Los represaliados ven con escepticismo la propuesta de ley
"Me casaba a la semana siguiente en que me detuvieron. Imag¨ªnese lo que es tener el vestidillo de la boda detr¨¢s de la puerta y que llamen a su futura mujer para decirle que al novio lo han detenido y que est¨¢ en Carabanchel...". Cuatro a?os despu¨¦s, Eugenio pas¨® por la vicar¨ªa, despu¨¦s, claro, de haber sido condenado a seis a?os de c¨¢rcel y finalmente cumplir cuatro en el penal de Burgos "por repartir en la calle unas octavillas", explica. Tiene 67 a?os y es miembro de la Asociaci¨®n de Ex-Presos y Represaliados Pol¨ªticos Antifranquistas. Eugenio habla mientras vigila de reojo la pantalla de la sala de columnas del Congreso de los Diputados, en la que se proyecta el debate de totalidad al proyecto de Ley de la Memoria Hist¨®rica.
Como ¨¦l, son muchos los represaliados y miembros de asociaciones de recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica que se congregaron en la C¨¢mara Baja para seguir en directo el debate. Los que no pudieron acceder como invitados a la tribuna del hemiciclo lo siguieron desde la sala de columnas. All¨ª, los asistentes s¨ª pueden romper en aplausos o emprender su propio debate. Y as¨ª lo hicieron.
Rechazo rotundo
"Nos parece flojo desde el t¨ªtulo hasta el ¨²ltimo punto y aparte". As¨ª explica ?lvaro Fern¨¢ndez su rechazo "absoluto" a la propuesta del Gobierno. ?lvaro es miembro de la Comisi¨®n Estatal para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, bajo la que se unen 118 asociaciones de represaliados de la Guerra Civil y la dictadura. "Queremos que se reconozca la ilegitimidad del r¨¦gimen franquista, la anulaci¨®n de los juicios sumar¨ªsimos y el reconocimiento legal de todas las v¨ªctimas que sufrieron represi¨®n o tuvieron que exiliarse". Pedro Arcas, de 79 a?os, ex preso pol¨ªtico y ni?o de la guerra, fue enviado a Rusia con 12 a?os y volvi¨® con 20. "Hay que ense?arles a los ni?os lo que pas¨®. He dado conferencias en colegios y muchos no saben ni qui¨¦n fue Franco".
Cada uno de los asistentes tiene una historia de represi¨®n, de c¨¢rcel, de torturas o de exilio que contar. La vida de otros, llena de consignas secretas, idas y vueltas clandestinas a Francia y documentos de identidad falsos, parece sacada de una novela. Una novela a la que no quieren poner como punto final esta ley. "Venimos luchando desde hace demasiado tiempo. Hemos sido generosos, precisamente para que no haya dos Espa?as, la de los vencedores y la de los vencidos", asegura Gervasio Puerta, un octogenario de mirada viva que preside la asociaci¨®n Ex Presos y Represaliados Pol¨ªticos Antifranquistas. Mientras, su camarada Jaime se?ala que, "al menos, este ha sido el primer Gobierno que se ha atrevido a dar un paso".
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