Los iberos vuelven a Layetania

Desde octubre pasado, una excavadora parece amenazar con su enorme pala los restos arqueol¨®gicos del yacimiento de Ca n'Oliver, en Cerdanyola del Vall¨¨s (Vall¨¨s Occidental). Pero solamente lo parece, los vestigios del poblado ib¨¦rico del barrio de Montflorit, en la antigua Layetania, de m¨¢s de 2.500 a?os, est¨¢n a salvo. T¨¦cnicos de patrimonio del municipio vallesano controlan los trabajos previos a la construcci¨®n del edificio que albergar¨¢, a partir de 2008, el museo donde se exhibir¨¢n las piezas halladas en las excavaciones que los arque¨®logos llevan realizando desde hace m¨¢s de medio siglo en el que est¨¢ considerado el asentamiento ib¨¦rico m¨¢s importante de la comarca, y una de las piezas clave del territorio que los romanos denominaron Layetania, que abarca las comarcas situadas al norte de la ciudad de Barcelona.

Joan Franc¨¦s, director de las excavaciones, explica que el edificio, dise?ado por el estudio de arquitectos Adell Associats de Sant Cugat del Vall¨¨s, respetar¨¢ los restos arqueol¨®gicos y se integrar¨¢ en la topograf¨ªa del terreno. El edificio, de m¨¢s de 1.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, tendr¨¢ forma poligonal. El piso superior se destinar¨¢ a exposici¨®n de la colecci¨®n permanente, que se exhibir¨¢ en una sala de 300 metros cuadrados, y ser¨¢ un espacio polivalente para exposiciones temporales y otras actividades culturales. El inferior ser¨¢ destinado a almac¨¦n para el material arqueol¨®gico hallado en el yacimiento y actualmente disperso en diversos locales de Cerdanyola, y contar¨¢ con varios laboratorios para estudio y restauraci¨®n de las piezas. Los arquitectos han dise?ado varios patios interiores que permitir¨¢n la entrada de luz natural en el edificio. Adem¨¢s, la cubierta del museo, desde la que se divisar¨¢ una panor¨¢mica de la ciudad, ser¨¢ transitable y est¨¢ previsto que sirva de escenario para realizar actos al aire libre.

La inauguraci¨®n del edificio potenciar¨¢ la difusi¨®n de la cultura ibera que desde hace m¨¢s de una d¨¦cada se realiza desde Ca n'Oliver, cuyo yacimiento cobrar¨¢ una nueva dimensi¨®n al recrear museogr¨¢ficamente la vida de los iberos layetanos. El museo, que estar¨¢ asociado al Museo de Arqueolog¨ªa de Catalu?a, permitir¨¢ la visita del yacimiento y del material hallado en ¨¦l en un mismo recinto por primera vez, ya que actualmente se muestra en espacios diferentes. Las obras del edificio tienen un presupuesto de dos millones de euros, de los que 400.000 han sido aportados por los fondos europeos Feder.

Situado en un mont¨ªculo, el poblado ib¨¦rico de Ca n'Oliver, activo entre los siglos VI y I antes de Cristo, estaba habitado principalmente por familias de posici¨®n social elevada que ejerc¨ªan el control de un territorio m¨¢s amplio, situado en la llanura, donde hab¨ªan campos de cultivo y otros poblados m¨¢s peque?os, adem¨¢s de controlar el acceso natural a la costa. Este control permiti¨® a los iberos del asentamiento de Ca n'Oliver acceder a productos considerados de lujo en la ¨¦poca, tales como vino, aceite, salaz¨®n de pescado y carne u objetos de cer¨¢mica fina que llegaban a la zona a trav¨¦s del comercio de cartagineses y griegos, primero, y romanos, despu¨¦s.

Pere Bosch Gimpera hall¨® el yacimiento en 1919, aunque los trabajos arqueol¨®gicos no empezaron hasta 1954. Las excavaciones realizadas en el ¨²ltimo medio siglo permiten al visitante acceder al poblado por la entrada monumental usada por los iberos y, tras bordear el foso que rodeaba la muralla, pasearse por una de las calles principales del poblado, conocer la estructura de las casas o ver los silos donde se almacenaban los excedentes de los cultivos, que luego serv¨ªan de moneda de cambio por otros productos.