Un defecto de forma salva a Landaluze
El ciclista del Euskaltel evita una sanci¨®n de dos a?os por dopaje porque un mismo t¨¦cnico tuvo contacto f¨ªsico con la orina del corredor en el an¨¢lisis de la primera muestra y en el contraan¨¢lisis
En junio de 2005, I?igo Landaluze, un ciclista de 28 a?os del Euskaltel y virgen palmar¨¦s profesional, gan¨® la prestigiosa prueba Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦. Fue una de las grandes sorpresas del a?o ciclista. Ayer, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) hizo p¨²blico el laudo por el que rechazaba una sanci¨®n de dos a?os por dopaje solicitada para el corredor vasco por la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI). El motivo que justifica la decisi¨®n es que un mismo t¨¦cnico intervino en el an¨¢lisis y el contraan¨¢lisis de las muestras de orina que se tomaron al corredor.
Fue una de las grandes sorpresas del a?o jur¨ªdico-deportivo dada la inusual raz¨®n esgrimida por el tribunal con dos ¨¢rbitros a favor y uno en contra. El laboratorio de Chatenay-Malabry (Par¨ªs) que descubri¨® testosterona de origen ex¨®geno en la orina de Landaluze el verano de 2005 no cumpli¨® con lo estipulado en el reglamento de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) al permitir que un mismo t¨¦cnico tuviera contacto f¨ªsico con la orina de Landaluze en el an¨¢lisis de la primera muestra y en el posterior contraan¨¢lisis.
El laudo pone de manifiesto la dificultad de los laboratorios para cumplir las decenas de normas impuestas por la AMA, por lo que habr¨¢ alarmado a los responsables de los mismos, pero tambi¨¦n, seguramente, ha alegrado a unas cuantas personas, aparte de a Landaluze, sus amigos y a las decenas de abogados especialistas que encontrar¨¢n en la resoluci¨®n del caso ideas para sus clientes, como por ejemplo a Floyd Landis, que lleva meses clamando contra los errores de procedimiento cometidos, a su parecer, por el mismo laboratorio parisino durante los an¨¢lisis que tambi¨¦n descubrieron testosterona sint¨¦tica en su orina de ganador del pasado Tour.
El caso de Landis, actualmente a la espera de que la asociaci¨®n de ¨¢rbitros de Estados Unidos fije la fecha de su audiencia, acabar¨¢, probablemente, recalando en el TAS en marzo pr¨®ximo. "Evidentemente, la resoluci¨®n sobre Landaluze le dar¨¢ ideas al abogado de Landis", se?ala una fuente cercana al TAS, "pero tambi¨¦n ayudar¨¢ a la UCI a preparar mejor el caso, porque en el fondo, el problema en el asunto de Landaluze ha sido que la UCI no ha podido probar que el error del laboratorio no ha influido en el resultado positivo de los an¨¢lisis".
A la federaci¨®n espa?ola, el primer estamento que resolvi¨® no sancionar a Landaluze, le convencieron los argumentos t¨¦cnicos, pr¨¢cticamente ininteligibles para el comit¨¦, sobre la validez y el desarrollo del m¨¦todo de espectrometr¨ªa de masas de is¨®topos radiactivos con el que se declar¨® sint¨¦tica su testosterona, esbozados por la defensa del ciclista vasco, que no aludi¨® en esta instancia a los defectos puramente formales.
Tales argumentos t¨¦cnicos chocaron, sin embargo, en el TAS contra las apreciaciones de su perito especialista, Martial Saugy, director del laboratorio de Lausana. M¨¢s suerte tuvo la defensa del vasco, que tambi¨¦n pretendi¨® que el TAS se declarara sin competencias para juzgarlo, en sus dos alegaciones formales. El TAS admiti¨® que los plazos de los an¨¢lisis no se hab¨ªan respetado, aunque tambi¨¦n precis¨® que ello no tuvo por qu¨¦ influir en el resultado, y tambi¨¦n admiti¨® el argumento de que una misma persona no puede manipular las muestras en an¨¢lisis y contraan¨¢lisis, lo cual no puedo demostrar la UCI que no influyera en el positivo.
"Es pr¨¢cticamente imposible probar un hecho negativo, esto es, que la participaci¨®n de un mismo analista en los dos an¨¢lisis no haya afectado al resultado", reconoce el TAS en su laudo. "Y que los responsables de laboratorios piensan que esta norma es muy r¨ªgida, pero los ¨¢rbitros no creamos las reglas, las aplicamos".
"En efecto, para nosotros es muy complicado organizar el trabajo acorde a las 60 p¨¢ginas de los est¨¢ndares para laboratorios fijados por la AMA", dice Jordi Segura, del laboratorio antidopaje de Barcelona, que cuenta con unos 20 analistas para procesar las 4.000 muestras anuales que les llegan, "Y esa norma, que estableci¨® para evitar que, por ejemplo, si un analista falsea el primer an¨¢lisis a?adiendo, por ejemplo, la sustancia prohibida en la muestra, pueda repetirlo en el segundo, nos dificulta a¨²n m¨¢s las cosas dada la complejidad creciente de las t¨¦cnicas. Un an¨¢lisis de testosterona sint¨¦tica nos lleva cuatro d¨ªas, por ejemplo". En 2005, el laboratorio de Par¨ªs, que cuenta con unos 30 t¨¦cnicos, efectu¨® 9.205 an¨¢lisis. En 491 de ellos (el 5,3%, uno de los mayores porcentajes del mundo) se detect¨® sustancias prohibidas, 169 de ellas anabolizantes.
Una de ellas, en verano, cuando menos personal hay y m¨¢s trabajo se da, correspond¨ªa a Landaluze, quien, al final se ha librado de la sanci¨®n, pero no del tir¨®n de orejas. "En todo caso", no se olvida de subrayar el TAS, "esta sentencia no constituye una declaraci¨®n de inocencia para Landaluze en lo que respecta a las leyes antidopaje. Landaluze se beneficia simplemente de una regla formal, aunque sin embargo fundamental para garantizar los derechos de las personas sometidas a los controles antidopaje".
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