El precio del amor real
La reina de Dinamarca obliga a su hijo mayor a firmar un nuevo contrato matrimonial
La reina Margarita de Dinamarca ha puesto precio a la hipot¨¦tica separaci¨®n de su hijo mayor, el pr¨ªncipe Federico, y su esposa Mary Donaldson. La soberana danesa ha pedido a los abogados de la Casa Real que redacten un nuevo documento que anula el acta prenupcial que la pareja firm¨® al casarse. Las anteriores capitulaciones matrimoniales de los pr¨ªncipes Federico y Mary quedaron registradas el d¨ªa en que contrajeron matrimonio, el 14 de mayo de 2004, en la catedral de Nuestra Se?ora de Copenhague.
Este nuevo texto legal no est¨¢ relacionado con ninguna crisis entre Federico y Mary, todo lo contrario. Los pr¨ªncipes aparecen como una pareja feliz que cr¨ªa a su primer hijo y aguarda la llegada del segundo. La medida de precauci¨®n obedece al tenor de la reina a que su hijo mayor alg¨²n d¨ªa rompa su matrimonio como ha sucedido con el segundo. El divorcio del pr¨ªncipe Joaqu¨ªn le oblig¨® a poner de su bolsillo un mill¨®n de euros y vender algunas de sus propiedades para comprar una casa a la princesa Alejandra, adem¨¢s de pagarle una cuantiosa cantidad econ¨®mica.
El contrato prenupcial que ten¨ªa Joaqu¨ªn es el mismo que firm¨® Federico y que ahora ha sido revocado. En ¨¦l se observaba la separaci¨®n de bienes, aunque Federico deb¨ªa pagar a Mary, adem¨¢s de una pensi¨®n mensual, una indemnizaci¨®n que se establecer¨ªa en funci¨®n de los a?os de matrimonio, as¨ª como una casa.
El nuevo acuerdo entre Federico y su esposa incluye, seg¨²n se recoge en la prensa danesa, importantes rebajas econ¨®micas y tambi¨¦n establece que si la separaci¨®n llega antes de que el pr¨ªncipe sea rey, ser¨¢ la reina Margarita quien designar¨¢ un tribunal para tratar dirimir el caso. Si Federico fuera en esos momentos rey, ser¨¢ ¨¦l mismo quien decida el tribunal.
El nuevo acuerdo entre los pr¨ªncipes de Dinamarca fue firmado en v¨ªsperas del viaje que ambos realizan a Australia, la tierra de Mary, y adonde ha querido ir con su hijo, que acaba de cumplir un a?o.
El gesto de la reina ha sido criticado por algunos sectores de la sociedad danesa, en la que Mary se ha ganado el respeto por la manera en que est¨¢ realizando su papel de princesa. Pero para ella, llegar a esta posici¨®n tampoco fue f¨¢cil. Tras conocer al pr¨ªncipe Federico en los Juegos Ol¨ªmpicos de Sidney, la reina de Dinamarca tard¨® algo m¨¢s de cuatro a?os en dar su aprobaci¨®n al compromiso. Para entonces, Mary ya hab¨ªa dejado su trabajo en su pa¨ªs para irse a vivir a Dinamarca a la espera del s¨ª de la reina.
Las l¨¢grimas de Federico al pie del altar el d¨ªa de su boda fueron interpretadas como el final feliz de una historia llena de obst¨¢culos, de un amor real al que ahora Margarita de Dinamarca ha puesto precio.
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