Filosof¨ªa popular de un genio

Junto a El mundo como voluntad y representaci¨®n, la obra capital de Arthur Schopenhauer (1788- 1861), de la que contamos con varias ediciones recientes y completas en castellano, el lector hispanohablante asociar¨¢ el nombre del fil¨®sofo alem¨¢n con otros t¨ªtulos pertenecientes a otros tantos escritos de menor extensi¨®n, muy divulgados en Espa?a y Latinoam¨¦rica por diversas editoriales y en traducciones de solvencia dispar. Son ensayos u op¨²sculos que versan sobre asuntos tales como la historia de la filosof¨ªa, los fantasmas, el arte de la felicidad o la filosof¨ªa universitaria; tambi¨¦n, acerca del amor, las mujeres y la muerte o sobre el estilo literario, los libros y la m¨²sica. Tal profusi¨®n de escritos miscel¨¢neos suele despistar a los lectores, desconocedores por lo general de que Schopenhauer nunca los public¨® en forma de libros independientes, sino agrupados en dos gruesos vol¨²menes bajo el endiablado t¨ªtulo de Parerga y Paralip¨®mena I y II. Ambos t¨¦rminos griegos, tan poco comerciales y que desesperan a los editores, pueden traducirse como "a?adidos y apuntes marginales".

En 1851, tras haber adquirido algo de notoriedad no por su obra principal, sino por sus tratados breves Sobre la voluntad en la naturaleza y Los dos problemas fundamentales de la ¨¦tica, Schopenhauer decidi¨® publicar una colecci¨®n de ensayos elaborados a lo largo de los a?os, reflexiones o pensamientos extra¨ªdos de sus dietarios de trabajo, no incluidos en sus obras anteriores. Acudi¨® a varios editores sin resultado, hasta que, renunciando a percibir honorarios, logr¨® que un editor de Leipzig publicara sus nuevos escritos como ¨¦l quer¨ªa: en dos vol¨²menes de unas 500 p¨¢ginas cada uno.

A pesar del t¨ªtulo, esta obra, la ¨²ltima ya de Schopenhauer, le granje¨® a su autor la fama que hab¨ªa estado anhelando desde su juventud; no en vano cre¨ªa haber descubierto, con tan s¨®lo 30 a?os, "la soluci¨®n al enigma de la existencia", revelada en su obra magna, un libro que no hab¨ªa le¨ªdo nadie ni obtuvo eco en el mundo acad¨¦mico o literario, mientras que otros fil¨®sofos como el bomb¨¢stico Hegel o los idealistas Schelling y Fichte cosechaban ¨¦xito tras ¨¦xito con sus escritos y conferencias. Schopenhauer, al contrario que estos autores, quienes presum¨ªan de que todo estaba bien en el mundo tal como es, que profesaban el racionalismo optimista, defend¨ªa un pesimismo metaf¨ªsico y un escepticismo absoluto en relaci¨®n con la realidad y la raz¨®n; argumentaba que este mundo nuestro no pod¨ªa ser una creaci¨®n divina, sino un engendro del demonio. Tambi¨¦n sosten¨ªa que la raz¨®n constituye un tenue parche frente a las pasiones irracionales que nos dominan. Despu¨¦s de muchos sinsabores y esperas, las ideas de Schopenhauer sintonizaron con el p¨²blico hacia las ¨²ltimas d¨¦cadas de un siglo que se inclinaba hacia el realismo, decepcionado ya de un idealismo que no le hab¨ªa aportado ninguna mejora. El ¨¦xito de Parerga inaugur¨® una ¨¦poca de culto a Schopenhauer, un fil¨®sofo que todav¨ªa se lee con gusto.

En Espa?a, tras alg¨²n intento abortado de publicar ¨ªntegros los Parerga, es Trotta la que se lleva la palma con esta elegante edici¨®n. La veterana traductora Pilar L¨®pez de Santa Mar¨ªa firma una edici¨®n rigurosa, impecable de este primer tomo, que contiene, adem¨¢s de dos ensayos breves -Acerca de lo ideal y lo real y Sobre el destino del individuo-, los m¨¢s extensos Fragmentos sobre la Historia de la Filosof¨ªa, Sobre la filosof¨ªa de la universidad y Ensayo sobre la visi¨®n de espectros. Y aunque estos tratados son c¨¦lebres -legendario es el varapalo que Schopenhauer propin¨® ya en su d¨ªa a los fil¨®sofos de profesi¨®n al criticar la endogamia universitaria-, es otro t¨ªtulo el que proporcion¨® mayor fama a su autor. Se trata del compendio de "sabidur¨ªa pr¨¢ctica", "arte de saber vivir" o eudemonolog¨ªa de Schopenhauer: Aforismos sobre la sabidur¨ªa de la vida. Es el escrito m¨¢s reeditado del fil¨®sofo en forma de libro independiente. A lo largo de sus doscientas p¨¢ginas el padre del pesimismo expone su "filosof¨ªa popular", siguiendo la estela de Montaigne o Marco Aurelio. En general, argumentaba que si tenemos que vivir en este "valle de l¨¢grimas", debemos hacerlo de la mejor manera posible, y ello se lograr¨¢ evitando el dolor y el aburrimiento, los dos fustigadores del g¨¦nero humano, los escollos contra los que choca la vida humana. Muchos de los consejos de Schopenhauer resultan hoy incorrectos pol¨ªticamente; conservadores para algunos, de sano sentido com¨²n para otros. "Hasta mi barbero me mira con respeto", se jactaba el viejo fil¨®sofo una vez alcanzada la popularidad, y es que los Aforismos parecen brotar de una de esas cabezas "bien amuebladas", como la del cliente distinguido que pontifica en la barber¨ªa frente a un p¨²blico dispar que termina dici¨¦ndose: "Eso mismo pienso yo, s¨®lo que a m¨ª no se me ocurre expresarlo de forma tan elegante". Filosof¨ªa "popular" al cabo, aunque no tanto, ni de cualquiera.