?Quiere una cerveza?, pulse el bot¨®n

Nueve camareros escuchaban las ¨²ltimas instrucciones de su jefe ayer en Madrid, minutos antes de la inauguraci¨®n de un local pionero en Espa?a. Lo hac¨ªan en silencio, concentrados, fij¨¢ndose en cada palabra, pero no le miraban. Los ojos estaban clavados en las manos y los gestos de la cara de una traductora de signos, dedos que volaban a toda velocidad para decir que "uno no puede quedarse parado nunca, que en un bar siempre hay algo que hacer".

El Caf¨¦ de los Signos, pr¨®ximo a la estaci¨®n de Atocha (Santa Mar¨ªa de la Cabeza, 75), no es un bar cualquiera. S¨®lo en Par¨ªs existe un restaurante de igual nombre atendido en su totalidad por sordos.

Leticia Navas-Parejo, ex peluquera de 30 a?os y su compa?era Mar¨ªa del Mar Gal¨¢n, ex limpiadora de 43, sordas las dos, afrontaban ayer con nerviosismo evidente el reto de convertirse en camareras. Les preocupa llevar con garbo y sin accidentes la bandeja cargada, subir con ella las escaleras, pero aseguran que entender bien las comandas no va a ser complejo. "Habr¨¢ dibujos en las cartas para los clientes que quieran aprender a decir 'gracias' en lengua de signos, pero si no, pueden se?alar los n¨²meros como en los restaurantes chinos", explica Felipe Louro, el jefe (38 a?os), uruguayo de ascendencia gallega que ha puesto en marcha la idea de su padre, Gabriel, ambos con experiencia en negocios similares.

En Espa?a hay un mill¨®n de personas con deficiencias auditivas de diversos grados, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica, y nacen alrededor de 200 ni?os cada a?o con sordera profunda.

El Caf¨¦ de los Signos se inaugur¨® con m¨²sica de Mar¨ªa Bethania. Hay 13 sordos, aunque tambi¨¦n dos oyentes que les apoyar¨¢n cuando se requiera. Aqu¨ª no se llama a voces al camarero, basta con pulsar una lucecita que hay en cada mesa. La selecci¨®n de personal se ha hecho con la ayuda de la Asociaci¨®n Altatorre, la Asociaci¨®n de Sordos de Madrid (Asormadrid) y la Federaci¨®n de Personas Sordas de la Comunidad de Madrid (FeSorCam). Beatriz Mart¨ªn, t¨¦cnico de formaci¨®n de la Federaci¨®n asegura que aqu¨ª los oyentes experimentaran "que existe la comunicaci¨®n m¨¢s all¨¢ de las palabras y que un sordo puede trabajar en muchas cosas porque no necesita un int¨¦rprete al lado las 24 horas".

Isabel Barrag¨¢n, de Asormadrid habla del caf¨¦ como una "posible revoluci¨®n", porque "puede abrir la oferta de trabajo que se ofrece a los sordos, que no suele pasar de labores de limpieza y manipulado, algo muy injusto".