢maras del Congreso tras las elecciones de noviembre). Y Gates es realmente el anti-Rumsfeld: sereno y seguro de s¨ª mismo, pero no agresivo, como el antiguo jefe del Pent¨¢gono, contest¨® relajado a las preguntas y abri¨® horizontes: "Todas las opciones est¨¢n sobre la mesa". Para no alimentar las voces de los que dicen que es demasiado independiente, Gates repiti¨® el objetivo, parafraseando a Bush, de "un Irak que pueda mantenerse, defenderse y gobernarse por s¨ª solo".
La interpelaci¨®n sobre la marcha de la guerra efectuada por Levin -uno de los 31 senadores que vot¨® en contra de Gates cuando se convirti¨® en jefe de la CIA- fue repetida por el senador republicano con aspiraciones a la Casa Blanca en 2008, John McCain. "?De forma que la situaci¨®n actual no es aceptable?" "Correcto", fue la tersa respuesta. De nuevo, nada que ver con el estilo Rumsfeld, aunque en la sesi¨®n de la tarde Gates se sinti¨® obligado a precisar que aunque EE UU no est¨¢ ganando la guerra, tampoco la est¨¢ perdiendo, y que, en todo caso, lo que ocurre no es culpa de los uniformados: "Los militares han ganado todas las batallas que han librado en Irak, no han perdido ninguna".
En seguida lleg¨® la inevitable cuesti¨®n de las tropas. McCain, partidario de incrementar el despliegue, pregunt¨® a Gates si consideraba que se abord¨® la guerra con un Ej¨¦rcito demasiado corto: "Claramente, fue un n¨²mero insuficiente". "Sospecho, a toro pasado", a?adi¨®, "que algunos miembros del Gobierno no tomar¨ªan ahora las mismas decisiones que tomaron", incluido, agreg¨®, el asunto del n¨²mero de soldados necesarios para mantener el control tras la ca¨ªda del r¨¦gimen de Sadam Husein en 2003. La alusi¨®n a Rumsfeld, defensor a ultranza de un modelo de invasi¨®n con un Ej¨¦rcito relativamente peque?o que contradec¨ªa la opini¨®n de algunos mandos en v¨ªsperas de la guerra, no pod¨ªa ser m¨¢s clara.
El jefe del Pent¨¢gono dijo que el presidente le ha pedido que adopte un nuevo enfoque con respecto al conflicto iraqu¨ª, algo que est¨¢ dispuesto a hacer de forma inmediata "sin descartar ninguna opci¨®n". Pero, igual que Bush, Gates parece tener claro es que la retirada no es una opci¨®n: "Dejar a Irak en el caos tendr¨ªa consecuencias peligrosas tanto en la regi¨®n como a nivel mundial durante muchos a?os", afirm¨®. "Creo que EE UU va a tener que mantener alg¨²n tipo de presencia en Irak por mucho tiempo, pero esa presencia podr¨ªa llevarse a cabo con un n¨²mero mucho menor de tropas de las que hay actualmente".
Preguntas de guante blanco
Las preguntas de los senadores fueron de guante blanco, no s¨®lo porque Robert Gates es un hombre respetado y su nombramiento fue consultado por la Casa Blanca a los dem¨®cratas, sino porque su presencia en el Pent¨¢gono se interpreta como la mejor oportunidad para afrontar la dif¨ªcil crisis de Irak.
Gates reclam¨® el esfuerzo com¨²n, dijo estar abierto a "un amplio abanico de ideas y propuestas" y explic¨® que no hab¨ªa dejado su c¨®modo puesto de presidente de la universidad A&M de Tejas para quedarse sentado en un despacho de Washington.
La fr¨ªa ma?ana en Washington comenz¨® con una reuni¨®n del presidente con Gates en la Casa Blanca. Tras el encuentro, Bush dijo estar convencido de que el hombre que sustituye a Rumsfeld "ser¨¢ un buen secretario de Defensa, y quienes usan el uniforme saben que tendr¨¢n en Gates un amigo en el Pent¨¢gono".
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