El viaje inverso de Matt Elliott
El m¨²sico brilla como cantautor en 'Failing songs', disco inspirado por sus ra¨ªces eslavas
Con Matt Elliott (Bath, 1974), oculto en el siglo pasado bajo el alias de The Third Eye Foundation, enseguida surge la pregunta. ?Por qu¨¦ un estandarte ingl¨¦s del drum'n'bass, autor de varios trabajos apreciados por la cr¨ªtica, abandona la electr¨®nica para reciclarse en cantautor folk de sorprendentes aires balc¨¢nicos? "Todo empez¨® al picarme mis primos y mis hermanos en las reuniones familiares: '?Eres m¨²sico? T¨®canos algo'. Y yo apenas dominaba los rudimentos de la guitarra. As¨ª que me encerr¨¦ dos horas diarias para practicar", rememora Elliott en un hotel de la Gran V¨ªa madrile?a.
Corr¨ªa el a?o 2001 y todav¨ªa no sospechaba convertirse en art¨ªfice de discos como el alcoholizado Drinking songs (2005) o el nuevo y deslumbrante Failing songs, donde crecen los ecos de la Europa del Este. "Mi abuela era estonia, y mi primer recuerdo musical proviene de cuando mi madre me llevaba de ni?o a la Iglesia ortodoxa rusa. No entend¨ªa nada, pero me impresionaban aquellas canciones tan tristes. De alguna manera reflejaban el sufrimiento del exilio". Elliott se considera "un estudioso de la geograf¨ªa musical" y se muestra, por ejemplo, "aburrido de la escala t¨ªpica del blues", frente a su inter¨¦s por las estructuras del folk europeo. Y en una gira espa?ola encontr¨® a la violinista Patricia Arg¨¹elles, que le ha ayudado a lograr en Failing songs lo no conseguido con el anterior: cierto ¨¢nimo mel¨®dico para sus letras atormentadas. "Estaba descargando mi furgoneta en Vigo, cuando o¨ª su viol¨ªn dentro del local y entr¨¦. Tras el concierto no pude verla, pero le dej¨¦ mis discos y mi direcci¨®n a uno de sus compa?eros de grupo. Me escribi¨® y convenc¨ª a la discogr¨¢fica para que viniera dos semanas a mi estudio casero. El viol¨ªn, en cambio, lo grabamos por las noches en una iglesia". Sin una lengua en com¨²n, la comunicaci¨®n no se resinti¨®: "Algo incre¨ªble, y Patricia era siempre capaz de improvisar, lo que no hacen todos los m¨²sicos de formaci¨®n cl¨¢sica. Yo soy un jefe f¨¢cil porque dejo libertad, aunque luego tenga la palabra final. He estado en bandas y s¨¦ que la democracia plena no funciona".
Falta un detalle: Matt Elliott lleva afincado con su novia francesa y sus dos hijos varios a?os en la campi?a gala. Y dej¨® el sello ingl¨¦s Domino ("todo el dinero era para Franz Ferdinand") por Ici d'Ailleurs, casa entre otros de Yann Tiersen. ??nico motivo del adi¨®s al Reino Unido? "Al margen de que mi primer disco como Matt Elliot (The mess we made, 2003) s¨®lo vendiera 78 copias all¨ª, est¨¢ la carest¨ªa inmobiliaria. Adem¨¢s, Bristol, donde viv¨ªa, es un lugar muy contaminado", precisa. ?Seguro que no hay nada adicional? ?Quiz¨¢ la oscuridad medi¨¢tica padecida por todo lo que no oliera en dicha ciudad al aclamado trip-hop? "En absoluto. Siempre he tenido claro que, por ejemplo, Massive Attack era un buen grupo, pero de pop comercial. Lo que s¨ª influye es lo poco que me identifico con los pol¨ªticos brit¨¢nicos. No tengo nada que ver con esa gente". Matt Elliott tambi¨¦n se niega a ir de gira por EE UU. Cuestiones pol¨ªticas: "Resulta f¨¢cil matar cuando se cree que Dios est¨¢ de tu lado. Y Bush piensa que Dios es neocon", sentencia sin obviar otro detalle: "Puede que tampoco me dejaran entrar. Tengo antecedentes por posesi¨®n de marihuana".
Su nuevo ¨¢lbum incluye alguna guitarra con deje espa?ol y un instrumental de influencia griega, The ghost of Maria Callas. "Ella viene a ser la voz de mi conciencia ante determinadas decisiones. Pero quiz¨¢ no deber¨ªa contarte esto. Vas a creer que tomo demasiadas drogas", bromea. As¨ª como en Drinking songs glos¨® la triste historia del submarino ruso Kursk, las canciones del fracaso, estas Failing songs, exudan pesimismo y rabia antisistema. Tambi¨¦n agresividad a veces: "S¨®lo hablo de eliminar a enemigos de la humanidad. Pura fantas¨ªa, una expresi¨®n de ira. Y eso que, parad¨®jicamente, paso por el momento m¨¢s feliz de mi vida"."Soy un jefe f¨¢cil. Dejo libertad, aunque luego tenga la palabra final. S¨¦ que la democracia plena no funciona"
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