Locos por el 'spaghetti western'
Un recorrido de Granada a Almer¨ªa en homenaje al director Sergio Leone
Kil¨®metros de desierto y ni un solo poste el¨¦ctrico a la vista. Esto fue lo que descubri¨® Sergio Leone al rodar exteriores en el desierto almeriense de Tabernas para su pel¨ªcula Por un pu?ado de d¨®lares (1964). Al igual que los colonos norteamericanos del siglo XIX, el director romano hab¨ªa encontrado la tierra de las oportunidades, un lugar que ya hab¨ªan pisado directores como el espa?ol Joaqu¨ªn Luis Romero Marchent con t¨ªtulos como El coyote.
La pel¨ªcula de Leone, que figur¨® en los cr¨¦ditos con el nombre de Bob Robertson para que el origen europeo del filme pasara inadvertido, result¨® un ¨¦xito. Un a?o despu¨¦s, Leone rod¨®, tambi¨¦n en Almer¨ªa, La muerte ten¨ªa un precio, la cinta con la que lleg¨® la verdadera explosi¨®n del spaghetti western, multiplicando por decenas los rodajes de coproducciones hispano-italianas ambientadas en el Oeste. De golpe, estos parajes se transformaron para el imaginario colectivo en los desiertos de Arizona, las ciudades de Tejas o los pueblos del norte de M¨¦xico. Hoy podemos visitar varios decorados (algunos, lamentablemente, en estado ruinoso), en las provincias de Granada y Almer¨ªa, donde Leone rod¨® cuatro pel¨ªculas.
Unos edificios de ladrillo m¨¢s espigados de lo habitual en esta zona es lo que queda de Flagstone, el pueblo que se construy¨® para 'Hasta que lleg¨® su hora' (1968). El director de arte Carlo Simi levant¨® el poblado bas¨¢ndose en fotograf¨ªas del siglo XIX de la ciudad de Abilene, en Kansas
"El due?o de la era que aparece en 'La muerte ten¨ªa un precio' acaba de reconstruir el c¨ªrculo de piedras y ha segado las malas hierbas", dice el que fue alcalde ped¨¢neo de Los Albaricoques Manuel Hern¨¢ndez, quien considera fundamental que "los vecinos quieran este patrimonio que tienen"
1. Guadix (Granada)
Partimos de este pueblo de la Alpujarra granadina, donde Leone recre¨® la ciudad mexicana de Mesa Verde para ?Ag¨¢chate, maldito! (1971), tal vez su obra menos conocida. Cerca de la estaci¨®n de tren, en una nave, vive una veterana actriz: una locomotora de vapor Baldwin de 1928 que comenz¨® sus d¨ªas cubriendo la ruta Almer¨ªa-Guadix-Baza. "Hemos perdido la cuenta de las pel¨ªculas en las que ha aparecido", cuentan Juan Antonio Hern¨¢ndez y Jos¨¦ Ruiz, los ferroviarios jubilados que se encargan desinteresadamente del mantenimiento de la m¨¢quina y sus cuatro vagones con la esperanza de que se conviertan en un tren tur¨ªstico. Adem¨¢s de ser el expreso que paraba en Tucumcari en La muerte ten¨ªa un precio, y un tren de prisioneros confederados en El bueno, el feo y el malo (1966), esta reliquia tambi¨¦n ha actuado en Doctor Zhivago o en Indiana Jones y la ¨²ltima cruzada, donde era el medio que usaba el profesor Marcus Brody para llegar a la ciudad turca de Iskender¨²n (la antigua Alejandreta), cuya estaci¨®n fue en realidad la de Guadix. Para hacer una visita, basta con llamar a la estaci¨®n de Renfe y preguntar por Juan Antonio. Con suerte, puede que ese d¨ªa la Baldwin salga a dar un breve paseo para desentumecer sus m¨²sculos met¨¢licos.
A un kil¨®metro escaso, siguiendo esas mismas v¨ªas que todav¨ªa unen Granada con Almer¨ªa, se llega a la antigua f¨¢brica azucarera de San Torcuato, que aparece tambi¨¦n en Ag¨¢chate, maldito. La f¨¢brica, ya en ruinas cuando se rod¨® la pel¨ªcula (fue cerrada en 1915 por la escasa producci¨®n), sigue en pie. Por cuestiones de seguridad no es recomendable entrar, pero vale la pena contemplar desde fuera esta reliquia industrial de principios del siglo XX.
2. La Calahorra (Granada)
Saliendo de Guadix y tomando la A-92 hacia Almer¨ªa, se llega a la estaci¨®n abandonada de la Calahorra, por donde pasaba una v¨ªa proveniente de las cercanas minas de Alquife. Una zona en la que la Baldwin simulaba ir y venir por el sur de Estados Unidos a las ¨®rdenes de Leone, o donde David Lean recre¨® los Urales (en realidad, Sierra Nevada) para Doctor Zhivago. Este tramo, usado s¨®lo para transportar carb¨®n, era ideal para filmar, aunque alguna vez se colara en el fondo del plano el castillo de la Calahorra; una espectacular fortaleza ¨¢rabe en el horizonte de Tejas. Fue en esta zona donde se rod¨® la secuencia que abre Hasta que lleg¨® su hora, en la que tres pistoleros con sus caballos esperan al personaje de Harm¨®nica, interpretado por Charles Bronson, para matarlo. Al apearse del tren, Bronson les pregunta si hay un caballo para ¨¦l. Los pistoleros, entre risotadas, le contestan que falta uno. Bronson, impasible, borra las sonrisas de sus caras constestando: "Yo dir¨ªa que sobran dos".
Detr¨¢s de la estaci¨®n se levantan unos edificios de ladrillo m¨¢s espigados de lo habitual en esta zona. Es lo que queda de Flagstone, el pueblo que se construy¨® para Hasta que lleg¨® su hora (1968). El director de arte Carlo Simi lo levant¨® bas¨¢ndose en fotograf¨ªas del siglo XIX de la ciudad de Abilene (Kansas). Para recrear una floreciente poblaci¨®n de pioneros, gran parte se erigi¨® en madera o se dej¨® a medio hacer, motivo por el que s¨®lo quedan cuatro edificios en ruinas, que en parte han sido absorbidos por un complejo agr¨ªcola. En las paredes a¨²n se leen letreros en ingl¨¦s que anuncian el banco, el dentista, el colmado... Pocas ovejas pueden presumir de vivir en un antiguo saloon donde Claudia Cardinale pase¨® su belleza ex¨®tica ante el gesto de perro cansado de Charles Bronson y los punzantes ojos azules de un Henry Fonda que, por primera vez y para sorpresa del p¨²blico, daba vida a un malvado y cruel forajido.
Salvo por alg¨²n matojo rodante arrastrado por el persistente viento, el resto del entorno no ayuda a hacerse a la idea de la magnitud de este decorado. Hoy ser¨ªa imposible recrear uno de los planos m¨¢s conocidos de la filmograf¨ªa del director italiano, que fue imitado a modo de homenaje por Robert Zemeckis en Regreso al futuro III. Es aquel en el que, con un movimiento de gr¨²a y al comp¨¢s de la m¨²sica de Morricone, la c¨¢mara se alza sobre el edificio de la estaci¨®n para presentar el pueblo de Flagstone en todo su esplendor. Si el visitante intentara ahora recontruir la secuencia in situ, encontrar¨ªa un gran mont¨®n de piedras. Detr¨¢s, donde ahora se alzan las naves agr¨ªcolas, uno puede detectar, si aguza la vista, la antigua chimenea del herrero atrapada entre dos muros de hormig¨®n.
No faltan en los alrededores pintadas que acusan a los propietarios de las naves de acabar con el poblado del Oeste, y que honran la memoria del director asegurando que su esp¨ªritu "estar¨¢ siempre en esta tierra". En la pel¨ªcula, Leone quiso retratar Flagstone como una de esas poblaciones del Oeste cuyo destino pod¨ªa ser el de convertirse en una gran ciudad o en un pueblo fantasma. Fuera de la pantalla, y debido a la falta de imaginaci¨®n para recuperar el lugar, se ha impuesto tristemente lo segundo.
3. Cabo de Gata (Almer¨ªa)
Leone film¨® en multitud de parajes de este parque natural, y en cortijos como el de los Genoveses o el del campillo de do?a Francisca. De todos ellos, el m¨¢s interesante es el cortijo del Fraile, que, aparte de ser el monasterio al que acud¨ªa Eli Wallach (el feo) con un moribundo Clint Eastwood (el bueno), fue el escenario de los tr¨¢gicos sucesos en los que Lorca se inspir¨® para escribir sus Bodas de sangre.
No muy lejos de aqu¨ª se llega a una peque?a pedan¨ªa de N¨ªjar llamada Los Albaricoques, elegida por Leone para ser la ciudad mexicana de Aguascalientes en La muerte ten¨ªa un precio. Caminando por sus calles, hoy ya asfaltadas, uno todav¨ªa se topa con algunos de los que fueron en su d¨ªa actores improvisados a las ¨®rdenes del director romano. Seg¨²n cuenta el realizador Antonio Lobo en su documental Por un pu?ado de sue?os, Leone decidi¨® no disfrazar a las se?oras del lugar; las retrat¨® con sus vestidos negros, aquellos con los que guardaban luto por los hijos, maridos o hermanos fallecidos en la cercana mina de Rodalquilar.
Una abuela se?ala el lugar por donde Clint Eastwood part¨ªa con un carromato lleno de cad¨¢veres al final de la pel¨ªcula. "De eso hace m¨¢s de 40 a?os. Yo era una ni?a entonces", recuerda. Justo enfrente, en una era con un c¨ªrculo de piedras, Leone film¨® el gran duelo final entre Lee van Cleef y Gian Maria Volont¨¦. Acompa?ada por la inolvidable m¨²sica de carill¨®n de Ennio Morricone, es un claro ejemplo de la pasi¨®n que despertaban en Leone los rituales que preced¨ªan a la violencia y la secuencia m¨¢s importante de un largometraje hist¨®rico: La muerte ten¨ªa un precio ( la segunda pel¨ªcula de producci¨®n espa?ola que m¨¢s p¨²blico ha atra¨ªdo a las salas, 5,5 millones de espectadores, hasta ahora s¨®lo superada por Los otros, filme de Alejandro Amen¨¢bar estrenado casi 40 a?os despu¨¦s).
El proceso urbanizador ha difuminado el encanto y la personalidad del lugar. Eso s¨ª, al entrar en la pedan¨ªa un gran letrero recibe al visitante con la leyenda: "Bienvenidos a Los Albaricoques. Es de cine". El ex alcalde ped¨¢neo Manuel Hern¨¢ndez encabeza a un grupo de vecinos que intentan restaurar la zona. "El due?o de la era que aparece en la pel¨ªcula acaba de reconstruir el c¨ªrculo de piedras y ha segado las malas hierbas", dice Hern¨¢ndez, que considera que lo fundamental es que "los vecinos aprendan a querer este patrimonio que tienen".
4. Desierto de Tabernas (Almer¨ªa)
De todos los escenarios donde Leone recre¨® sus caprichosas y violentas f¨¢bulas del Oeste, el desierto de Tabernas es el m¨¢s conocido. Un espacio ¨²nico en el continente europeo donde se han rodado m¨¢s de cien westerns y gracias al cual Leone es recordado como un director de espacios abiertos. Porque Tabernas sigue trayendo a la memoria aquellas panor¨¢micas rasgadas por los primer¨ªsimos planos de los personajes, rostros abrasados por el sol, casi tan erosionados como el terreno que les serv¨ªa de marco.
En el desierto quedan en pie las tres ciudades del Oeste que construyeron los equipos de producci¨®n de Leone, decorados que se han mantenido con fines tur¨ªsticos (explotadas por empresas diferentes). Ahora cuentan con tiendas de souvenirs, galer¨ªas de fotos de actores o actuaciones en vivo de los especialistas: cowboys con acento andaluz o incluso eslavo que se pelean, cabalgan, se disparan o se tiran de los tejados y que ¨²ltimamente incluyen chistes a cuenta de Brokeback mountain en su repertorio.
El poblado del Fraile, hoy Mini Hollywood, se hizo para La muerte ten¨ªa un precio y fue el primero en ser levantado. El almeriense Diego Garc¨ªa, veterano especialista, sigue disfrutando cada vez que escenifica para el p¨²blico el robo de un banco o un duelo al sol de mediod¨ªa. "Empec¨¦ de peque?o. Como era rubio, cada vez que necesitaban un ni?o gringo me llamaban a m¨ª", cuenta con desparpajo. El poblado del Fraile -llamado as¨ª por su primer propietario, el productor ejecutivo de La muerte ten¨ªa un precio, Alfredo Fraile- forma hoy parte de un complejo tem¨¢tico que incluye un zool¨®gico, y gran parte de los decorados originales se conservan intactos. El bautizado como Texas Hollywood / Fort Bravo, que aparece en La muerte ten¨ªa un precio y en El bueno, el feo y el malo, es el m¨¢s grande de los tres (tiene un fuerte, una ciudad del Oeste y un pueblo mexicano) y es en el que m¨¢s anuncios y pel¨ªculas se ruedan. Entre ellas, 800 balas, de ?lex de la Iglesia, que homenajea a los especialistas del spaghetti.
El tercero es Western Leone, cuyo origen es una casa que se construy¨® para Hasta que lleg¨® su hora. En el filme era la vivienda de un pionero irland¨¦s que, ante la inminente llegada del ferrocarril a sus tierras, so?aba con el florecimiento de un pueblo entero alrededor de la choza. Curiosamente, el sue?o se cumpli¨®: alrededor del edificio, que hoy hace las veces de saloon, se fueron a?adiendo construcciones para nuevas pel¨ªculas hasta completar una ciudad.
Pero la fiebre del oro termin¨® mediados los a?os setenta, y las c¨¢maras y los focos desaparecieron. Pese a ello, a¨²n permanecen ah¨ª los magn¨ªficos decorados, la inagotable ilusi¨®n de los especialistas de cine o la vieja Baldwin, silenciosa en su nave.
GU?A PR?CTICA
Visitas e informaci¨®n- Oasys (Mini Hollywood) (950 36 52 36). N-340a, km 464, Tabernas. 17 euros; ni?os, 9. De 10.00 a 20.00.- Texas Hollywood/Fort Bravo (950 06 60 14;www.texashollywood.com). N-340a, km 468, Tabernas. 14,50 euros; ni?os, 9,50. De 9.00 a 20.00.- Western Leone (950 16 54 05; www.westernleone.com). A-92, km 378, Tabernas. 9 euros; ni?os, 5. De 10.00 a 20.00.- Art¨ªculos en www.zonadvd.com.- http://xoomer.alice.it/leonewestern.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.