Este espejo es un imb¨¦cil
HAY UN MOMENTO en la vida de todo gobierno en que se sit¨²a frente al espejo y se dice: "Lo que yo tengo es un cuerpo serrano que no se puede aguantar, pero me falla la comunicaci¨®n". A veces, esta conclusi¨®n llega a los seis a?os de gobierno, a los cinco... Los muy precoces la alcanzan a los dos y medio. En alg¨²n caso, incluso, el problema es real. ?Tiene un problema de comunicaci¨®n el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero? Todos los gobiernos se miran, como la madrastra de Blancanieves, en el espejo de los medios de comunicaci¨®n. "Dime, espejito m¨¢gico, que soy el gobierno m¨¢s hermoso de la historia de Espa?a". Cuando el espejito contesta que no, raro es que los gobiernos reaccionen bien. Hay diversos grados de mala reacci¨®n: puedes romper el espejo, comprarte otro, romper todos los espejos, intentar meter en la c¨¢rcel al due?o del espejo... Hay grados. Pero no se conoce caso de gobierno que reconozca con tranquilidad que, si el espejo dice no, algo habr¨¢ hecho mal. Los presidentes de Gobierno salen enfurecidos del tocador: "Este espejo es un imb¨¦cil".
No se conoce caso de gobierno que reconozca con tranquilidad que, si el espejo dice no, algo habr¨¢ hecho mal
La buena noticia para el Gobierno de Zapatero es que la comunicaci¨®n est¨¢ en manos de varias personas, y as¨ª la responsabilidad queda difusa. ?Es Fernando Moraleda el responsable, como secretario de Estado de Comunicaci¨®n? ?Es De la Vega, como vicepresidenta y portavoz del Gobierno? ?Es el responsable Pepe Blanco, que desde la Secretar¨ªa de Organizaci¨®n del PSOE participa activamente en la comunicaci¨®n de las pol¨ªticas del Gobierno? ?Y qu¨¦ papel juega Diego L¨®pez Garrido como portavoz parlamentario? Para todos ellos resulta tambi¨¦n reconfortante que al presidente le guste participar en el juego de la comunicaci¨®n. Cuando es cosa del jefe, s¨ª que la responsabilidad queda difusa.
En el tema m¨¢s espinoso que el Gobierno tiene entre manos, que es el del fin del terrorismo de ETA, los diferentes portavoces gubernamentales han comentado en las ¨²ltimas semanas que hay razones para mantener el optimismo, que hay motivos para ser pesimista, que no hay razones para ser ni m¨¢s pesimista ni m¨¢s optimista, y que no se har¨¢n comentarios. Tambi¨¦n hemos sabido que el Gobierno intent¨® reunirse con ETA y que no intent¨® reunirse con ETA. Tambi¨¦n sabemos que hay gente que habla sin saber, gente que sabe sin hablar, aunque no consta que haya gente que sepa y hable.
En este caso podr¨ªa aplicarse lo que dec¨ªa Di St¨¦fano a los porteros de f¨²tbol de su equipo: "No le pido a usted que las pare todas, pero por lo menos, las que van fuera, no se las meta dentro". Es verdad que el problema del fin del terrorismo se acabar¨¢ el d¨ªa que los terroristas dejen de matar para siempre. Es una obviedad, pero hay que repetirla porque, en cuanto te descuidas, m¨¢s de uno se olvida. Tambi¨¦n es verdad que el Partido Popular pone todos los palos en las ruedas que puede, y m¨¢s. Seguramente es as¨ª. Vamos, sin seguramente. Es otra obviedad, aunque cualquier gobierno puede entender que resulta poco apropiado el mensaje de que gobernar es muy dif¨ªcil. Pues s¨ª. Es muy dif¨ªcil, pero qu¨¦ quiere que le diga. Haberse pedido oposici¨®n, que es m¨¢s f¨¢cil.
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