Recordando el 4-D
Sin el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 es pr¨¢cticamente seguro que antes del fin de aquella d¨¦cada hubi¨¦ramos tenido una generalizaci¨®n del ejercicio del derecho a la autonom¨ªa con base en la Constituci¨®n republicana de 1931 de la misma manera que se ha generalizado el ejercicio de tal derecho con base en la Constituci¨®n de 1978. Hay una similitud notable en lo que a la estructura del Estado se refiere entre la respuesta constitucional que se le dio en los a?os treinta del siglo pasado y la que se le ha dado a partir de 1978. La combinaci¨®n, por un lado, del principio de unidad pol¨ªtica del Estado con el reconocimiento, por otro, del derecho a la autonom¨ªa de los territorios que integran Espa?a es la expresi¨®n de lo que podr¨ªamos denominar constituci¨®n material territorial de Espa?a, que la Constituci¨®n formal no har¨ªa m¨¢s que traducir.
Con la perspectiva que nos da el tiempo transcurrido, esto parece bastante claro. Y sin embargo, en los momentos iniciales de la transici¨®n a la democracia tras la muerte del general Franco, no hubo en absoluto claridad en este terreno. M¨¢s bien ocurri¨® lo contrario. La confusi¨®n respecto de la respuesta que se ten¨ªa que dar en la Constituci¨®n a la distribuci¨®n territorial del poder fue notable, como las propias actas parlamentarias de elaboraci¨®n de la Constituci¨®n ponen de manifiesto.
Sorprende que as¨ª fuera. No s¨®lo porque la historia de nuestra primera experiencia democr¨¢tica deber¨ªa de haber hecho reflexionar a quienes dirigieron la transici¨®n a la democracia, sino adem¨¢s porque inmediatamente despu¨¦s de las elecciones constituyentes de 15 de junio de 1977 hubo expresiones inequ¨ªvocas de voluntad de ejercicio del derecho a la autonom¨ªa en todos los territorios de Espa?a, como fueron las manifestaciones que se celebraron el 4 de diciembre.
Sorprende, sobre todo, que no se interpretara correctamente lo que ocurri¨® en Andaluc¨ªa. En primer lugar, porque las manifestaciones en las ocho provincias fueron de una magnitud extraordinaria y porque se celebraron en un ambiente festivo, que indicaba a las claras el arraigo que la idea de la autonom¨ªa ten¨ªa ya en ese momento en nuestra tierra.
Y adem¨¢s, porque tras el 4 de diciembre de 1977, vino el 4 de diciembre de 1978, en que se suscribi¨® el Pacto de Antequera, en el que todos los partidos pol¨ªticos andaluces se comprometieron a ejercer la iniciativa auton¨®mica por la v¨ªa del art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n y porque al a?o siguiente se produjeron los resultados espectaculares del andalucismo tanto en las elecciones generales como en las municipales de marzo y abril de 1979.
Cuando en 1980 se tuvo que tomar la decisi¨®n sobre la v¨ªa de acceso a la autonom¨ªa en Andaluc¨ªa hab¨ªa se?ales m¨¢s que de sobra de que no se iba a aceptar ninguna respuesta que no nos equiparara con las comunidades que fueran ejercer el derecho a la autonom¨ªa al m¨¢ximo nivel. De ah¨ª que, cuando se intent¨® rebajar por el Gobierno de UCD, el ejercicio de tal derecho, pasara lo que pas¨®.
Desafortunadamente el 4 de diciembre no ha tenido suerte. El refer¨¦ndum constitucional del 6 del mismo mes y la conversi¨®n del 28-F en fiesta oficial de la comunidad aut¨®noma, no le ha dejado hueco en el calendario para que se lo celebrara como merece. Sin el 4-D de 1977, muy posiblemente, no habr¨ªamos tenido 28-F de 1980. Y sin embargo, la efem¨¦rides pasa sin pena ni gloria. Durante los a?os en que los andalucistas estuvieron en el gobierno de la ciudad de Sevilla realizaron en los Reales Alc¨¢zares un acto de celebraci¨®n del 4-D, pero el proyecto andalucista no ha acabado cuajando.
Creo que este a?o, en que estamos en v¨ªsperas de un refer¨¦ndum sobre la reforma del estatuto de autonom¨ªa, deber¨ªamos haber hecho un esfuerzo por recordar lo que ocurri¨® aqu¨¦l cuatro de diciembre. La mayor¨ªa del cuerpo electoral que tendr¨¢ que refrendar la reforma estatutaria el pr¨®ximo 25 de febrero no ten¨ªa uso de raz¨®n el 4 de diciembre de 1977 y habr¨ªa sido bueno que quienes s¨ª lo ten¨ªamos hubi¨¦ramos dado raz¨®n de lo que fue aquel d¨ªa y de lo que ha supuesto para la conquista de la autonom¨ªa plena para nuestra tierra.
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