Nada nuevo en el Madrid

Este Madrid no tiene remedio. Al menos por ahora, a dos partidos para que acabe la primera vuelta. Su multimillonaria inversi¨®n en el mercado invernal no le sirvi¨® de nada en Riazor, donde fue arrollado por un Deportivo que circulaba a un cent¨ªmetro de los puestos de descenso.

Capello, a rega?adientes, alist¨® a Gago como titular y en la segunda parte dio salida a Marcelo, pero el Madrid no mejor¨® en nada. Fue el mismo mu?eco al que antes de despedir el a?o sacudi¨® el Recreativo en Chamart¨ªn. De Higua¨ªn no hubo noticias porque Capello le dej¨® en la tribuna, lo mismo que a Robinho, que perdi¨® su plaza en beneficio de Cassano, una extra?¨ªsima decisi¨®n del t¨¦cnico. El m¨ªster amnisti¨® a su compatriota, por cuya salida del equipo brindan a cada minuto en las oficinas del club. En A Coru?a hizo pasar un calvario a Sergio Ramos, un postizo en el lateral izquierdo. Con semejantes dictados, Capello volvi¨® a dar ciertas muestras de improvisaci¨®n. No encuentra la receta adecuada y el equipo carece de una propuesta concreta. Le falta juego y estilo, y en partidos como los que perdi¨® ante el Getafe y el Recreativo se abandon¨® de mala manera. Sin actitud ni aptitud, hoy en d¨ªa, cuatro meses despu¨¦s de iniciado el curso, el Madrid es una noria. En Riazor, ante un magn¨ªfico Deportivo liderado por Arizmendi, se volvi¨® a estrellar de mala manera, con los de antes y con los de ahora.

En Getafe, con los ¨²nicos disponibles, el Bar?a atrap¨® un punto gracias al delicado pie derecho de Xavi, que hizo de Ronaldinho y ejecut¨® al equipo de Schuster con un magn¨ªfico lanzamiento de falta. Lo ¨²nico destacable de los azulgrana, junto a una soberbia intervenci¨®n final de V¨ªctor Vald¨¦s. De principio a fin, el Getafe fue mejor, pero ya se sabe que el cuadro madrile?o no se distingue por su punter¨ªa. Con su empate, el Bar?a deja en la cabeza al Sevilla, que el s¨¢bado sali¨® derrotado de La Romareda. El equipo de Juande cay¨® tras un gran partido, un encuentro que, por culpa de Diogo y Luis Fabiano, no ser¨¢ recordado por su f¨²tbol, sino por un combate callejero entre dos futbolistas. Dos jugadores que, antes de que act¨²e el Comit¨¦ de Competici¨®n, ya deber¨ªan haber sido castigados por sus respectivos clubes.