La muerte de Sadam Husein en la televisi¨®n

Pocas horas despu¨¦s de que Sadam fuera ejecutado, los informativos de televisi¨®n abrieron con la noticia. Todos destacaban la tranquilidad y sangre fr¨ªa con que el tirano se enfrent¨® la muerte, y finalmente a?ad¨ªan: "... Pero en el ¨²ltimo momento, tuvo miedo". Este comentario final, mencionado casi como por casualidad, conten¨ªa una carga informativa demasiado fuerte para quedar como una ¨²ltima apostilla. (Una especie de "por cierto...").

?Qu¨¦ ocurri¨® cuando se cort¨® la imagen? ?Sadam llor¨®, pidi¨® perd¨®n por sus pecados, implor¨® clemencia o grit¨® presa del p¨¢nico? No creo que eso sea una an¨¦cdota. El tirano pidiendo una clemencia que no tuvo con sus v¨ªctimas. El tirano llorando ante la perspectiva de una muerte inmediata cuando mand¨® ejecutar a tanta gente sin vacilar. El tirano arrepinti¨¦ndose de sus pecados y pidiendo perd¨®n antes de enfrentarse al creador...

Uno tras otro, todos los informativos a?ad¨ªan ese comentario final sin explicar lo que significaba "en el ¨²ltimo momento, tuvo miedo". ?C¨®mo es posible que fuera relevante explicar que tuvo miedo y no fuera importante explicar en qu¨¦ se bas¨® esa informaci¨®n? Las terribles im¨¢genes obtenidas mediante un tel¨¦fono m¨®vil confirmaron mis sospechas: se trat¨® de una licencia po¨¦tica del redactor, as¨ª de fr¨ªvolo. Por lo que se ve en las im¨¢genes no puede saberse, de ninguna manera, si tuvo o no tuvo miedo en el ¨²ltimo momento.

Un periodista tiene la obligaci¨®n de describir lo que ve y nada m¨¢s, no es un novelista capaz de describir sentimientos ¨ªntimos ni emociones, y si los describe, tiene la obligaci¨®n de explicar en qu¨¦ se basa. Una simple licencia po¨¦tica alter¨® el contenido esencial de toda la informaci¨®n.