Ver, o¨ªr y callar

La actuaci¨®n de soldados y polic¨ªas en Michoac¨¢n coincide estos d¨ªas con la llegada masiva desde Estados Unidos de miles de emigrantes que regresan a su tierra para pasar las vacaciones navide?as.

Michoac¨¢n, con m¨¢s de tres millones de personas, es uno de los Estados mexicanos con m¨¢s emigrantes en el vecino del Norte. En ciudades como Uruapan, el paso de camionetas de lujo con matr¨ªcula estadounidense es constante. Sus ocupantes suelen viajar con la m¨²sica de las bandas mexicanas a todo volumen.

Los controles en distintos puntos de la geograf¨ªa michoacana no han alterado la vida cotidiana de la poblaci¨®n, seg¨²n se?alan los lugare?os. "Es una guerra entre bandas rivales. Quien no se mete en l¨ªos no tiene de qu¨¦ preocuparse", dice un vecino de Uruapan. La clave es ver, o¨ªr y callar. Y no tener la mala suerte de estar en un sitio inadecuado en el momento inapropiado. Los l¨ªderes de la banda La Familia son conocidos. Se mueven a sus anchas en camionetas por todo el Estado. Al menos hasta la llegada de los 7.000 soldados y polic¨ªas. En Michoac¨¢n el control territorial de los narcotraficantes hab¨ªa llegado a tal punto, que les permit¨ªa vender droga y mucho m¨¢s. El cobro de impuestos y otros negocios discurre en este Estado bajo la atenta supervisi¨®n de los capos.