El futuro est¨¢ en la piel

El mundo se hace persona. Primero fue un magma, despu¨¦s un gran oc¨¦ano, finalmente una flora y una fauna en un escenario de minerales y de agua a granel.

El personaje escogido por Time para este a?o es you (t¨², vosotros, nosotros, yo). Es decir, el cosmos de conexiones interpersonales que ha desarrollado Internet y mediante el cual "el otro" de la relaci¨®n no proviene tan s¨®lo del vecindario, m¨¢s o menos cercano, sino de cualquier lugar, por remoto que sea. Procede no de un grupo m¨¢s o menos numeroso, sino de un gigantesco y conectado gent¨ªo internacional.

El fen¨®meno del personismo que ha empezado a ser la materia b¨¢sica de nuestro tiempo se basa en la particular extensi¨®n de las relaciones interpersonales a trav¨¦s de la Red (MySpace, YouTube, Second Life, blogs, chats, videojuegos?).

En esta nueva trama social se repite el modelo de las vinculaciones fuertes, largas y profundas de anta?o. No hay familias, ni esposos, ni amigos ¨ªntimos, ni vecinos o conocidos para toda la vida. La existencia de cada uno, que antes pugnaba por un destino fijo, a menudo metaf¨ªsico, ha devenido en el deseo de vivir varias vidas, una tras otra o, en ocasiones, como demuestra la second life, acaso a la vez.

Hasta hace poco, al sinverg¨¹enza se le identificaba por llevar una doble vida. Actualmente, quien no goza de una doble vida, o m¨¢s, pasa por ser un ser limitado o menesteroso. La cultura de consumo ha creado una ¨ªntima relaci¨®n con lo cambiante, lo fragmentario, la instantaneidad, la aventura. Igualmente, su instrucci¨®n sobre la degustaci¨®n de los objetos ha conducido a una masiva e in¨¦dita degustaci¨®n de las personas.

La Red, paradigma de esta degustaci¨®n personal, ilustra c¨®mo se comparte una afici¨®n con unos y una conversaci¨®n pol¨ªtica con otros, se disfruta de varios a trav¨¦s de compartir un videojuego o una selecci¨®n mediante las camas redondas m¨¢s o menos virtuales.

La degustaci¨®n permite eludir el conflicto o tragedia de una relaci¨®n directa e integral al modo de aquellas parejas empe?adas en ser dos en una misma carne, y con ello, los individuos se entregan a una experiencia, s¨®lo dram¨¢tica, cuanto m¨¢s surtida y sustituible mejor.

Ra¨ªces de menor peso autorizan a volar m¨¢s. M¨¢s viajes, m¨¢s contactos en el m¨®vil o en el ordenador, miles de conocimientos m¨¢s en superficie y no cientos en profundidad. A la cultura intensiva del libro sustituye la cultura extensiva de las pantallas. A la intensidad de la atenci¨®n sigue la atenci¨®n que patina.

Pr¨¢cticamente la totalidad de los es-colares son diagnosticados hoy de "d¨¦ficit de atenci¨®n", pero si fijaran ahora la atenci¨®n en algo concreto no alcanzar¨ªan a entender la totalidad. El mundo se ha poblado de incontables est¨ªmulos, y su comprensi¨®n s¨®lo es posible navegando, leyendo superficies. Todo intento como todav¨ªa se registra de hacer al libro una referencia cultural de primer orden significa ignorar el orden nuevo.

Las escuelas, las familias, los partidos con sus respectivos mandatarios padecen un desajuste hist¨®rico que acabar¨¢ con ellos. Los a?os por venir ser¨¢n sin duda los correspondientes a una revoluci¨®n en la ense?anza, en los hogares y en la pol¨ªtica, si es que sigue llam¨¢ndose as¨ª.

La din¨¢mica del sistema ha incrementado monstruosamente las diferencias entre pobres y ricos y ha creado tambi¨¦n un colosal magma intermedio y abigarrado, heterog¨¦neo, flexible, m¨®vil y activo, donde se cuecen las grandes transformaciones de este decenio pr¨®ximo.

Se trata del mundo cultural que crea colas en la Tate, best sellers de intrigas ex¨®ticas, videojuegos de un mill¨®n de usuarios en red, Ipod de centenares de millones planetarios, porno y droga sin tasa, excitantes demandas de verdad contra la mentira institucional, consumidores esc¨¦pticos contra la falsa publicidad, religiones y comidas de fusi¨®n, igualaciones del original y su r¨¦plica, conmutaciones del autor y el MP3, del arte sin autor, del low cost en todo tiempo, de la comunicaci¨®n en l¨ªnea y boca a boca creando una malla de alientos personales que hacen de este mundo el espacio m¨¢s solidario, consciente y caritativo en toda la historia de la humanidad.

Desde las multinacionales hasta las actrices, desde el marketing con causa hasta la televisi¨®n que informa sobre la injusticia y la desigualdad, el presente se halla cruzado de una conciencia social como nunca habr¨ªan so?ado Saint Simon o Carlos Marx.

La falsa idea, pero ampliamente compartida, de que vivimos en una ¨¦poca degenerada moviliza las consideraciones cr¨ªticas para ir mejor¨¢ndola. Otro mundo es posible y la tendencia s¨®lo posee este plan central, por abstruso que todav¨ªa se muestre. Mejorar, en suma, la calidad de la vida y de sus habitantes, porque, contrariamente a lo que suponen los m¨¢s rancios, el ciudadano consumidor no ha ido a menos, sino a m¨¢s; no ha ganado molicie, sino lucidez; no ha evolucionado hacia la resignaci¨®n, sino hacia la exigencia de derechos. Exigencia de calidad en los art¨ªculos de alimentaci¨®n o en la sanidad y los autobuses, pero tambi¨¦n, en general, calidad en la democracia y en la condici¨®n moral del l¨ªder.

Nunca antes ha despertado m¨¢s el deseo de una vida colectiva mejor y la demanda de mayor calidad humana. Precisamente, aun los peores manuales de autoayuda proponiendo caminos hacia la felicidad contienen consejos ¨¦ticos para s¨ª y para la mejor relaci¨®n con los dem¨¢s.

Ser persona a la manera personista es el modelo de futuro, la primera revoluci¨®n para este siglo XXI. Un movimiento sazonado de atributos femeninos, puesto que la emotividad, la inteligencia intuitiva o la inteligencia relacional proceden de fuentes m¨¢s pr¨®ximas a la mujer, cuya presencia creciente decidir¨¢ la direcci¨®n y organizaci¨®n del trabajo, la educaci¨®n, la direcci¨®n social. Una composici¨®n femenina, en fin, que sit¨²a en primer lugar a la idea de persona y no la abstracci¨®n "ser humano", de hist¨®rica atenci¨®n viril.

Los tratos personales, la empat¨ªa, la calidad del contacto son cada vez m¨¢s decisivos en una econom¨ªa de servicios donde la confianza y la comunicaci¨®n t¨² a t¨² se transforma en el eje del funcionamiento, fuera y dentro de la Red, en los asuntos de la producci¨®n, de la reproducci¨®n o de la traducci¨®n. En los asuntos con los clientes y los proveedores, m¨¢s las emisiones para toda clase de receptores.

Si el mundo se ha ido estetizando tanto en los ¨²ltimos a?os y ya todo se encuentra dise?ado, cargado de intenci¨®n emocional, obedece al alto dominio de lo sensitivo en la comunicaci¨®n.

La palabra est¨¦tica proviene del griego aesthesia (sensaci¨®n) y generar sensaciones es la manera m¨¢s usual que emplean hoy los media y la que portan ya todos los objetos, las ropas, los aparatos o las arquitecturas. El efecto Guggenheim, del que se hablaba hace diez a?os con sorpresa, se ha extendido a cualquier capital de provincia en no importa qu¨¦ pa¨ªs. Las ciudades deben hacer sentir, e intencionadamente, a trav¨¦s de producciones de emoci¨®n, de identidad, en fin, puesto que siendo la persona el patr¨®n de valor sus emanaciones sentimentales cuentan privilegiadamente.

La arquitectura es hoy org¨¢nica y no geom¨¦trica, los muebles son acogedores y no s¨®lo funcionales; el estilo tiende al rococ¨®, que despierta fantas¨ªas m¨¢s all¨¢ del minimal. Toda la moda actual es tanto antisocial (destroyer) -manifestando su rechazo a la ¨¦poca- como mixta e intensamente emisora.

Lanzar mensajes mediante la ropa, mediante el dise?o del coche, el supermercado o la ciudad, se aviene con la escena general de comunicaci¨®n que ha estallado al coincidir, en apenas cinco a?os, la gran oferta tecnol¨®gica con la exacerbada demanda del consumidor. Comunicarse, establecer nexos, estar conectado, vivir en red, afuera o en la Red, conforma el panorama hacia el futuro. Toda esta el¨¢stica mara?a de tejido humano inaugurada con el siglo XXI constituye la m¨¢xima potencia para lanzar hacia un mundo mejor, m¨¢s complejo y compartido, m¨¢s superficial, pero m¨¢s extenso, m¨¢s m¨²ltiple y m¨¢s personal. A lo profundo y reducido sucede lo m¨¢s amplio y epid¨¦rmico. ?Una calamidad? Paul Val¨¦ry lo ver¨ªa de otro modo: "Lo de mayor calado en el ser humano", dec¨ªa, "se halla en la piel".

Diez a?os separan estas dos portadas

Entonces fueron "97 tendencias para el 97", y una nadadora con gafas de buceo, bajo una marea de palabras, presagiaba el futuro. Prefiguramos la llegada del tai-chi, la ciencia-ficci¨®n de las primeras televisiones planas o la revoluci¨®n del GPS. Y patinamos al predecir que triunfar¨ªa la venta por cat¨¢logo, la tarjeta monedero y la conexi¨®n a Internet a trav¨¦s de una "m¨¢quina de marcianitos" a 500 pesetas el minuto. Una d¨¦cada despu¨¦s volvemos a apostar. En portada aparece ahora el mu?eco Falso ?dolo, de Alberto V¨¢zquez.

A

Alta definici¨®n

Mil mundos en la tele. Los fabricantes de televisores se han dado cuenta de que "la demanda del tama?o de las pantallas es inversamente proporcional al de los pisos en los que vivimos". As¨ª lo expusieron hace apenas un mes los responsables de Sony durante la presentaci¨®n de su sistema Blu-Ray de alta definici¨®n. Que 2007 ser¨¢ el a?o de esta innovaci¨®n tecnol¨®gica es indudable. El precio de las pantallas planas preparadas para reproducir en HD se ha democratizado, y dos sistemas pugnan en dura lucha por hacerse con el control del mercado. Por un lado, el citado sistema de Sony, que ha optado por realizar una nueva generaci¨®n de reproductores y discos que multiplican por cinco la cantidad de informaci¨®n y la rapidez de un lector de DVD tradicional. Y por otro, el HD-DVD, que probablemente el gigante Microsoft incluir¨¢ en sus nuevas videoconsolas de juegos. La alta definici¨®n llega no s¨®lo a la imagen, tambi¨¦n al sonido (nuevos CD con una sofisticada grabaci¨®n), los videojuegos e Internet. Uno de los avances de la nueva PS3 que Sony lanzar¨¢ a mediados de 2007 supone una forma totalmente interactiva de ver cine y de navegar por la Red. www.blu-ray.com, www.xbox.com

Armada espa?ola

Pa¨ªs de ganadores. MP4-21 es la combinaci¨®n de cifras y letras que esconde los prop¨®sitos de ¨¦xito de Fernando Alonso para el nuevo a?o. ?MP4-21? S¨ª, el nombre del coche que la escuder¨ªa McLaren ha dise?ado a la medida de Alonso para enfrentar estos 12 meses de grandes retos. Los primeros de la era pos-Schumacher y los primeros lejos de Renault, el equipo en el que su mito se acrecent¨® a base de t¨ªtulos (dos mundiales) y el empuje de unos seguidores que ya est¨¢n acostumbrados a no verse defraudados. Una costumbre, por cierto, muy extendida ya entre el p¨²blico espa?ol. No hay razones para que en este 2007 no contin¨²e la progresi¨®n hacia la cumbre de nuestro deporte. Desde luego, no faltar¨¢n los nombres propios que tirar¨¢n del carro en este gran momento. Entre otros, Rafa Nadal (tenis); Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y ?lvaro Bautista (motociclismo); ?scar Pereiro, Alejandro Valverde y ?scar Freire (ciclismo), o la incombustible Marta Dom¨ªnguez (atletismo).

Ana, ca¨®tica

Medem a coraz¨®n abierto. Un director que sabe rodear sus proyectos de toneladas de expectaci¨®n. El sexto filme de Julio Medem, a estrenar en la primavera de 2007, no es excepci¨®n. Las primeras pistas sobre Ca¨®tica Ana llegaron a mediados de 2005. La pel¨ªcula "m¨¢s atrevida" del director, seg¨²n sus propias palabras, contar¨ªa el viaje de una artista adolescente. Se rodar¨ªa en Madrid, Ibiza, Fuerteventura, Londres, Nueva York y Arizona. Contar¨ªa con un reparto internacional, que incluir¨ªa a la omnipresente Bebe. Y un seductor personaje femenino sobre el que todo girar¨ªa, Ana, para la que se eligi¨® a la lolita del momento: Mar¨ªa Valverde. Pero las negociaciones con la actriz no prosperaron, y el director se puso a hacer castings y dio con Manuela Vell¨¦s (madrile?a, de 19 a?os, primera aparici¨®n en el cine). Y recuerda a Emma Su¨¢rez, otra actriz descubierta por el director de apellido capic¨²a. Toneladas de expectaci¨®n.

Arquitectura ubicua

Hasta en el caf¨¦. No es s¨®lo que no haya pueblo, por peque?o que sea, que no aspire a tener un Guggenheim propio. Los modistas aseguran apostar por las l¨ªneas arquitect¨®nicas -l¨¦ase como sin¨®nimo de sobrio-, como si toda la arquitectura fuera contenida. Y en casa, el arquitecto firma hasta la taza del caf¨¦. Como el juego de Domique Perrault que aparece en la fotograf¨ªa de arriba dise?ado para la firma Alessi. Es la pasi¨®n por los objetos cotidianos que ostentan las grandes firmas del gremio. En una ¨¦poca con la incertidumbre de todas, pero la mala conciencia de pocas, la arquitectura parece algo serio y ¨²til, capaz de transformar la vida con un solo gesto. www.alessi.com

B

Bigotudos

El vello es bello. Diga adi¨®s a las cuchillas. Hace a?os que abundan las barbas. Despu¨¦s de tanto rasurado, el hombre ha vuelto a descubrir el placer de no afeitarse y la mujer le ha hallado el punto. Ahora bien, lo ante¨²ltimo en el aspecto desenfadado es el injustamente denostado bigote. Tome nota: de izquierda a derecha, la delgada l¨ªnea de vello, tipo Cotton Club, de Terrence Howard; el mostacho que hunde sus ra¨ªces en la barbilla de Nick Cave; los cuatro pelos de imberbe Brandon Flowers, cantante pop al frente de The Killers, o el ejemplo temprano de Sean Penn, quien marca el camino haga lo que haga.

Baloncesto.

La rebeli¨®n. El triunfo de la selecci¨®n espa?ola en el mundial de Jap¨®n resuena a¨²n con el eco del mejor a?o de este deporte en Espa?a. Es la rebeli¨®n de una disciplina arrinconada a los peores horarios televisivos que, sin hacer ruido, vuelve a dar razones a los adolescentes para tomar las canchas. Nunca pareci¨® tan f¨¢cil emular a las estrellas de la NBA. Pau Gasol, Sergio Rodr¨ªguez, Juan Carlos Calder¨®n y Jorge Garbajosa ya lo han logrado.

C

Campo finolis

Vino y camas de cristal. Los hoteles con encanto se reinventan a golpe de enaltecer la arquitectura con el dise?o de edificios icono, convertidos en destinos tur¨ªsticos en s¨ª mismos y creadores de su propio entorno. Es el caso de Les Cols, en Olot (Girona), obra del estudio arquitect¨®nico RCR. Mucho m¨¢s que un hotel, cinco pabellones de cristal cuyo orden espacial exige una reeducaci¨®n en uso de los elementos habitacionales y percepci¨®n sensorial de los mismos. El minimalismo ha acrecentado el pudor de muchos hoteles hacia el exceso de ornamentaci¨®n, el barroquismo o un acentuado pintoresquismo arquitect¨®nico, fruto de un trasnochado romanticismo por lo r¨²stico o la tradici¨®n rural. M¨¢s que decorativo, el hotel Palacio de la Serna, en Ballesteros de Calatrava (Ciudad Real), es una pieza de arte con escaleras que ascienden a ninguna parte y avenidas de acero corten iluminadas por diodos electroluminiscentes. Tecnolog¨ªa al servicio de los sentidos y la salud, pues la instalaci¨®n reina de este turismo interior es el spa. Como el espiritual (todo en madera) Castell de Ciutat, en la Seu d'Urgell (Lleida), no hay hotel que no lo ofrezca o no tenga expectativas de ofrecerlo en un futuro pr¨®ximo bajo el marchamo wellness o bienestar corporal. El culto al cuerpo interpretado, en fin, como el culto de los sentidos. As¨ª se presenta la nueva ola de hoteles enol¨®gicos, y tres emprendimientos hoteleros recientes lo subrayan: Pago del Vicario, en La Mancha; La Vida, en Ribera del Duero, y Marqu¨¦s de Riscal, firmado por el omnipresente Frank Gehry, en La Rioja.

www.lescols.com y www.pagodelvicario.com

Casas-reino

Peque?as, pero valiosas. Hasta que no ocurra el milagro, explote la dichosa burbuja inmobiliaria o a usted le toque la loter¨ªa, la realidad de los pisos, peque?os y car¨ªsimos, es tan tozuda como los j¨®venes que toman las calles para protestar por una situaci¨®n insostenible. Por eso se impone para los ciudadanos reinventar el hogar: exprimir el espacio, ensayar otras convivencias familiares que, s¨ª, son posibles. Para bien y para mal, la sociedad est¨¢ cambiando m¨¢s r¨¢pido que su morada. Y ¨¦sta, aunque tenga las dimensiones de un guisante, puede conseguir que se convierta en su particular reino.

Cocineros todos

Su cocina, laboratorio gastron¨®mico. Olv¨ªdese de gastarse los cuartos en un restaurante de post¨ªn para cortejar a sus conquistas. Ahora se lleva sorprenderlas en los fogones de casa y luego salir a tomar la copa fuera. O no tomarla fuera, claro. Los talleres para aprender a cocinar han llegado hasta los centros culturales de los barrios. Y si resulta ser usted un sibarita, puede decidirse por la ingente oferta de los impartidos por los chefs m¨¢s prestigiosos. Lo importante es encontrar un curso de cocina que haga volar su imaginaci¨®n y le permita ir m¨¢s all¨¢ del huevo frito. Y si lo de ir a clase le da pereza, encienda la tele o eche un ojo a la librer¨ªa m¨¢s cercana y d¨¦jese aconsejar por los cocineros m¨¢s prestigiosos. Desde Adri¨¤ o Arzak hasta la ¨²ltima hornada de promesas espa?olas e internacionales.

D

Documentales. El 'boom' de la vida misma. De los 133 filmes preseleccionados para la edici¨®n de este a?o de los Premios Goya, 37 fueron documentales, cinco m¨¢s que el a?o anterior y 18 m¨¢s que en 2005. Lo cual no s¨®lo habla del buen momento del cine reflejo de la realidad -aunque sea falsa, como en la reciente Borat-, sino que tambi¨¦n explica por qu¨¦ en las escuelas hay cada vez m¨¢s interesados en ser Michael Moore que Quentin Tarantino. O mejor, Amy Berg, directora de L¨ªbranos del mal, la historia del sacerdote Oliver O'Grady, condenado a 14 a?os de prisi¨®n porque durante 20 a?os abus¨® de cientos de ni?os y ni?as de su di¨®cesis en Estados Unidos. Un documental serio candidato a ganar el Oscar en su categor¨ªa.

E

Ecologismo para todos

Conciencia 'in'. La Tierra ha dicho basta y manda se?ales que no dejan dudas. La m¨¢s alarmante: el cambio clim¨¢tico. Lo que los ecologistas defend¨ªan en los a?os setenta, ochenta y noventa est¨¢ calando entre todos, y ya es tan in como responsable no despilfarrar los recursos naturales. La energ¨ªa solar t¨¦rmica en los nuevos edificios -obligatoria por las directivas de la UE- seguir¨¢ el camino de crecimiento vertiginoso que ha experimentado la e¨®lica en la ¨²ltima d¨¦cada. El A?o Internacional de los Polos (?rtico y Ant¨¢rtida) traer¨¢ ping¨¹inos, focas y osos polares a nuestro imaginario y a la mala conciencia por el deshielo causado por las altas temperaturas. Las constantes crisis del petr¨®leo dar¨¢n un empuj¨®n definitivo a los coches h¨ªbridos (el¨¦ctrico-gasolina), de los que el Toyota Prius ha sido un abanderado, junto a los Honda Civic Hybrid, Lexus RX400h y Lexus GS450h. Este a?o llega el nuevo Lexus LS600h, y empezar¨¢n a verse de forma experimental algunos modelos de hidr¨®geno de BMW, y un poco m¨¢s adelante, tambi¨¦n de Honda. Los biocombustibles, obtenidos a partir de cultivos ad hoc de girasoles, soja o cereales, se ir¨¢n abriendo un hueco cada vez m¨¢s importante, sobre todo en autobuses urbanos. La cultura del reciclaje seguir¨¢ dando llamativas y alternativas muestras art¨ªsticas. Los movimientos ciudadanos no dejar¨¢n pasar -al menos sin ruido en los medios de comunicaci¨®n- cualquier desm¨¢n urban¨ªstico que cambia paisaje por el enriquecimiento de unos pocos. Frente a tanta qu¨ªmica, la alimentaci¨®n biol¨®gica seguir¨¢ ganando espacio en restaurantes y en las estanter¨ªas de los supermercados. En Espa?a se multiplicar¨¢n los inventos para ahorrar agua, en los grifos, en el ba?o, en los electrodom¨¦sticos. El territorio extreme?o de Monfrag¨¹e adquirir¨¢ estatus de parque nacional. Y Guadarrama, al norte de Madrid, dar¨¢ sus ¨²ltimos pasos para conseguir lo mismo. El perfil inconfundible del Teide, en Tenerife, estar¨¢ de moda, con su candidatura a patrimonio de la humanidad. Se multiplicar¨¢n las webs, libros y secciones en revistas por una casa sostenible. l www.vidasostenible.org, www.infoecologia.com, www.ambientum.com

Edad

La vida eterna. La medicina antiedad es necesaria, ya que es un hecho que viviremos 100 a?os. Tratamientos m¨¦dicos y necesario equilibrio mental. Hoy se batalla contra la oxidaci¨®n f¨ªsica y cerebral provocada por el devenir de los a?os. Seg¨²n estudios recientes, la edad media de inicio de estos tratamientos oscila entre los 30 y los 40 a?os. Es a partir de los 20 cuando las hormonas de la divina juventud empiezan a marchitarse, seg¨²n los expertos. Nuestra forma de vida determinar¨¢ la necesidad imperiosa de un bistur¨ª reparador o de una sencilla crema antiarrugas.

Espacio

Viaje con nosotros. En noviembre de 1957, la perrita 'Laika' ("que ladra", en ruso) fue el primer animal que viaj¨® en ¨®rbita alrededor de la Tierra. Fue la tripulante del 'Sputnik 2'. 'Laika' muri¨® entre cinco y siete horas despu¨¦s del lanzamiento, antes de lo planeado por los agentes espaciales sovi¨¦ticos. Cincuenta a?os despu¨¦s, el turismo espacial es una realidad. Eso s¨ª, para millonarios o gente con muchos posibles. El primer turista espacial fue el estadounidense Dennis Tito. Con 60 a?os, pag¨® a la empresa MirCorp 20 millones de d¨®lares por volar al espacio y permanecer en la Estaci¨®n Espacial Internacional una semana. Richard Branson, famoso empresario brit¨¢nico conocido tambi¨¦n por su afici¨®n a la aventura, planea lanzar en 2007 el primer servicio mundial de viajes comerciales al espacio, ofreciendo vuelos con gravedad cero por 162.050 euros. Uno de los primeros turistas ser¨¢ un espa?ol: el propietario de la administraci¨®n de loter¨ªa La Bruja de Oro en Sort, en el Pirineo catal¨¢n, Xavier Gabriel. www.estinia.com y www.viajes_espacio