La formaci¨®n de un escritor

Hace medio siglo Caballero Bonald le¨ªa m¨¢s versos y libros de versos de los que ¨¦l mismo hab¨ªa de escribir en toda su vida: son los a?os de la primera madurez de un poeta que ha sido ya autor de un acc¨¦sit del Premio Adonais, Las adivinaciones, y las Ediciones de Cultura Hisp¨¢nica le publican otro libro en 1954, Memorias de poco tiempo.

Lo valioso de esta cr¨ªtica literaria rescatada de entonces, o un poquito despu¨¦s, desde 1956, es que lleva a cuestas la misma fabricaci¨®n de un poeta en el momento de hacerse, mientras discute con Carlos Sahag¨²n (para respaldarlo categ¨®ricamente) y se admira ante la independencia de Carlos Barral en su Metropolitano, o disfruta del debate te¨®rico que el mismo Barral y Jaime Gil de Biedma proponen cuando ¨¦ste traduce y prologa los ensayos de Eliot en Funci¨®n de la poes¨ªa y funci¨®n de la cr¨ªtica.

Juan Carlos Abril ha rescatado estos art¨ªculos de cr¨ªtica, que hablan claro y vivo sobre la marcha de un poeta, de las p¨¢ginas de Papeles de son Armadans (estuvo con Cela all¨ª, en Palma de Mallorca, entre 1956 y 1958), de ?nsula y de alguna gran revista colombiana, Mito, hecha por un ¨ªntimo amigo de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, el tambi¨¦n poeta Jorge Gait¨¢n.

Quedan ya s¨®lo por repescar todav¨ªa algunos art¨ªculos m¨¢s, un poco anteriores, publicados en Revista, de Barcelona, y en particular 'Meditaciones en torno al Canto personal', del verano de 1953, y que es uno de los m¨¢s complicados y hoy reveladores documentos sobre c¨®mo se hicieron, por dentro y por fuera, los j¨®venes escritores en la brega entre lo oficial y lo extraoficial: no despreciaban ni a Luis Felipe Vivanco ni a Leopoldo Panero ni a Jos¨¦ Luis L. Aranguren, pero se sent¨ªan mejor arrimados a Blas de Otero, a Gabriel Celaya o, desde luego, a ?ngel Gonz¨¢lez.