"Estamos recuperando dignidades"
El forense Francisco Etxeberria ha exhumado a m¨¢s de 500 fusilados de la Guerra Civil

"No puede ser que todav¨ªa haya personas en Espa?a que cuando hablen de la Guerra Civil y de la represi¨®n lo hagan con miedo. A esa gente hay que decirle que aquello fue injusto, que les comprendemos y que les apoyamos. No puede seguir existiendo miedo". Francisco Etxeberria, nacido en Beasain hace 49 a?os, lleva desde 2000 participando en la exhumaci¨®n de fosas de desaparecidos de la Guerra Civil y la dictadura. Su laboratorio en la Universidad del Pa¨ªs Vasco, donde es profesor de Medicina Legal y Forense, est¨¢ pulcramente ordenado. En la mesa, hay dos montones con restos (esqueleto, botones, hebillas de cintur¨®n oxidadas y monedas), de una de las ¨²ltimas exhumaciones en la Andaya, (Burgos), que esperan para ser devueltos a sus familias.
"Lo que hay ah¨ª dentro no es un objeto, es una persona que ten¨ªa una identidad"
El pasado jueves se debat¨ªa en el Congreso la Ley de Memoria Hist¨®rica, propuesta por el Gobierno. El proyecto ha recibido abundantes cr¨ªticas por limitarse a instar a los ayuntamientos a facilitar la tarea de apertura de fosas. "Aunque estemos exhumando fosas en realidad estamos recuperando dignidades. Lo que hay ah¨ª dentro no es un objeto, es una persona que ten¨ªa una identidad, unos sentimientos, unos ideales, y fue tratada injustamente dos veces: una cuando le mataron y otra con el tratamiento que le ha dado la historia".
En el Pa¨ªs Vasco, en Andaluc¨ªa y en Catalu?a existen proyectos de recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica en colaboraci¨®n con los gobiernos aut¨®nomos, pero en otros lugares y las tareas de exhumaci¨®n deben autofinanciarse. "Es muy importante que se implique la Administraci¨®n, porque as¨ª se crea una ventanilla donde el ciudadano puede acudir", opina Etxeberria. Adem¨¢s, resultar¨ªa m¨¢s f¨¢cil salvar los escollos que en algunos archivos documentales se pone para acceder a los expedientes de penados y fusilados.
El proyecto que coordina Etxeberria encaja en la direcci¨®n de derechos humanos del departamento de Justicia del Gobierno Vasco. La informaci¨®n que su equipo localiza se remite a las familias a trav¨¦s de esa instituci¨®n. "En estas tres comunidades existe esa ventanilla, pero cuando hablamos de Espa?a en general s¨®lo podemos lamentarnos. Encuentro un desamparo escalofriante cuando salgo del Pa¨ªs Vasco y me voy a Burgos, o a Zamora. No tienen a nadie a quien recurrir. Eso es lo que una ley de la Memoria deber¨ªa mejorar".
Etxeberria se "enganch¨®" a este trabajo por el que nadie le da ni un euro. Para el forense no es un asunto de ADN y de bata blanca -"aunque yo me la ponga"-, la dimensi¨®n humana es "lo m¨¢s importante". Desde la exhumaci¨®n de Priaranza del Bierzo (Le¨®n), en 2000, ha configurado un amplio equipo de trabajo. Historiadores, antrop¨®logos culturales, antrop¨®logos f¨ªsicos, m¨¦dicos con formaci¨®n en el ¨¢mbito forense, arque¨®logos, psic¨®logos o gente que no tiene nada que ver con la medicina se unen a pie de fosa, o trabajan en la retaguardia.
"Hay gente que cree que s¨®lo exhumamos fosas, pero hay quien se pasa dos a?os en un archivo investigando documentos". Etxeberria toma una carta de un mont¨®n de papeles y muestra el contenido: fotos, un mapa, algunos detalles aparentemente bien documentados... Como ¨¦sa, a diario llegan varias a su despacho. En ocasiones las env¨ªan directamente los familiares; otras las env¨ªa la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, con la que colabora. Algunas ser¨¢n la chispa que prender¨¢ una nueva investigaci¨®n y otras acabar¨¢n archivadas esperando nuevos indicios que permitan esclarecer d¨®nde fueron inhumados los cuerpos sin vida de sus seres queridos.
Como en cualquier investigaci¨®n forense se elabora un informe preliminar que explique qu¨¦ se sabe del asunto, qu¨¦ se cuenta en el pueblo, donde est¨¢ la fosa, para ver si la exhumaci¨®n es viable o no. "Ha habido muchas fosas que eran inviables por cosas t¨¦cnicas, y es un disgusto para las familias". Cuando la apertura es posible tramitan los permisos y se desplazan al lugar.
Una parte fundamental de la investigaci¨®n son las entrevistas. El equipo de Etxeberria ha grabado los testimonios de familiares de represaliados y de testigos. "Las entrevistas se hacen en las exhumaciones y en muchos casos son de un valor m¨¢s elevado que la exhumaci¨®n en s¨ª. Esta visi¨®n la hemos tenido desde el principio". Etxeberria archiva minuciosamente cada documento, cada fotograf¨ªa, cada grabaci¨®n, en la UPV y remite una copia a la Sociedad Aranzadi. "De momento somos los ¨²nicos que hacemos esta labor. El d¨ªa que el Gobierno quiera conservarlos, ya sabe donde los puede encontrar".
Una de las "penas" de Etxeberria "es que no se haya hecho en todos y cada uno de los ayuntamientos de Espa?a una reuni¨®n espec¨ªfica para hablar de este tema. Y cuesta exactamente cero euros", explica. Esa reuni¨®n habr¨ªa consistido en que cada ayuntamiento hiciera un debate "y llegara a la conclusi¨®n de que aquello fue injusto. Sin complicarlo mucho, con un texto que diga que teniendo en cuenta que v¨ªctimas fueron estos y aquellos van a quedar recogidas con nombre y apellidos en las actas del pleno del ayuntamiento. Eso s¨ª ser¨ªa recuperar la memoria hist¨®rica".
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