La monta?a
En Villablino, provincia de Le¨®n, ha desaparecido una monta?a. El ayuntamiento le ha impuesto una multa ejemplar a esta empresa especializada en realismo m¨¢gico. Vivimos tiempos de una grandiosa prestidigitaci¨®n en el paisaje. El capitalismo ilusionista ya no se inspira en Milton Friedman sino en el c¨¦lebre escapista Harry Houdini, pero utilizando la maquinaria pesada para la llamada teletransportaci¨®n, a la manera del neomago David Copperfield, que anunci¨® la era Bush el d¨ªa en que hizo desaparecer la Estatua de la Libertad. El ilusionista cl¨¢sico hac¨ªa aparecer una rosa y desaparecer un conejo. Ahora, de repente, aparece una urbanizaci¨®n con veinte mil retretes y veinte mil cisternas rellenas con agua mineral embotellada. La gran performance ilusionista, la llamada Apoteosis del Pocero, consiste en activar la ley de la causalidad, es decir, tirar de todas las cisternas a la vez y contribuir as¨ª, desde el secano del ruedo ib¨¦rico, al suave desplazamiento de las g¨®ndolas por los canales de Venecia. Por otra parte, ya no se lleva la desaparici¨®n del conejo sino de toda una gran monta?a con todos los pu?eteros conejos a la vez. Donde estaba la monta?a, est¨¢ el gran cr¨¢ter del vac¨ªo. Y es a esa creaci¨®n de vac¨ªo a lo que algunos llaman, con fino eufemismo, creaci¨®n de riqueza. El capitalismo m¨¢gico.
Adem¨¢s, hacer desaparecer una monta?a, una gran monta?a, no es tan f¨¢cil como la gente cree. Hay que practicar mucho. Hay que hacer mucha magia de cerca, con monedas y naipes, hay que desvanecer muchas palomas, antes de pasar al ocultismo de alta monta?a.
En este marco de ilusionismo, me temo que la empresa prestidigitadora no se resignar¨¢ al pago de la multa de 170 millones de euros. Cuando se descubre la realidad, y el truco se desmonta, la prestidigitaci¨®n hist¨®rica suele conducir al llamado negacionismo. O a esa forma de negacionismo que es la voluntaria desmemoria. Lo vemos ahora, en la pol¨ªtica. ?Dictadura? ?Qu¨¦ dictadura? Hay gente que no vio una dictadura durante cuarenta a?os a un palmo de narices y la fue a descubrir en Irak o en Cuba. Otro caso curioso de levitaci¨®n y teletransportaci¨®n. As¨ª que un d¨ªa de ¨¦stos saldr¨¢ un portavoz del capitalismo m¨¢gico con inmaculados guantes blancos y preguntar¨¢ con aire ingenuo: "?Monta?a? ?Qu¨¦ monta?a?".
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