"Internet es el mejor ant¨ªdoto contra los abusos de poder"
"Historia del atletismo". "M¨²sica de los 80". "Pluralismo en relaci¨®n a la diversidad". Las frases, escritas en todos los idiomas, desfilan en la pantalla situada en la recepci¨®n del edificio principal de Google, en Mountain View, cerca de San Francisco (California). Son algunas de las peticiones que est¨¢n realizando los internautas en el buscador n¨²mero uno del mercado. Una media de 380 millones de usuarios de 112 pa¨ªses visita todos los meses la p¨¢gina de Google.
Esta compa?¨ªa de tremendo crecimiento (contrata a unos cien empleados a la semana) y creciente influencia est¨¢ dirigida por Eric Schmidt, "el inform¨¢tico transformado en consejero delegado de Google", seg¨²n la descripci¨®n del periodista John Battelle, autor del libro Buscar. Schmidt lleg¨® a la compa?¨ªa en 2001, y las malas lenguas de Silicon Valley dicen que los j¨®venes fundadores de la compa?¨ªa (Larry Page y Sergey Brin) le contrataron s¨®lo para contentar a las compa?¨ªas de capital riesgo, que hab¨ªan invertido mucho dinero en la compa?¨ªa y esperaban obtener m¨¢s a¨²n sac¨¢ndola a Bolsa. Pero Schmidt no es un cualquiera. Es un ingeniero de prestigio, que fue director de operaciones en Sun Microsystems y ha presidido Novell, dos compa?¨ªas donde, por cierto, compiti¨® duramente con quien tambi¨¦n es ahora su gran enemigo, Microsoft. En Google se encarga de dirigir el d¨ªa a d¨ªa de un negocio que ya vale m¨¢s de 145.000 millones de d¨®lares en Bolsa.
"Si los ciudadanos tienen acceso a la Red, se convierten en voz m¨¢s poderosa, una gran presi¨®n"
"Para mantener su crecimiento, China tendr¨¢ que ser m¨¢s abierta. Y nosotros queremos ayudar"
"Los pol¨ªticos han sido elegidos por la TV, pero en 30 a?os tendr¨¢n el poder si entienden Internet"
"La Red no mata nada. ?C¨®mo puede ser malo que digitalizando libros se lea m¨¢s?"
"La gente no ha venido a Google a hacer dinero, sino a cambiar el mundo"
Ha sido un a?o intens¨ªsimo en Google.
Ha lanzado un sistema para pagar por Internet, ha puesto en marcha una iniciativa para digitalizar libros y pel¨ªculas,
y ha firmado acuerdos con empresas de telefon¨ªa m¨®vil y con los grandes peri¨®dicos estadounidenses para publicar sus anuncios. Y adem¨¢s se ha gastado 1.650 millones de d¨®lares en comprar Youtube. Pero la hiperactividad de Google empieza a crearle enemigos. Un grupo de peri¨®dicos belgas ha demandado a la compa?¨ªa por buscar entre su contenido sin su permiso, y asociaciones de derechos civiles han criticado con dureza su decisi¨®n de comulgar con la censura china y su oscurantismo a la hora de ofrecer explicaciones sobre sus actividades.
Amable, prudente y reservado, Schmidt enfatiza cada una de sus ideas, aunque aclara cu¨¢ndo son personales. Y ha hecho los deberes: siempre que puede menciona datos de Espa?a. Antes y despu¨¦s de la entrevista, insiste: "Espa?a me impresiona. Creo que ustedes no se dan cuenta del tremendo cambio que ha dado su pa¨ªs".
Pregunta. Parece que Google quiere hacerlo todo, desde conectarnos a Internet por una red inal¨¢mbrica hasta dar noticias y correo electr¨®nico. ?Qu¨¦ es Google?
Respuesta. Google es un innovador. A veces, las innovaciones provienen de ideas de los gestores, pero normalmente salen de los equipos. Muchas de las iniciativas que menciona no son nuestras, sino de los empleados, y nosotros les animamos a hacerlo. Cuanto m¨¢s general sea el prop¨®sito [del producto], y cuanto m¨¢s pueda cambiar el mundo, mejor.
P. ?Y qu¨¦ es lo pr¨®ximo?
R. Una respuesta simple a su pregunta es que lo siguiente es ofrecer m¨¢s y mejores b¨²squedas en todas las lenguas, y sobre todo tipo de informaci¨®n. S¨¦ que parece que est¨¢ todo hecho, pero si lo mira en un contexto m¨¢s amplio, ?cu¨¢nta informaci¨®n no est¨¢ ahora mismo en la Red? Todos los libros, v¨ªdeos, los programas de radio... Nos gustar¨ªa hacer accesible toda esa informaci¨®n; por supuesto, legalmente y bajo las leyes del copyright.
P. ?Es Google una empresa de medios?
R. Google es una compa?¨ªa de productos de tecnolog¨ªa, y nuestro objetivo es construir tantos como podamos. No somos una empresa de medios ni de marketing, aunque muchas veces nos comparen con ellas. Dependemos de los medios para el contenido, nuestra empresa no los crea. Podemos ser una compa?¨ªa de distribuci¨®n, si quiere, pero no de medios.
P. ?Qu¨¦ piensa entonces cuando oye a gente como Steve Ballmer
[presidente de Microsoft] decir que ustedes son una amenaza para los medios?
R. Pienso que est¨¢ equivocado. Y no ser¨ªa la primera vez.
P. ?En qu¨¦ consiste el acuerdo firmado con los peri¨®dicos estadounidenses?
R. Intentamos usar nuestro poder para ayudar a distribuir nueva publicidad. En EE UU, los peri¨®dicos est¨¢n teniendo problemas con los ingresos por la p¨¦rdida de los clasificados, as¨ª que, con este nuevo sistema, estamos intentando llevar a nuestros anunciantes hasta el peri¨®dico. Veremos si funciona. Yo creo que lo har¨¢, pero si no lo hace intentaremos otra v¨ªa, porque los peri¨®dicos son muy importantes. Lo son por muchas razones, pero, adem¨¢s, nosotros dependemos de su contenido.
P. Los usuarios est¨¢n cada vez m¨¢s preocupados por la intimidad. ?Qu¨¦ sabe Google de nosotros?
R. La respuesta t¨¦cnica es que, si usted es un internauta normal, conocemos su direcci¨®n IP [el identificador ¨²nico de un ordenador conectado a Internet] cuando hace sus b¨²squedas, pero no sabemos nada de usted. No sabemos su nombre, ni qui¨¦n es, ni su tarjeta de cr¨¦dito. Si usted se ha apuntado a la b¨²squeda personalizada, podemos saber m¨¢s; pero al acceder a ese servicio, sabe que nosotros sabemos m¨¢s. Mi respuesta general a esta pregunta es que la decisi¨®n debe ser tomada por el usuario. Yo soy muy cuidadoso con mi intimidad personal, y animo al resto de la gente a que lo sea tambi¨¦n.
P. AOL, este verano, desvel¨® los resultados de las b¨²squedas de m¨¢s de 650.000 usuarios...
R. S¨ª, eso fue un desastre total.
P. Mucha gente empez¨® entonces a reflexionar sobre qu¨¦ datos tienen y qu¨¦ hacen con ellos.
R. Nosotros, desde luego, no har¨ªamos eso. S¨®lo entregamos datos por una orden judicial.
P. Google, de hecho, se ha negado a entregar los datos de las b¨²squedas de sus usuarios que le hab¨ªa exigido el Gobierno estadounidense. Si alg¨²n Gobierno europeo lo pidiera, ?har¨ªan ustedes lo mismo?
R. Tenemos una regla que es muy simple: tenemos que cumplir la ley en el pa¨ªs donde operemos. Google sigue las leyes espa?olas. Si el Gobierno sigue el procedimiento establecido y acude al sistema judicial, lo haremos, porque la compa?¨ªa tiene que cumplir la ley.
P. ?Y en China?
R. All¨ª decidimos cumplir la ley, pero tambi¨¦n decidimos no poner en marcha ning¨²n sistema que permitiera la identificaci¨®n personal de los usuarios. En Espa?a hay protecciones legales para los ciudadanos. En China, esas protecciones no existen, as¨ª que cambiamos nuestra forma de actuar.
P. La decisi¨®n de desembarcar en China ?fue dif¨ªcil de tomar?
R. Fue extremadamente dif¨ªcil. Nadie se planteaba estar en China de la misma manera que en Espa?a. La cuesti¨®n era elegir entre no estar en China y estar en China con restricciones. Nuestra visi¨®n era que era m¨¢s importante estar all¨ª.
P. ?Cree que las compa?¨ªas occidentales pueden ayudar a cambiar la situaci¨®n?
R. Yo creo que si se da ese poder [Internet] a los ciudadanos, se convertir¨¢n en una voz m¨¢s poderosa, una gran presi¨®n para lograr la democracia. Mi ejemplo personal es Cuba. Estados Unidos ha sometido a Cuba a un embargo durante los ¨²ltimos 40 a?os para tratar de echar a Castro del poder, y a¨²n est¨¢ ah¨ª. ?No ser¨ªa mejor entregarles m¨¢quinas de fax y ordenadores, y darles acceso e Internet, para que los cubanos entendieran la tremenda cantidad de cosas que se est¨¢n perdiendo porque un dictador est¨¢ dirigiendo su pa¨ªs? China, y de nuevo es mi opini¨®n personal, est¨¢ cambiando delante de nuestros ojos, y para mantener su crecimiento y su desarrollo tendr¨¢ que convertirse en un r¨¦gimen m¨¢s abierto. Y nosotros queremos ayudar.
P. Usted ha escrito un art¨ªculo donde defiende que Internet ha derrumbado las barreras de acceso a la informaci¨®n. ?C¨®mo cree que esa democratizaci¨®n de la informaci¨®n puede afectar a quienes tradicionalmente la han controlado, como los pol¨ªticos, las empresas o los medios de comunicaci¨®n?
R. Deje que le d¨¦ un ejemplo. Digamos que usted se convierte en el dictador de un peque?o pa¨ªs. ?Qu¨¦ es lo primero que har¨ªa? Cerrar las fronteras. Lo segundo ser¨ªa controlar la televisi¨®n y los peri¨®dicos, y hacer que transmitan a la poblaci¨®n lo que usted quiere que digan. Con Internet ocurre exactamente lo contrario. Internet es el mejor ant¨ªdoto para evitar ese escenario que acabo de describir. La gente conectada a Internet tiene toda la informaci¨®n real de la situaci¨®n, puede organizarse, puede decidir si usted es o no un buen dictador. Es extremadamente poderoso. Los pol¨ªticos est¨¢n aprendiendo c¨®mo trabajar con esta herramienta. En Europa y EE UU han sido elegidos por la televisi¨®n, pero tiene sentido pensar que habr¨¢ otra generaci¨®n de estrellas medi¨¢ticas formadas en Internet. Ahora son j¨®venes, pero en los pr¨®ximos 30 a?os tendr¨¢n el poder porque entienden c¨®mo usar Internet.
P. El escritor John Updike ha pronunciado un discurso muy pol¨¦mico, en el que aseguraba que la iniciativa de Google de digitalizar los libros supone el final de la autor¨ªa.
R. Con todos mis respetos a John Updike, Internet no mata nada. Internet significa m¨¢s elecci¨®n. La gente a¨²n lee libros y peri¨®dicos, pero tambi¨¦n quiere leerlos en los monitores de sus ordenadores. Esta historia se repite una y otra vez. Hab¨ªa mucho miedo de que el DVD sustituyera al cine, y al final hay m¨¢s gente que va al cine y que ve DVD, porque la tarta es mayor. En el caso del libro, si conseguimos que la gente lea m¨¢s, ?c¨®mo puede ser algo malo? Si hay m¨¢s gente leyendo libros significa que hay m¨¢s cultura, alfabetismo, educaci¨®n, y adem¨¢s m¨¢s ventas.
P. Los empleados de Google aseguran que ¨¦sta es una compa?¨ªa muy distinta a cualquier otra en la que hayan trabajado.
R. Lo es. Se siente diferente por dentro.
P. ?Por qu¨¦?
R. Parte de la explicaci¨®n es c¨®mo ha sido dise?ada esta empresa. No puedes tener orden y creatividad al ciento por ciento. Si eres todo creatividad, no tienes una empresa, y si eres todo orden, no haces nada nuevo. Google ha sido dise?ada para ser m¨¢s bien ca¨®tica; tratamos de construir una cultura que nos permita la creatividad y la experimentaci¨®n.
P. ?Y se puede mantener ese esp¨ªritu innovador y ca¨®tico creciendo tan r¨¢pido?
R. Es algo que me preocupa, pero hasta ahora hemos sido capaces de hacerlo.
P. ?Incluso despu¨¦s de la salida a Bolsa?
R. Estoy seguro de que hubo algunos cambios, pero creo que fueron menores. Es la misma gente la que lleva la compa?¨ªa, y no ha venido a Google a hacer dinero, sino a cambiar el mundo. La salida a Bolsa fue s¨®lo un evento para hacer dinero.
P. ?Y qu¨¦ es lo que le preocupa, entonces?
R. Me preocupa Google, su crecimiento. Por ejemplo, estamos creciendo mucho en Europa, el negocio es cada vez m¨¢s complejo, hay muchos acuerdos... Google tiene todos los problemas de una empresa que crece r¨¢pido. Europa est¨¢ creciendo much¨ªsimo. En Espa?a, Isabel
[Aguilera, directora general] lleva menos de un a?o, y mire c¨®mo est¨¢n creciendo los ingresos.
P. No podemos saber c¨®mo est¨¢ creciendo Google en Espa?a, porque ustedes no ofrecen esos datos. Tampoco muchos otros, como el n¨²mero de empleados que tienen. Esta compa?¨ªa intenta dar imagen de transparencia, pero no ofrece pr¨¢cticamente informaci¨®n.
R. ?Y por qu¨¦ deber¨ªamos querer que nuestros competidores supieran esos datos? ?Deber¨ªamos ser m¨¢s amables con ellos? Adem¨¢s, las compa?¨ªas en EE UU acaban pilladas en sus previsiones trimestrales, y nosotros hemos rechazado hacerlo. Estamos aqu¨ª por el largo plazo, para que cada hombre y mujer en Europa sea un usuario feliz y emocionado del servicio de Google. Queremos tener una posici¨®n de liderazgo global, y lo que nos preocupa son nuestra misi¨®n y nuestros valores.
P. En el libro Google, el periodista David Vise cuenta que los fundadores llevaban 16 meses buscando consejero delegado para la compa?¨ªa cuando le encontraron a usted...
R. S¨ª, me han contado que buscaron a alguien como yo durante 16 meses, y entonces se desesperaron y no tuvieron m¨¢s remedio que contratarme [risas].
P. ?Cu¨¢l fue su primera impresi¨®n?
R. Cuando yo llegu¨¦ aqu¨ª, este sitio era exactamente igual que ahora, s¨®lo que m¨¢s peque?o. Hab¨ªa esta tremenda sensaci¨®n de energ¨ªa. Yo he trabajado para grandes empresas, y quer¨ªa estar en una peque?a, de un solo edificio, que hiciera algo interesante. As¨ª que me puse muy triste cuando nos movimos a un segundo edificio [risas]. Nuestras aspiraciones son m¨¢s grandes, pero la personalidad es la misma.
P. Usted ha luchado toda su vida contra Microsoft y su presencia asfixiante en el mercado. ?Le preocupa que Google se haga tan grande que se convierta tambi¨¦n en una amenaza?
R. Es una pregunta muy buena. S¨ª que estoy preocupado por eso, pero hay una serie de razones por las que Google es muy diferente. Tiene mucho que ver con los fundadores. Tambi¨¦n con que no existe un monopolio de la informaci¨®n, hay m¨²ltiples opciones. Y tambi¨¦n porque nosotros no utilizamos sus t¨¢cticas de negocio, no creemos que sean buenas. Las preocupaciones son leg¨ªtimas, pero la respuesta tiene mucho que ver con c¨®mo actuamos. Microsoft pudo haberse comportado de forma diferente. Y eligi¨® no hacerlo.
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