"Es absurdo: si marco, soy grande; si no, gordo"
Ronaldo se queja de c¨®mo trata la prensa su peso y dice que le gusta que Capello le exija mucho
Ronaldo lleva cinco a?os subido a la b¨¢scula en la portada de los peri¨®dicos. Su porcentaje de grasa, los gramos de su cuerpo, los dietistas contratados por el Madrid para meterle a ¨¦l y al resto de los pesos pesados de la plantilla en cintura..., han ocupado cientos de p¨¢ginas, decenas de horas de radio y un buen pu?ado de programas de televisi¨®n. Ahora, como lleva tres goles en dos partidos, incluido el par que logr¨® el mi¨¦rcoles en Kiev ante el D¨ªnamo, toca, seg¨²n el brasile?o, decir que est¨¢ delgado. Por eso se siente un poco harto. "Me parece absurdo perder el tiempo hablando de eso. Cuando marco goles, soy grande. Cuando no, gordo. Seguiremos con eso hasta que encontr¨¦is [los periodistas] otro motivo de broma o de portada. Lo que m¨¢s me molesta es la manera en que sale [mi peso] en la prensa: con maldad. Pero paso de eso. Lo que dicen los dem¨¢s me da igual", dijo ayer el delantero. "No veo ning¨²n problema", cerr¨®.
La pol¨¦mica sobre el peso de Ronaldo, sin embargo, se reaviva seg¨²n las circunstancias. Cuando no marca. Cuando se lesiona. O cuando Fabio Capello, su entrenador, le recrimina p¨²blicamente y ante la prensa que est¨¦ algo pesado. A Ronaldo, que siempre pas¨® por ser un hedonista, le ha llegado a preocupar el asunto hasta el punto de remitirse a los servicios m¨¦dicos del club. "Yo no soy un experto en fisiolog¨ªa. Probablemente, cuando juego y estoy m¨¢s flaco, voy m¨¢s r¨¢pido y estoy m¨¢s agil, pero tenemos controles de grasa y peso que est¨¢n abiertos para quien los quiera saber", record¨® nada m¨¢s acabar de entrenarse en la Ciudad Deportiva de Valdebebas, donde el Madrid se ejercit¨® cuatro horas despu¨¦s de aterrizar en el aeropuerto de Barajas procedente de Ucrania.
"Yo estoy contento porque estoy mejorando mi condici¨®n f¨ªsica tras una ¨¦poca dura, un a?o y medio de lesiones seguidas, con una tendinitis cr¨®nica hasta que me oper¨¦ la rodilla en el verano", explic¨® Ronaldo. "Antes, cuando no ven¨ªa jugando o era suplente, se hablaba del peso y de otras tonter¨ªas", continu¨® el punta, que todav¨ªa no sabe si ser¨¢ titular ma?ana frente al Sevilla, un partido para el que Cannavaro, lesionado en un tobillo, es seria duda. A Ronaldo, con todo, no le preocupa jugar o no desde el inicio. "Ahora estoy muy involucrado en el proyecto del Madrid y quiero sentirme importante", advirti¨®; "prefiero hablar de otras cosas [en vez de sobre su peso], de f¨²tbol, victorias, derrotas, jugadas..., pero entiendo que el f¨²tbol es la prioridad de la vida de much¨ªsimas personas".
Ronaldo, que lleva cinco temporadas en el Madrid, ha conocido entrenadores de todo tipo. Comprensivos, como Del Bosque. Amistosos, como Luxemburgo. Gris¨¢ceos, como Queiroz. Y de corte autoritario, como Camacho o L¨®pez Caro. S¨®lo con Del Bosque pareci¨® lograr un entendimiento similar al que publicitan hoy ¨¦l y Capello, un t¨¦cnico de perfil exigente con el que parec¨ªa destinado a enfrentarse. "Me gusta", dijo el brasile?o, antes de derribar un mito. "Siempre quiero que el entrenador me exija", argument¨®, "porque no hacerlo significa que pasa de ti. Y Capello me exige mucho. Es uno de los entrenadores m¨¢s exigentes que he tenido. A veces discutimos, no nos entendemos... Pero me demuestra que conf¨ªa en m¨ª y que soy importante para ¨¦l y el equipo. Es un entrenador muy justo: cuando te tiene que echar una bronca, te la echa, y cuando te tiene que decir que te has portado bien, tambi¨¦n lo hace. El jugador se siente importante dependiendo de los comentarios".
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