"En Galicia siento la antig¨¹edad de mi imaginaci¨®n"
A N¨¦lida Pi?¨®n le gustan los escritores cultos. "Lezama Lima, cuando habla de La Habana, habla del mundo, y sabe que ¨¦ste no empez¨® con su libro", se entusiasma. Su estrategia literaria se basa en la imaginaci¨®n y le gusta establecer puentes. "Entre la vaca Gallarda, que est¨¢ en un prado gallego, y Homero", explica, "existe una analog¨ªa extremada, y mi trabajo es descubrirla". A medio camino entre Brasil y Galicia, N¨¦lida Pi?¨®n (R¨ªo de Janeiro, 1937) a¨²n se estremece cuando recuerda su propia historia de emigrante.
Pregunta. ?Qu¨¦ lee N¨¦lida Pi?¨®n?
Respuesta. No es por vanidad, pero soy una mujer que lo ha le¨ªdo todo. Y sigo leyendo: el Antiguo Testamento, el Nuevo, a San Pablo, los textos s¨¢nscritos. Mucha historia, de Tuc¨ªdides a Braudel. Todo me deja una huella fant¨¢stica y no puedo deshacerme de esas huellas. Adem¨¢s, soy una lectora de la vida.
"Lo que m¨¢s me impresiona de los emigrantes gallegos es que, en general, nunca desistieron y jam¨¢s olvidaron"
"No existe ninguna otra literatura, aparte de la gallega, que tenga a una mujer como paradigma"
"Hay una caminata real, m¨ªtica, moral en todas las narrativas. Un viaje inici¨¢tico. Somos viajantes"
"El lenguaje reproduce las distintas etapas geol¨®gicas de la realidad y aqu¨ª se encuentran prosa y poes¨ªa"
P. Su prosa se encuentra muy conectada con la poes¨ªa...
R. La gran prosa puede tener ese v¨ªnculo po¨¦tico, no una forma po¨¦tica, pero s¨ª una visi¨®n po¨¦tica. Le da una visi¨®n universal, abarcadora. La prosa no deber¨ªa expulsar esta visi¨®n po¨¦tica. Incorporando este misterio de la lengua, enriquece el comportamiento de los personajes y de la literatura. Tambi¨¦n la poes¨ªa necesita una narrativa. Las grandes po¨¦ticas del pasado ten¨ªan una narrativa. Homero o Virgilio. Dante cuenta historias. Hay una caminata real, m¨ªtica, moral, en todas las narrativas. Un viaje inici¨¢tico. Uno est¨¢ siempre haciendo un viaje. Somos viajantes.
P. ?D¨®nde se sit¨²a la diferencia entre prosa y poes¨ªa?
R. En la poes¨ªa existe una cierta obligaci¨®n r¨ªtmica. Yo veo la prosa como un g¨¦nero muy moderno porque puede apropiarse de aspectos inherentes atribuidos a la poes¨ªa y quedarse con lo que la gente imagina que es la prosa contadora de hechos, cuestiones casi epis¨®dicas. Pero la gran prosa no puede ser s¨®lo epis¨®dica. Tiene que dar densidad al lenguaje. El lenguaje reproduce las distintas etapas geol¨®gicas de la realidad y aqu¨ª se encuentran prosa y poes¨ªa.
P. ?No le interesa el realismo?
R. Me interesa la realidad. Pero la literatura no es mim¨¦tica, no copia la realidad. La literatura pasa por el filtro de la percepci¨®n singular de cada cual. Y eso ya no es realismo. Somos seres de la imaginaci¨®n, contadores de historias.
P. Su obra siempre guarda ecos de un car¨¢cter m¨ªtico.
R. El mundo es antiguo, viene de muy lejos. Hay autores que creen que el mundo empez¨® con ellos. Me gusta la gran literatura arqueol¨®gica, que habla de hoy pero que presenta ingredientes que vienen desde siempre. La narrativa como una gran costura de las costumbres, de las tareas humanas. La banalidad de un texto es imperdonable. ?Y de qu¨¦ manera se combate un texto banal? Olvid¨¢ndolo.
P. ?D¨®nde arranca la literatura de N¨¦lida Pi?¨®n?
R. Soy eventualmente inaugural, pero no soy fundacional. Pero soy heredera de todo lo que ha existido jam¨¢s. En los ojos de una vaca gallega, que encontr¨¦ yendo a comer a Vedra con amigos, palp¨¦ el coraz¨®n de mi origen. Esa sensibilidad arqueol¨®gica hacia los hechos es un reconocimiento de que los hechos vienen de muy lejos. Y de ah¨ª mi literatura. Pero no hago esfuerzos para ser contundente como narradora: soy contundente como narradora. Tengo un compromiso muy fuerte con mi vida y no puedo descuidar todo ese c¨²mulo de conocimiento, de experiencia, que he vivido. Me he apropiado de toda esa cultura. Y adem¨¢s he le¨ªdo todo.
P. En la apertura del Congreso de escritores organizado en Santiago por el Pen Clube dijo que cuando viene a Galicia "se acerca a las ra¨ªces del mundo".
R. Creo en la universalidad de las culturas. No hay limpieza, no hay cultura que se valga sola por s¨ª misma. Vivimos todos en las sobras humanas, en los restos. Todo lo que sobra es nuestro, es un producto humano. Todo.
P. ?Qu¨¦ le fascina en la ¨¦pica de la emigraci¨®n gallega?
R. Me conmueven esas masas de hombres y mujeres atravesando el mundo. Sobre todo el hombre, porque las mujeres, fuertes, de valor y coraje, no eran soberanas. Imag¨ªnate un ni?o de 12 a?os que cruza el Atl¨¢ntico en condiciones lamentables y llega a un pa¨ªs con blancos, negros, mulatos, mestizos, con un idioma distinto y tiene que legitimar su existencia. Eran ni?os que ten¨ªan una historia y se hab¨ªan lanzado a la aventura humana. Lo que m¨¢s me impresiona es que nunca desistieron y jam¨¢s olvidaron. Esto es la impregnaci¨®n del recuerdo, es casi la ideolog¨ªa del recuerdo. Jam¨¢s se olvidaron de donde proven¨ªan, jam¨¢s olvidaron su familia, ni su lengua, ni sus esperanzas. Y a lo largo de 30 a?os enviaron sus pesetitas. Lo he dicho en A Rep¨²blica dos sonhos, hay que reclamar para el emigrante el estatuto de exiliado.
P. ?Pero hay diferencia entre emigraci¨®n y exilio?
R. Oficialmente. Pero el emigrante es heroico, porque asume compromiso con la nueva tierra. Va con la ilusi¨®n de que volver¨¢, pero no es verdad, no vuelve nunca m¨¢s. Es un constructor de naciones. Crea tribus y su vocaci¨®n es fabricar familias. Y jam¨¢s vuelve. Son seres repartidos para siempre, una divisi¨®n eterna. Yo fui el fruto de la divisi¨®n de mi padre, y ¨¦l no sab¨ªa que yo ser¨ªa la encarnaci¨®n de Galicia y Brasil, y que habr¨ªa de amar esa Galicia para siempre. Galicia es un gran amor en mi vida. El exiliado vuelve a su pa¨ªs y dice "ah, mis amigos que se quedaron en Par¨ªs", pero ¨¦l ya no tiene nada que ver con Par¨ªs.
P. ?Cu¨¢l es su relaci¨®n con la literatura gallega?
R. En mi primer viaje a Galicia desde 1947 recit¨¦ a Rosal¨ªa en el atrio de una iglesia en Burela. Como una fantasmagor¨ªa, yo parada en el atrio a la salida de la misa... Pero quisiera acercar m¨¢s mi relaci¨®n a la literatura gallega. He le¨ªdo bastante, pero siento que tendr¨¦ que perfeccionar m¨¢s y m¨¢s. Rosal¨ªa, porque me parece un fen¨®meno extraordinario, una poeta de gran dimensi¨®n, culta, constructora de lenguaje, pero a la vez con trazos populares. Me impresiona que sea el gran paradigma de la literatura gallega siendo mujer. No hay ninguna otra literatura, que yo sepa, que tenga una mujer como par¨¢metro.
P. ?C¨®mo est¨¢ presente Galicia en su obra?
R. La sensaci¨®n que tengo leyendo a los gallegos, hablando con la gente, hablando conmigo misma siendo gallega de origen, es que hay una imaginaci¨®n exacerbada. Yo siento en m¨ª, hasta hoy, una imaginaci¨®n que dispara. Y cuanto m¨¢s dispara, m¨¢s cultura acumula. Y tengo la ilusi¨®n, la sensaci¨®n, de que esto viene de Galicia. Cuando vine a Galicia, tuve la sensaci¨®n de que mis pensamientos encontraran eco aqu¨ª. Para m¨ª, Galicia es una ac¨²stica, una ac¨²stica de arca¨ªsmos donde se siente la antig¨¹edad de esta tierra, una antig¨¹edad que es la antig¨¹edad de mi imaginaci¨®n. Y no hablo por compromiso: cada vez m¨¢s me atrevo a decir lo que pienso sin temer las consecuencias.
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