No lleguen tarde al cine

?Qui¨¦n era? Hace un mes, el Festival de Cine de Tur¨ªn otorg¨® a Joaqu¨ªn Jord¨¢ el premio a toda una trayectoria art¨ªstica. El galard¨®n hab¨ªa reca¨ªdo antes en directores como Ken Loach o Robert Gu¨¦diguian. Jord¨¢, fallecido en junio pasado, lo recibi¨® a t¨ªtulo p¨®stumo. Lo mismo hab¨ªa pasado en julio con el Premio Nacional de Cinematograf¨ªa. Las cr¨®nicas del festival turin¨¦s recogieron la frase m¨¢s repetida tras la proyecci¨®n de De ni?os, la pel¨ªcula que el director catal¨¢n dedic¨® a la falsa red de pederastia del Raval. La frase era una pregunta: "?C¨®mo es que hasta ahora nadie nos hab¨ªa dado a conocer algo como esto?". Esto es la obra de uno de los padres de la sesentera Escuela de Barcelona (Dante no es ¨²nicamente severo), guionista para Vicente Aranda (Los jinetes del alba, El Lute), traductor (suya es la versi¨®n de El Danubio, de Claudio Magris) y autor de una serie de documentales que lo confirmaron como el gran maestro espa?ol del g¨¦nero: de El encargo del cazador a Veinte a?os no es nada, pasando por la citada De ni?os o Monos como Becky, tal vez su obra maestra. Sus pel¨ªculas -inc¨®modas de tan humanas, pero cualquier cosa menos elitistas- han recibido todos los premios posibles, s¨ª, pero, injustamente, han durado m¨¢s en las salas de los museos (el Macba le dedic¨® en primavera una retrospectiva) que en las de cine. Joaqu¨ªn Jord¨¢ est¨¢ ya en la historia. Ahora s¨®lo falta que la historia se d¨¦ por aludida. No lleguen tarde ustedes.

?Qu¨¦ regalaba? En sus ¨²ltimas pel¨ªculas, Jord¨¢ trabaj¨® en estrecha colaboraci¨®n con la guionista Laia Manresa, que recuerda ahora que entre los libros que aqu¨¦l sol¨ªa regalar estaban Los girasoles ciegos (Anagrama), de Alberto M¨¦ndez; Viaje al fin de la noche (Edhasa), de C¨¦line, y Alicia al otro lado del espejo (Alianza). De Lewis Carroll, precisamente, tom¨® Jord¨¢ el t¨ªtulo de su ¨²ltima pel¨ªcula, M¨¢s all¨¢ del espejo, un documental nacido de su propia experiencia como enfermo de agnosia (un desfase entre la informaci¨®n que env¨ªan los sentidos y la que interpreta el cerebro). No extra?a pues el t¨ªtulo de otro de los libros que regal¨®: El hombre que confundi¨® a su mujer con un sombrero (Anagrama), de Oliver Sacks.