Uni¨® y CDC reparten ante notario sus futuros cargos en Tarragona para no pleitear despu¨¦s

La relaci¨®n entre algunos dirigentes territoriales de Uni¨® y de Converg¨¨ncia ha alcanzado tal grado de desconfianza que los pactos entre ambos partidos de la federaci¨®n nacionalista deben firmarse y depositarse ante notario. ?ste ha sido el caso de Tarragona, ciudad en la que los dos socios se enfrentaron por el cabeza de lista en las pr¨®ximas elecciones municipales del 27 de mayo, tras el relevo del hist¨®rico Joan Miquel Nadal. Uni¨® acept¨® a rega?adientes como alcaldable al convergente Joan Aregio, pero a cambio reclam¨® una serie de compensaciones pol¨ªticas por escrito ante notario. Otro tanto ha sucedido en la ciudad de Girona, aunque en este caso sin recurrir a un tercero que diera fe de lo acordado.

Las disputas entre democristianos y convergentes a la hora de confeccionar las candidaturas municipales se repiten c¨ªclicamente cada cuatro a?os. Cada uno de los dos partidos aprovecha cualquier sombra de debilidad pol¨ªtica de su socio para tratar de imponer a su candidato, aunque por regla general, visto lo sucedido hist¨®ricamente, Uni¨® Democr¨¤tica siempre ha salido trasquilada de cualquier envite.

En las ciudades de Tarragona y Girona los democristianos aprovecharon el pasado a?o la ausencia de un candidato firme de la federaci¨®n para lanzar un ¨®rdago a los convergentes y tratar de imponer al alcaldable o, cuando menos, escalar posiciones en la lista o sacar r¨¦dito en el reparto de cargos institucionales. Esto ¨²ltimo es lo que han obtenido los democristianos, pero a cambio obligaron a Converg¨¨ncia a especificarlo por escrito y, en el caso de Tarragona, a firmarlo ante notario. Las crisis en ambas ciudades se resolvieron antes de las elecciones auton¨®micas del 1 de noviembre, y a un a?o vista de las municipales, para no exhibir p¨²blicamente sus desencuentros.

Concretamente en Tarragona, Uni¨® aspiraba a encabezar la lista con su presidente intercomarcal, Albert Vallv¨¦, una vez que Joan Miquel Nadal anunci¨® su intenci¨®n de retirarse de la escena pol¨ªtica municipal. Pero Converg¨¨ncia ya ten¨ªa a su propio candidato, el presidente de la Diputaci¨®n, Joan Aregio, que mantiene una estrecha relaci¨®n personal con Felip Puig, n¨²mero dos de Converg¨¨ncia Democr¨¤tica.

Los democristianos tuvieron, en abril del pasado a?o, que rendirse a la evidencia: Converg¨¨ncia nunca ceder¨ªa tan significativa plaza, pues Tarragona constituye la ¨²nica capital de provincia en manos de los nacionalistas, aunque sea gobernando en coalici¨®n con el tan estigmatizado Partido Popular.

Entonces los democristianos reclamaron para s¨ª la presidencia de la Diputaci¨®n. Converg¨¨ncia puso el cerrojo en la institucional provincial y tambi¨¦n se neg¨® a cederla a sus socios. La soluci¨®n pas¨®, entonces, por firmar unos acuerdos y, ante tanta desconfianza, depositarlos ante notario. Escasas personas, seg¨²n fuentes de la federaci¨®n, conocen el contenido de este documento. Entre ellas, los presidentes intercomarcales de Uni¨® y de Converg¨¨ncia en Tarragona, Albert Vallv¨¦ y Joaquim Nin, respectivamente, y los responsables m¨¢ximos de pol¨ªtica municipal, el convergente Llu¨ªs Corominas y el democristiano Antoni Castell¨¤.

El documento, seg¨²n otras fuentes, establece el reparto de cargos que le corresponder¨¢ a cada partido de la federaci¨®n en caso de conquistar o incluso perder una instituci¨®n. De esta manera, Uni¨® Democr¨¤tica conservar¨¢, en cualquier caso, la presidencia del Consejo Comarcal del Tarragon¨¨s, mantenga o no CiU la alcald¨ªa de la ciudad o la presidencia de la Diputaci¨®n. Asimismo, el acuerdo fija el reparto de los diputados provinciales que le corresponder¨¢ a Uni¨® y a Converg¨¨ncia y los cargos de confianza que los democristianos dispondr¨¢n en este organismo. Nada se dice sobre el reparto de carteras en el Ayuntamiento de Tarragona. "O lo firm¨¢bamos ante notario o no hab¨ªa acuerdo, porque m¨¢s de una vez ya nos han dado gato por liebre", sostiene un alto cargo democristiano, el partido de Josep Antoni Duran Lleida.

El acuerdo, que en principio s¨®lo saldr¨¢ a la luz pasadas las elecciones municipales de mayo, se limita al reparto de cargos en la ciudad de Tarragona y a la comarca, es decir, no abarca toda la provincia.

En Girona [ver la informaci¨®n adjunta] se ha dado una situaci¨®n id¨¦ntica y ambos integrantes de la federaci¨®n nacionalista han firmado un acuerdo que se mantiene secreto. En este caso, ning¨²n partido exigi¨® que se firmara ante notario, pues las relaciones entre ellos nunca han llegado al borde de la ruptura, como en Tarragona.