"Las gr¨²as no crecer¨¢n hacia nuevos espacios del litoral catal¨¢n"
Joaquim Nadal repite como consejero de Pol¨ªtica Territorial. La oposici¨®n hubiera preferido su relevo, pero Jos¨¦ Montilla le ha reiterado la confianza que le diera Pasqual Maragall en la fase de gobierno tripartito. Anuncia una pol¨ªtica de continuidad con algunos cambios y asume que el urbanismo puede ser uno de los ejes de su pol¨ªtica, adem¨¢s de la negociaci¨®n de los traspasos estatutarios, fundamentalmente los aeropuertos y los trenes.
Pregunta. ?C¨®mo enfoca esta nueva etapa?
Respuesta. Una s¨ªntesis de continuidad y cambio: continuidad en los proyectos y programas ya encarrilados y bien estructurados. Por ejemplo, los planes territoriales y los planes directores. Tambi¨¦n los planes de infraestructuras del transporte, puertos y aeropuertos. Y cambio en la medida en que no s¨®lo lo prevemos, sino que tambi¨¦n aspiramos a un cambio de escala en la gesti¨®n de los aeropuertos y del transporte terrestre.
El reto de este mandato son "los traspasos de las competencias previstas en el Estatuto, con los presupuestos adecuados para hacerlo bien"
"La Costa Brava dar¨ªa a¨²n para muchos negocios urban¨ªsticos con equivalentes m¨¢s al sur (no pondr¨¦ nombres)"
"El ciudadano que se encuentra en una cola en la carretera no discrimina si la infraestructura es de una administraci¨®n o de otra"
P. ?Cu¨¢l es el principal reto de este mandato?
R. Los traspasos de las competencias previstas en el Estatuto, con los presupuestos adecuados para hacerlo bien. Y eso significa competencias ferroviarias y competencias en aeropuertos.
P. ?Con qu¨¦ calendario?
R. Yo tengo m¨¢s prisa por concretar y acordar con el Ministerio de Fomento las mejoras y las inversiones que ha comprometido y que est¨¢ empezando a hacer en Cercan¨ªas y en la l¨ªnea de Vic-Ripoll-Puigcerd¨¤ y Lleida-Manresa, tengo m¨¢s prisa para esto que para la transferencia. Naturalmente, desde el punto de vista pol¨ªtico, el Gobierno de Catalu?a tiene como objetivo concretar estas competencias. Pero no lo precipitaremos.
P. ?En esta legislatura?
R. Razonablemente, dentro de esta legislatura.
P. Usted ha vivido tres grandes crisis: Carmel, Cercan¨ªas y El Prat. ?No son sfucientes para quemar a un consejero?
R. Un Carmel no se lo deseo a nadie. Pero la crisis del Carmel, diga lo que diga la oposici¨®n, se cierra cuando ya ha vuelto todo el mundo a casa y cuando se han cumplido satisfactoriamente las expectativas de todo el mundo. Encontrar¨ªamos a alguien descontento, seguro. Pero incluso el resultado electoral en el barrio demuestra que hay un grado de satisfacci¨®n razonable. Por supuesto, ahora el barrio tiene que remontar en sus expectativas y tenemos que milimetrar, pasadas las fiestas, c¨®mo reanudar las obras. Naturalmente, no empezamos durante estos d¨ªas de la campa?a de Navidad y Reyes para que los comercios puedan mantener su actividad normal, sin interferencia de camiones. En dos a?os y medio o tres, la l¨ªnea 5 tiene que funcionar hasta Vall d'Hebron.
P. ?No va a hacer cambios en el equipo directivo?
R. En los segundos niveles y en la estructura empresarial no hay nada confirmado. Lo hablaremos dentro de unos d¨ªas. Primero se tiene que aprobar el decreto de estructura del departamento, que ser¨¢ nuevo. El martes. Se reforma la estructura interna de la direcci¨®n del departamento por debajo de las secretar¨ªas.
P. ?Las direcciones generales?
R. Queremos abrir transportes en dos: puertos, aeropuertos y costas, por un lado, y transportes terrestres por el otro. Esto tiene que acabar adquiriendo una dimensi¨®n que no puede estar en manos de una sola direcci¨®n general, y cada una de las dos direcciones generales tienen que estar orientada hacia la estructura empresarial del Gobierno.
P. Volviendo a las crisis. El ciudadano ya no discrimina de qu¨¦ administraci¨®n depende un servicio. Quiere eficacia.
R. Eso est¨¢ claro. Es evidente que quien se encuentra en una cola en la 340 por Tarragona, o con dificultades para recorrer el eeje pirenaico, o quien cree que la nacional II en el Maresme es un problema, no discrimina entre una administraci¨®n u otra, no traza una l¨ªnea y dice: "Mira, la nacional II en el Maresme es de ¨¦stos y cuando llego a la C-32 es de los otros"; no, esto se ha diluido. Muy bien. Hemos aprendido que, puesto que el ciudadano lo ve as¨ª, la solidaridad entre administraciones para afrontar estos temas tiene que ser rec¨ªproca y permanente. Y no para protegernos, sino para trabajar juntos.
P. En ese plano ?el Gobierno catal¨¢n ten¨ªa informaci¨®n en la crisis de Cercan¨ªas de Renfe?
R. Yo creo que no suficiente.
P. ?El personal que informa en trenes y estaciones hubiera podido ser aportado por el Gobierno catal¨¢n?
R. No, porque la informaci¨®n que da este personal la tiene fundamentalmente quien tiene la competencia como operador.
P. El urbanismo depende de usted. ?No hay corrupci¨®n urban¨ªstica en Catalu?a?
R. En Catalu?a hoy no hay ning¨²n caso de corrupci¨®n urban¨ªstica equiparable a alguno de los que est¨¢n apareciendo por ejemplo en El PA?S.
P. ?C¨®mo se explica?
R. Creo que los males que a¨²n percibimos sobre el paisaje derivan de un mal urbanismo, no son el fruto de alguna ilegalidad. Venimos de un mal modelo, el de la ocupaci¨®n extensiva del territorio que permit¨ªa procesos de transformaci¨®n del suelo no urbanizable en suelo urbanizable, de forma reglada, no en t¨¦rminos de recalificaci¨®n corrupta, pero con un consumo de suelo excesivo. Y si hubiera ilegalidades ser¨ªan la excepci¨®n que confirmar¨ªa la regla. Cualquiera puede decir que conoce a tal se?or que ten¨ªa un campo de avellanos y, porque era amigo de no se qu¨¦ responsable municipal, al cabo de un tiempo se le recalific¨®. Pero estoy convencido de que ser¨ªa la excepci¨®n.
P. ?Fruto de que en muchos casos decidan dos: ayuntamiento y Generalitat?
R. Yo creo que s¨ª. La culminaci¨®n del modelo Solans [Joan Antoni Solans, responsable del urbanismo catal¨¢n en los 20 primeros a?os de gobiernos de CiU], menos personalizado. Solans lo ten¨ªa todo en su l¨¢piz. Ahora bien, que exista un doble filtro y que exista, sobre todo, un filtro de planificaci¨®n supramunicipal es una buena manera de crear las reglas del juego.
P. ?Puede ser que ya estuviera hecho? La Costa Brava est¨¢ masacrada.
R. La Costa Brava dar¨ªa a¨²n para muchos negocios urban¨ªsticos con equivalentes m¨¢s al sur (no pondr¨¦ nombres). En cambio, el plan director del sistema litoral protege para siempre el 40% de la costa. La gente puede decir que ve mucha gr¨²a, pero la gr¨²a est¨¢ limitada a ¨¢mbitos donde seguramente hoy no actuar¨ªmos pero que son las ¨²ltimas secuelas de un modelo urban¨ªstico pasado y superado. El dominio de las gr¨²as no crecer¨¢ hacia nuevos espacios del litoral catal¨¢n.
P. ?Es l¨®gico que se haya hiperconstruido en la Val d'Aran y la Cerdanya?
R. Son casos diferentes. En la Cerdanya, el plan plurimunicipal, que tiene 20 a?os de antig¨¹edad, ha tenido virtudes y defectos. ?Virtud? Ha impedido que la edificaci¨®n haya bajado hasta la llanura. ?Defecto? Que la interpretaci¨®n generosa de c¨®mo eran los crecimientos en arrabal en los n¨²cleos ha permitido la aparici¨®n de urbanizaciones que son casi poblaciones pegadas a los n¨²cleos antigos. Esto ha alcanzado un techo y ahora, en cierta manera, la Cerdanya se divide entre los municipios que agotaron su techo y que quieren m¨¢s, y los que a¨²n tienen mucho y no quieren compartirlo con los vecinos. Tenemos un plan director de la Cerdanya que marca muy claramente las pautas de crecimiento. El plan general de Puigcerd¨¤ permite un crecimiento de 3.500 habitantes tan s¨®lo en Puigcerd¨¤. Esto es visto con ojos cr¨ªticos por algunos, pero una capital con masa cr¨ªtica evita la tentaci¨®n del crecimiento de los n¨²cleos, que tiene que ser proporcionado. No se pueden permitir 500 casas en un pueblo de 100.
P. ?Y la Val d'Aran?
R. En la Val d'Aran, yo creo que hay dos casos, Naut Aran y Vielha, como paradigm¨¢ticos, y el resto no representa un gran problema. Tenemos que definir tambi¨¦n por mecanismos diferentes cu¨¢les son los l¨ªmites del crecimiento de la Val d'Aran. Tendr¨ªan que aumentar las camas calientes y reducirse las fr¨ªas, las de segunda residencia que se utilizan 15 d¨ªas al a?o. En cambio, los negocios tur¨ªsticos con vocaci¨®n de continuidad tienen que subir. Y ¨¦ste es el juego que estamos intentando asegurar.
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