Regalos culturales
Esta madrugada expira el plazo de regalos de unas fiestas que, aleluya, terminan. El hecho de que se solapen varias tradiciones obliga al personal a un esfuerzo econ¨®mico sin precedentes. Por acumulaci¨®n, cuesta ser original a la hora de acertar el regalo. En otros tiempos, todo pod¨ªa resolverse entregando un sobre con dinero que satisfac¨ªa tanto a quien hac¨ªa el regalo como a quien lo recib¨ªa (al fin y al cabo, los Reyes Magos no dudaron en llevarle oro al ni?o Jes¨²s). Pero la mitificaci¨®n del regalo ha logrado que se considere un ultraje dar dinero, probablemente porque atenta contra los cimientos hip¨®critas, y en ocasiones grotescos, de esta tradici¨®n. A la hora de contribuir al desenfreno que tanta vida proporciona a nuestro comercio, llevo a?os limit¨¢ndome a hacer regalos de los mal llamados culturales. Cultural es una etiqueta que no significa casi nada pero que ayuda a orientar la demanda en el oc¨¦ano de las ofertas. Adem¨¢s, atendiendo a la camel¨ªstica con la que los gastr¨®nomos han rebozado la comida y la bebida, tambien considero cultural cualquier aportaci¨®n embotellada o envasada al vac¨ªo.
Para los que todav¨ªa no se han decidido y quieran aprovechar las ¨²ltimas horas que les quedan, ah¨ª van una serie de recomendaciones que se ci?en a la denominaci¨®n de origen cultural entendida en su acepci¨®n m¨¢s generosa. 1) Regalo para el hermano peque?o (o sobrino) adicto a los videojuegos y que practica el desprecio y la mirada taciturna como ¨²nicas formas de comunicaci¨®n: un c¨®mic breve, desesperanzado y melanc¨®lico titulado Ice Haven, novela gr¨¢fica de Daniel Clowes, que incluye historias como la de un conejo azul que sale de la c¨¢rcel y que, al intentar reintegrarse a la sociedad, comprueba que todas las puertas se le cierran y que tiene que volver a delinquir. 2) Para la sobrina (o hija) que todav¨ªa no ha perdido la esperanza en un mundo mejor y en la consecuci¨®n de un horizonte nacional normalizador para Catalu?a: el CD del cantante Miquel Abras, titulado Entre mil vidres trencats, un ejemplo de que el pop en catal¨¢n puede ser tan estimulante (o no) como el pop espa?ol y que "Nom¨¦s per dir-te que t'estimo" no suena peor que "Y sin embargo te quiero".
3) Para el padre (o padrastro) que nos ha soportado tantas y tantas cosas y que, pese a todo, sigue teniendo ilusi¨®n por cuidar su bodega y algunas aficiones minoritarias: el libro Bordeaux et ses vins, una fant¨¢stica biblia de 2.400 p¨¢ginas con la historia y todos los datos sobre los vinos de Burdeos, y que se abre con una deliciosa cita de Jean Kressman: "En una botella de vino hay m¨¢s historia que geograf¨ªa" (si el padre o padrastro ha hecho m¨¦ritos, el libro ir¨¢ acompa?ado de una botella de Le Petit Cheval de 1999, que puede adquirirse en varias vinacotecas de esta ciudad). 4) Para el cu?ado que va de insufrible cin¨¦filo, que da la tabarra en la sobremesa y que confunde la erudici¨®n con la acumulaci¨®n de datos: el libro de Juan L¨®pez-Carrillo Los muertos no van al cine, que incluye versos tan contundentes como uno que acaba de un modo radical con vulnerables mitos de nuestra cinematograf¨ªa reciente: "Despu¨¦s de ver / El cartero (y Pablo Neruda) / me haces una gloriosa mamada". 5) Para la tieta (o la madre) concienciada, oyente de mil tertulias radiof¨®nicas, activa y en¨¦rgica, un tratado inteligente sobre la dermatolog¨ªa aplicada titulado Salvem la pell, del que son autores los doctores Francesc y Ramon Grimalt. Es un ejemplo de empresa familiar al servicio del conocimiento y all¨ª descubrimos, entre much¨ªsimas otras cosas, que algo tan desagradable como el olor a sudor puede denominarse con un t¨¦rmino mucho m¨¢s digno: bromohidrosis.
Pero en una familia siempre queda un sector que ni lee ni, por razones religiosas o de salud, puede disfrutar del buen vino. Para este tipo de personas conviene recurrir al infinito cat¨¢logo de posibilidades audiovisuales. No me refiero ni a los videojuegos ni a las muchas recopilaciones de series televisivas, sino a pel¨ªculas mondas y lirondas. 6) Para la madre que siempre dice que est¨¢ harta de estas fiestas pero que sigue cargando con el martirio de la intendencia, una pel¨ªcula reeditada en DVD a un precio razonable y con dos estrellas protagonistas con las que resulta dif¨ªcil no simpatizar: Robert Mitchum y Shirley MacLaine. Se titula Cualquier dia en cualquier esquina, y cuenta una historia de amores imposibles en una Nueva York fr¨ªa, fumadora, lluviosa, en blanco y negro, nada id¨ªlica, el marco id¨®neo para que dos n¨¢ufragos sentimentales descubran las limitaciones de sus sentimientos. En uno de los teatrales di¨¢logos sobre el amor, Shirley MacLaine dice algo a Mitchum que podr¨ªa aplicarse a la tradici¨®n del intercambio de regalos, culturales o no: "Lo que yo puedo darte no lo quieres y lo que yo quiero no puedes d¨¢rmelo".
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