Barreras de adopci¨®n

El Gobierno chino est¨¢ dispuesto a endurecer, a partir del 1 de mayo de 2007, las condiciones o requisitos para adoptar ni?os chinos por parte de extranjeros. El cat¨¢logo de exigencias es casi tan duro como una pista de entrenamiento militar. Para empezar, el postulante a padre adoptivo no podr¨¢ ser obeso, es decir, su ¨ªndice de masa corporal -relaci¨®n entre peso y talla- no podr¨¢ superar 40; no padecer¨¢ enfermedad mental o discapacidad f¨ªsica; su renta anual deber¨¢ superar los 7.700 euros por cada miembro de la familia; est¨¢n excluidos los casados en terceras nupcias y los grupos familiares con cinco hijos. Entre otras barreras, como la prohibici¨®n terminante a los homosexuales.

Este rosario de impedimentos recoge arbitrariedades de muy distinta naturaleza. Es llamativa la de la obesidad, que se descalifica por s¨ª misma, pero el desprop¨®sito probable de otras es muy superior. Por ejemplo ?qu¨¦ dosis de tranquilizantes hay que tomar para perder el derecho a la adopci¨®n? V¨¦ase adem¨¢s la mojigata discriminaci¨®n a los solicitantes con tres matrimonios a sus espaldas, que resultar¨ªa dif¨ªcil de argumentar incluso por el cl¨¦rigo m¨¢s rancio de cualquier religi¨®n.

La forma m¨¢s l¨®gica de explicar tanto dislate es considerar que las autoridades chinas carecen de burocracia especializada suficiente para hacer frente a las masivas peticiones de adopci¨®n y han decidido limitar con requisitos a voleo el n¨²mero de peticiones. De nuevo hay que sugerir que las condiciones de adopci¨®n en todos los pa¨ªses respondan a normas racionales y parecidas -iguales es imposible- entre s¨ª. Ser¨ªa deseable adem¨¢s que los tr¨¢mites, rigurosos si se quiere, no sean tan pesados e irritantes como los que, por ejemplo, hay que sufrir en China.